La situación en Estados Unidos cerró tensa el 2023 con la declaratoria de varios estados que no admitirán la candidatura de Trump a la presidencia; y comienza enero 2024 con escalofríos.
Arranca la campaña interna en Estados Unidos, en la carrera hacia las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre; en Iowa, que se celebran este 15 de enero, el primer hito de las primarias. Lo hace en una situación muy preocupante, con dos favoritos a lograr la nominación que no gustan a la mayoría de los votantes y que se acusan mutuamente de ser una amenaza para la democracia.
La Corte Suprema de Estados Unidos anunció que estudiará un caso determinante para decidir si Donald Trump puede o no presentarse a las elecciones presidenciales de 2024; luego que varios estados decidieron que no aceptaran tal candidatura.
Los jueces aceptaron examinar la decisión de Colorado de excluir al ex mandatario de la papeleta de las elecciones primarias de 2024 en ese estado, luego de que Trump hiciera una apelación. El caso se estudiará en febrero y la sentencia se aplicará en todo el país.
En varios estados se han presentado demandas para descalificar a Trump, alegando que participó en una insurrección durante el asalto contra el Capitolio el 6 de enero de 2021; además de otra serie de acusaciones.
La 14ª Enmienda de la Constitución de EE.UU. prohíbe a cualquier persona que haya "participado en insurrección o rebelión" ocupar un cargo federal. Los abogados del ex presidente argumentan que no se aplica a la figura del Presidente de la República.
Alegan los opositores a Trump, que "la retórica que utiliza el ex presidente convierte su afán de volver a la Casa Blanca en una amenaza a la democracia"; señalan que ha prometido si gana las elecciones, "una presidencia de venganza y revancha". Además, indican sus detractores, que "ha empleado una retórica en la que llama alimañas a sus rivales y dice que los inmigrantes envenenan la sangre de los estadounidenses; además, se suman sus intentos de blanquear el asalto al Capitolio, llamando patriotas a los insurrectos, prometiéndoles el indulto y usando en sus mítines cánticos e imágenes que glorifican ese atentado a la democracia, consecuencia de que por primera vez un presidente estadounidense en ejercicio se resistió al traspaso pacífico y ordenado del poder."
Lo cierto es que, desde Venezuela vemos muy de cerca ese escenario, porque precisamente, fue en el gobierno de Trump cuando se radicalizaron las sanciones; y hemos observado un mayor diálogo con el actual gobierno, donde se han flexibilizado varias áreas, por supuesto donde también, como en toda negociación, hemos tenido que ceder en otras solicitudes.
El presidente Maduro ha logrado grandes avances en regularizar nuestra economía, y si todo sigue como va, estamos seguros, tendremos un año de gran crecimiento, con unas elecciones presidenciales que posiblemente se realicen entre julio y agosto del presente año, donde seguro saldremos fortalecidos para, en unidad nacional, asumir nuevos retos.
En otro orden de ideas, pudimos apreciar mayor armonía en la instalación de la Asamblea Nacional, así como en los Consejos Legislativos y Cámaras Municipales, notando acuerdos políticos nunca antes pensados; pero si ello es en pro de la unidad nacional, bienvenidos sean todos estos acuerdos, esperando sirvan para reforzar lazos de amistad y convivencia nacional.
