El reto de Petro

La tarea que tiene el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, y la vicepresidenta, Francia Márquez, no es cualquier reto. Inmenso es el trabajo a desarrollar para cumplir al pueblo neogranadino. Asumir la deuda social es esencial, igual que lo económico, en una nación permeada por la economía de la droga. La oligarquía y sus expresiones políticas harán lo imposible para obstaculizar la gestión de cambio que se avecina. La parapolítica profundizará su acción desestabilizadora.

Nadie se llame a engaño. El propio Petro ha llamado a un gran diálogo, a un gran encuentro sin definir con quiénes se reunirá en búsqueda de la reconciliación y la paz duradera. Sabe que su gobierno tendrá la más fuerte y agresiva oposición de los factores de la narcopolítica, respaldados por el gobierno de Estados Unidos, un imperialismo depredador, aniquilador, saqueador de riquezas naturales, rapaz, criminal, en fin, hegemónico contra los pueblos de Nuestra América y del mundo.

Sin duda que el imperialismo respaldará todas las acciones desestabilizadoras que emprenda la oligarquía y la clase política desprestigiada, echada del poder político, como la de Álvaro Uribe Vélez con su delfín Iván Duque, para intentar derrocar a Petro.

Hay que tener presente, que la oligarquía es dueña de los medios de comunicación del país, tanto tradicionales como de las redes sociales, además cuentan con el respaldo de los llamados Diarios de América, conglomerado de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y con la mediática mundial que ha atacado a Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, con un cerco mediático de mentiras, falsedades, desinformación, propaganda de guerra, de odio y como aparato psicológico.

Cuenta además con los aparatos represivos, Ejército, Policía, grupos de paramilitares al servicio de los capos de la cocaína y de la parapolítica.

En el campo de la economía tendrán la oposición de los grupos de poder financieros, con las bases militares sembradas por el Gobierno de los Estados Unidos y con la Unión Europea, además están adscritos a la OTAN, brazo armado de los gringos. Es decir, Petro no las tiene a su favor y deberá luchar contra todo este aparataje de dominación, pero cuenta con la lucha decidida del pueblo colombiano y de pueblos y gobiernos solidarios.

La lucha es al lado del pueblo, de sus organizaciones políticas, sindicales, gremiales, campesinos, estudiantes, indígenas. El futuro es de resistencia hasta vencer.



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Alcides Castillo

Periodista-Politólogo-Especialista en Sistemas y Procesos Electorales

 acastillo472@hotmail.com

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