Desde el 2018 hasta la fecha, EE.UU y China se han mantenido en una disputa por la hegemonía mundial. Washington busca todas las formas de patearle la escalera a los chinos y de sumar alianzas con países poderosos para contener la influencia de Beijing.
Vale resaltar que, EE.UU., ha perdido espacios como hegemonía mundial ante las Potencias Emergentes (China, Rusia, Türkiye, Irán, Corea del Norte y Vietnam). Los chinos y rusos han rediseñado sus espacios en el continente africano, estrechando relaciones diplomáticas para fortalecer las cooperaciones en materia de salud, innovación tecnológica, seguridad e inversión, especialmente con países del África subsahariana ricos en materias primas, sobre todo metales.
A los estadounidenses, no les conviene ese acercamiento de los rusos y chinos en el África subsahariana, ya que les toca sus negocios en materia de venta de armamentos y extracción de recursos fósiles y minerales preciosos, los cuales son fuente de ingreso para sostener su sistema financiero y no verse vulnerable ante la crisis capitalista. La única salida para la administración Biden es reanimar viejos conflictos para generar tensiones con los países aliados de China y Rusia y así coartar el avance y sus objetivos en el continente africano.
Consideramos ahora que los EE.UU., y China, entran a nuevos desafíos por la hegemonía mundial, en este momento ven con buenos ojos al Pacífico "tierras de oportunidades", por sus recursos fósiles, minerales y por sus ventajas marítimas para el tráfico comercial al Sudeste Asiático. Sin embargo, algunos analistas, se centran más en el Medio Oriente, Europa, África, Asia Oriental, Asia Central y América Latina, no manejan mayor información de los pequeños Estados insulares del Pacífico Sur debido a la poca influencia mediática y por su lejanía.
Hay que destacar que, el gobierno estadounidense está trazando su ruta y no está improvisando en sus movimientos, están midiendo fuerzas con China en el Pacífico Sur. EE.UU, mueve sus pivotes Australia y Nueva Zelanda para demarcar el territorio y asegurar los mecanismos de cooperación a través de ayudas (lucha contra la pobreza, desarrollo económico, energético, innovación en materia de infraestructura, seguridad y cambio climático), para influir y contener el avance chino.
Por otra parte, debemos tener en cuenta la reapertura de la Misión Diplomática de Estados Unidos en las Islas Salomón y la apertura de la Embajada de EE. UU., en el Reino de Tonga en 2023. Lo cual muestra que Washington está muy alerta con los movimientos que está ejecutando Beijing en Melanesia y Polinesia después de una ausencia en la región durante varios años, Hoy, están siendo vulnerables ante el avance de China en el Pacífico Sur, lo cual genera una alerta temprana para el gobierno estadounidense.
EE.UU., tiene previsto fortalecer sus misiones diplomáticas en Fiyi y Papúa Nueva Guinea (Acuerdos de Seguridad), para contener a Beijing. Sin embargo, China en el Pacífico ha florecido durante varias décadas a través de una combinación de mayor comercio, inversión en infraestructura y ayuda mientras busca aislar a Taiwán diplomáticamente y ganar aliados en las instituciones internacionales. Las Islas Salomón y Kiribati cambiaron su reconocimiento diplomático a China desde Taiwán en 2019.
En el 2022, China firmó un pacto de seguridad con las Islas Salomón, lo que alarmó a Estados Unidos y aliados como Australia, porque toca sus intereses geoestratégicos en la región. Esas maniobras de Beijing generan preocupaciones en Canberra, Wellington y en Washington por la pérdida de espacio geopolítico en el Pacífico.
El Pacífico Sur está en el ojo del huracán de la geopolítica mundial, su vulnerabilidad debido a su posición geográfica es un jugoso mercado fértil para las potencias extranjeras que ofrecen "oportunidades para el desarrollo", en materia de cooperación, digital, seguridad y defensa, innovación de las infraestructuras para contener los fenómenos climáticos y la mejora de sistemas de puertos. Sin embargo; por las distintas debilidades de los Estados insulares, es posible que a futuro puedan quedar condenados a deudas impagables.
Interrogantes:
¿Será posible que EE.UU., y China dialoguen para buscar el consenso y llegar una tregua diplomática y comercial?
¿Se fortalecerá el AUKUS y QUAD en el Indopacífico?
¿Nueva Zelanda se unirá al AUKUS?