En la Patria de José de San Martín, se ha escrito una nueva página en la historia de la integración de los pueblos se América. Si, en noviembre de 2005 su suelo se abrió para enterrar las pretensiones hegemónicas del gobierno de Estados Unidos, de imponer el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Durante los días 26 y 27 de octubre del 2022, el cielo argentino mostró todo su esplendor, para que los gobiernos de América Latina y El Caribe, dieran rienda suelta a su imaginación para avanzar en el proceso de redimensionamiento de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC).
Una mirada desde el presente nos dice que América Latina y el Caribe, es la región del universo que mayores cambios ha experimentado en éstos últimos veintidós años. Sus relaciones internacionales tienen otras dimensiones, Rusia y China ya no son sus "enemigos", como lo impuso el imperio estadounidense, por su rivalidad con ellos.
En la Declaración suscrita por los Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores en la recientemente finalizada XXIII Reunión Cumbre de la CELAC, dichas autoridades ratificaron el compromiso de consolidar "la unidad e integración de la región, continuar con el diálogo sobre el fortalecimiento institucional del mecanismo y profundizar el debate sobre el futuro de la integración y las estrategias de relacionamiento externo", corroboran la opinión positiva que, sobre la unidad de nuestra comunidad de naciones, nos hemos formado.
Las Altas Autoridades de los países miembros de la CELAC: "Expresaron su satisfacción por promover la ampliación y el fortalecimiento de los vínculos del bloque con organismos regionales y subregionales, y su reconocimiento a la experiencia de aquellos que trabajan por la región. Asimismo, se congratularon por los avances logrados en materia de profundización del diálogo político con los socios extrarregionales, entre los que se incluyen la Unión Europea, China, India, la Unión Africana y ASEAN, ratificando a la CELAC como un importante portavoz de América Latina y el Caribe ante la comunidad internacional".
Una primera valoración de los resultados de la misma nos dice que, el compromiso adquirido por los gobiernos de la CELAC, es el resultado del análisis de las fortalezas, oportunidades, limitaciones y aptitudes que cada uno de sus países tiene. Reconocer que, la CELAC, "es el único mecanismo de diálogo y concertación que agrupa a los 33 países de América Latina y el Caribe, y representa la más alta expresión de la voluntad integracionista", es una afirmación sumamente importante. "Unidad en la diversidad, construida sobre la base de una agenda común de bienestar, paz y seguridad para los pueblos, con el objetivo de consolidar la comunidad latinoamericana y caribeña".
Quedó demostrado –de tal manera- que la CELAC, hace de la integración una asociación que va más allá de la actividad mercantil; es, una comunidad de naciones en donde la cooperación, la solidaridad, la complementariedad, constituyen principios básicos que le dibujan un nuevo rostro y le confieren nuevos fines.
Por ello, América Latina y El Caribe se ha propuesto, como región, establecer nuevos esquemas de integración y relacionamiento para una mejor y mayor convivencia mutua; se generan nuevas formas de organización y una nueva cultura política y social que haga de la nuestra una democracia más democrática; se producen movimientos que nos están conduciendo a deslastrarnos de las viejas y decadentes estructuras a partir de las cuales se organizaron nuestras formaciones sociales. Vivimos una "época de cambio", estamos construyendo un mejor modo de vida. El mismo aún no tiene un rostro definido, tampoco tiene nombre, pero, en él tendrá que imperar la justicia social, la equidad, la libertad, la soberanía, la igualdad, la felicidad, tendrá que ser una sociedad en la que el ser social latinoamericano y caribeño alcance su emancipación.
Estos son algunos de los retos, que la CELAC que emerge de Buenos Aires 2022, tendrá que enfrentar si en verdad quiere ser un modelo de integración de nuevo tipo. Para nuestros pueblos lo imposible no existe.