En el bloqueo a Cuba: Estados Unidos de espaldas al mundo

  • ONCE presidentes de los Estados Unidos, han fracasado en su intento de doblegar a la República Socialista de Cuba. Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush padre, Clinton, Bush, hijo, Obama, Trump, Biden; y hoy a pesar de un bloqueo financiero, económico y comercial, que lleva ya 60 años, el pueblo cubano, frente en alto, sigue dando lecciones de dignidad y solidaridad ante el mundo.

Por trigésima primera vez consecutiva, la Asamblea General de las Naciones Unidas rechaza el bloqueo, Comercial, Económico y Financiero que por 60 años mantiene los Estados Unidos, contra una Isla, que no se ha humillado y defiende su dignidad e independencia frente a la adversidad que significa enfrentar a la nación más poderosa del Planeta.

Son sesenta años que han significado privación en todos los órdenes de la sociedad cubana, lo que ha generado miseria, empobrecimiento colectivo, limitaciones hasta de medicinas para las más diversas enfermedades e impedimentos para que el Estado cubano pueda recibir financiamiento de organismos internacionales así como restricción en las relaciones comerciales con otros países.

No se puede explicar este bloqueo ilegal, contrario a las normas del Derecho Internacional, violatorio de los Derechos Humanos y del Derecho Humanitario, como una actitud de venganza, contra un pueblo que no ha cedido en su empeño de mantener una República Soberana e Independiente.

Esa es la razón de fondo del Bloqueo, porque sería ridículo argumentar ante el mundo, que obedece a medidas de Seguridad. ¿Qué peligros de seguridad puede representar Cuba para una potencia mundial del calibre de los Estados Unidos.

Al mismo tiempo con esta medida agresiva del bloqueo, pretenden advertir a cualquier país del mundo, lo que puede significar salirse del redil, del área de influencia de los Estados Unidos, de enfrentarlos con dignidad y coraje, para impedir siendo explotados y vejados, como lo fue la Cuba, anterior a la Revolución.

En sesenta años de bloqueo, la República de Cuba ha sufrido daños muy difíciles de cuantificar. Su población ha sido sometida a privaciones de diferente índole, habría que contabilizar cuantas personas han perecido por la falta de medicinas que se le impide a Cuba importar, para atender variedad de enfermedades y dolencias. Sus pobladores igualmente, han tenido que soportar, escasez de alimentos, escasez de repuestos para maquinarias y vehículos; insumos para la agricultura; restricciones de acceso a nuevas tecnologías a todo nivel, bloqueo informativo y asedio permanente a sus deportistas, y representantes artisitico-culturales, que con un gran esfuerzo salen de la Isla, para representar en eventos internacionales a Cuba.

A ese rosario de calamidades que sufre la sociedad cubana como consecuencia del bloqueo, debemos agregarle, la prohibición que los Estados Unidos impone a los países que intenten comerciar con la República de Cuba y el bloqueo para que no se puedan acudir a los organismos financieros internacionales, porque se obstaculizan los procesos o sencillamente se prohíben con amenazas de sanciones.

Frete a toda esta tragedia, la voluntad del pueblo cubano y sus gobiernos es digno de admiración. Frente a todos los obstáculos Cuba ha sacado fuerzas para intentar no sólo superar las dificultades sino, que ha dado muestras de su gran espíritu de solidaridad, de condición humana, para ayudar a otros pueblos del mundo. Un ejemplo, de lo que afirma, fue la epidemia del Covid que azotó a la humanidad recientemente. A Cuba, se le impidió la importación de medicamentes para atender a sus pobladores que sufrieron como en todo el mundo los efectos nocivos de esta enfermedad, pero esto no medro su voluntad de superar las dificultades. Sus médicos, sus investigadores, todo el personal de salud, su gobierno, con un esfuerzo titánico, lograron, lo que ni siquiera, otros países del mundo pudieron hacer frente a la tragedia, producir variedad de vacunas contra el Covid, que no solamente se le administró con éxito a su pueblo, sino, que fue suministrada a otras naciones para enfrentar tan mortal virus. Gesto admirable y plausible.

Pero la terquedad imperial, en su afán de venganza contra la República Soberana de Cuba, tiene otra lectura que debemos difundir al mundo: El menosprecio e irrespeto de los Estados Unidos frente a las Organizaciones Internacionales. Con su arrogancia y prepotencia se llevan por la borda todo el ordenamiento jurídico internacional. Organismos como la ONU, no son tomados en cuenta sino, cuando estos aprueban algunas resoluciones que están de acuerdo a sus intereses políticos. Cualquier otra decisión que afecte sus intereses como potencia interventora, cualquier medida de censura contra sus actuaciones intervencionistas contra los pueblos del mundo, no es respetada por ellos y la desecha.

Así mismo, someten a presión y al chantaje a cualquier organismo internacional, Cortes Judiciales para evitar que sus acciones guerreristas e intervencionistas sean censuradas y sus miembros son objeto de medidas de presión y chantaje cuando intentar realizar investigaciones que pongan al desnudo sus tropelías.

Ese es el verdadero rostro imperial y de allí su comportamiento prepotente y amenazador, que imponen contra el mundo, sobre la base del poder militar. Y ese es precisamente el desdén que los Estados Unidos, frente a las resoluciones de la ONU, apoyan las que les convienen y desechan la que los afecta.

Frente a Cuba, dan la Espalda al Mundo, que casi en forma unánime, con excepción de la comparsa que siempre los acompaña cuando atropellan a otros pueblos, rechaza el Bloqueo, acción ilegal que estamos seguros configura delitos de Lesa Humanidad, estipulados en el orden jurídico internacional, pero que los organismos internacionales silencian en forma cómplice. ¡Viva Cuba¡

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1050 veces.



Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

Visite el perfil de Jesús Sotillo Bolívar para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Jesús Sotillo Bolívar

Jesús Sotillo Bolívar

Más artículos de este autor