Primeras hipótesis ecomunitaristas sobre la alienación en las religiones indígenas de Abya Yala

Este esbozo inicial de ideas se apoya en los gigantescos hombros de L. Feuerbach y K. Marx. No obstante, aclaro de entrada: a) que tales ideas deben ser juzgadas por sí mismas (y no en una discusión de hasta dónde interpretan bien o mal a uno y/u otro de esos gigantes), y, b) que a diferencia del gran conocimiento "desde dentro" que Feuerbach (y Marx) tenía de la religiosidad cristiana (y en el caso de Marx, también judía), por mi parte no tengo ese conocimiento de ninguna religión indígena de Abya Yala, y lo que sé de ellas (y solo de algunas pocas de ellas) no pasa de informaciones primarias y superficiales. Por eso este esbozo inicial aguarda los aportes de los pueblos indígenas de Abya Yala y de los especialistas, para corregirse, profundizarse, detallarse y ampliarse.

1 – No es Dios quien crea al ser humano, sino que es el ser humano el que crea a Dios (y/o a los dioses). Y el ser humano crea a su Dios o dioses a su imagen y semejanza. Por ejemplo, los dioses griegos pueden tener ataques de celos o de ira como los que protagonizan los seres humanos.

2 – Y el ser humano aliena en el Dios cristiano sus cualidades, magnificándolas; así, porque el ser humano ama, tiene inteligencia y voluntad, ese Dios es amor, omnisciencia y omnipotencia. Por el proceso de alienación ("separarse de, sin reconocerse en…") el ser humano no percibe que es él quien crea a Dios (o a los dioses) y no se da cuenta de que ese Dios o dioses no son más que el compendio de sus cualidades magnificadas y/o la proyección de sus defectos.

3 – En el cristianismo el creyente establece con su Dios una relación directa y absolutamente prioritaria en relación a cualquier otro vínculo; así son considerados vínculos subordinados, inferiores, e incluso obstáculos, los que el creyente pueda tener con otros seres humanos (por ejemplo sus familiares y la comunidad en la que vive) y la Naturaleza que lo cerca.

4 - Así ese creyente ve a lo más en la Naturaleza un objeto creado por Dios y que éste ha puesto a su disposición, para que sobre él ejerza su dominio.

5 – Y ese creyente, en su alienación religiosa no percibe que es humano como resultado de y por su convivencia (comunitaria) con otros humanos.

6 - Esa alienación en relación a los otros (su especie) se da en el capitalismo por la competencia entre individuos atomizados que tienen/ven en la mercancía, el mercado, y en suma en el Capital, objetos con vida propia que los dominan, cuando en realidad son productos de la acción y las relaciones humanas, y por lo tanto pueden ser abolidos por los humanos (para Marx, en el Comunismo).

6.1 En el actual universo cristiano en Nuestramérica la llamada "teología de la prosperidad" (practicada en especial por varias iglesias evangélicas), no solo refuerza la ilusión-mentira de que Dios crea a los humanos, sino que también: a) asume acríticamente el capitalismo como entorno de vida "natural", b) inculca la idea de que cualquier mejoría o empeoramiento en el nivel de vida económico del creyente no se debe a la presencia o ausencia de ninguna política social gubernamental, sino exclusivamente a un favor directo de Dios hacia el creyente individual, y, c) que ese favor es conquistado a través de la constancia y cantidad del Diezmo que el creyente pague a su pastor-iglesia (por lo que el uno se revela como un negociante, y la otra como un verdadero negocio-empresa que puede ampliar sus ganancias obteniendo exenciones fiscales, comprando tierras y/u otras empresas y medios de comunicación, y poniendo representantes suyos en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial).

7 – La superación de la alienación cristiana del ser humano en relación a su especie supone y necesita la reconstitución de la vida comunitaria para que cada un@ reciba de la comunidad según sus legítimas necesidades (para desarrollarse según sus múltiples vocaciones y capacitaciones) en la medida en que contribuya a la formación del fondo comunitario con sus capacidades; todo eso, agregamos en óptica ecomunitarista, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad.

8 – Para Marx, ya en su juventud, con Feuerbach había concluido la crítica a la religión y se imponía el desvelamiento y la crítica de/a las alienaciones profanas que oprimen a los seres humanos en el capitalismo.

8.1 Así ya en el primero de los "Manuscritos económicos y filosóficos de 1844" (de París), Marx ataca como separaciones que deben ser superadas en vista de la plena realización de los individuos: a) la alienación en relación al producto del trabajo (porque el trabajador no recibe el fruto de su labor, sino que solo a través del salario podrá encontrarse en el mejor de los casos en la condición de comprador/consumidor en el mercado con parte de lo que ha producido; en el capitalismo el producto del trabajo del trabajador pertenece al capitalista); b) la alienación en relación al propio trabajo (porque no es el trabajador quien decide si trabaja, para poder sobrevivir con su familia, sino que depende de la buena voluntad del capitalista que se decida a contratarlo; de ahí el desempleo crónico reinante en el capitalismo, y la posible muerte por hambre del trabajador que no logra ser contratado); c) la alienación en relación a la actividad productiva (porque una vez contratado no es el trabajador quien decide sobre el qué y el cómo produce, sino que es el capitalista quien da órdenes, directamente o a través de un representante, sobre lo que el trabajador debe producir y cómo debe hacerlo); d) la alienación en relación a la Naturaleza (pues la misma ha sido privatizada como tierras, materias primas e insumos en manos del capitalista, de tal forma que aun en un caso extremo, si el trabajador hambriento quiere saciarse con alguna fruta silvestre crecida en algún campo, un cartel de "Propiedad privada" le advertirá que no puede saciar su hambre de esa forma so pena de ir a la cárcel); e) la alienación en relación a otro ser humano; del trabajador en relación al capitalista porque éste acapara y goza con lo que debiera satisfacer también las necesidades y vocaciones del trabajador (de ahí el enfrentamiento con el capitalista por, por ejemplo, el monto del salario, la duración de la jornada de trabajo, las condiciones laborales y los acosos laborales y sexuales); y también alienación del trabajador en relación a los otros trabajadores pues con ellos el trabajador compite por la posibilidad de acceder a un empleo y por permanecer en él (el desempleo siempre ronda como espada de Damocles sobre su cabeza, aún cuando lleve muchos años trabajando en una misma empresa, pues puede ser echado a cualquier momento y reemplazado por otro trabajador; o…por una máquina); nótese que, aunque la clase capitalista constituya alianzas para enfrentar las reivindicaciones de los trabajadores, también hay alienación del capitalista en relación al capitalista, materializada, por ejemplo, en la competencia para vencer/eliminar al competidor, y también por el acceso a las fuentes de financiación; por todo ello el capitalismo es el reino de la lucha de tod@s contra tod@s; y, f) alienación en relación hacía sí mismo; porque en sus privaciones e infelicidad el trabajador no se siente bien en su piel y no reconoce en su existencia aquello que querría ser (abundan, por ejemplo, los trabajadores no cualificados que sueñan hasta su muerte con la posibilidad de haber sido maestros, ingenieros o médicos); a su vez el capitalista, por su función de tal, se ve también limitado en el desarrollo de sus múltiples potencialidades y vocaciones humanas.

9 – Ahora bien, en lo que sigue habremos de preguntarnos someramente si la alienación religiosa criticada por Feuerbach y las alienaciones profanas criticadas por Marx tienen lugar (y hasta qué punto) o no, en la religiosidad y vida indígena en Abya Yala.

10 – En el capítulo XVII de "La esencia del cristianismo" Feuerbach estableció algunas diferencias importantes entre el cristianismo y las religiones paganas. Así, por ejemplo destacó a) que en el paganismo, a diferencia de lo que ocurre en el cristianismo (y Marx dirá, en el capitalismo), la relación con la comunidad es considerada fundamental para el ser humano. (Aristóteles, por ejemplo, juzgó que la amistad era indispensable a la felicidad humana, y concibió al individuo solo en relación al Estado del que hacía parte), y, b) que en el paganismo la naturaleza no es un objeto creado por un Dios (los griegos, por ejemplo, no reconocían un Dios creador del Universo, que consideraban eterno). Y Feuerbach agregó que los paganos, "no ocultándose de la naturaleza, limitaban su subjetividad por la contemplación del mundo"("La esencia del cristianismo", p. 186). Hay que recordar que tanto para los griegos como para los romanos el íntimo vínculo-relación con la Naturaleza era diariamente reforzado a través del culto a las muchas divinidades que según ellos la poblaban (desde Zeus o Júpiter, señor del cielo y los rayos, hasta Artemisa o Diana, diosa de la luna, de la vida salvaje y de la caza). En "La esencia de la religión" (p. 33) Feuerbach refiere que un inca le respondió a un misionero dominico: "Tú rezas a un dios que murió en la cruz; en cambio yo rezo al sol, que no muere nunca".

11 – Por nuestra parte destacamos en primer lugar que por lo menos algunas religiones indígenas de Abya Yala reconocen la existencia de un Dios (o más de uno) creador de la Naturaleza, por lo que podemos sostener q ue los humanos de esos pueblos alienan en esa figura divina la gran capacidad creadora propiamente humana (ya que el homo faber se destaca del resto de los animales por la cantidad y calidad de sus creaciones que transforman el mundo, o sea la Naturaleza que lo cerca, y su propia naturaleza).

12 – Al mismo tiempo, en esas religiones, la Naturaleza es Pachamama, o sea, la Madre Tierra. Eso quiere decir que no es un objeto, sino un ser familiar entrañable, nada menos que una/la Madre de los humanos. Por eso, a diferencia de lo que ocurre en el cristianismo, el indígena nunca considerará a la Naturaleza como una posesión suya (idea que viene desde el Génesis bíblico), sino que, por el contrario, se considerará como inmerso y parte de ella, a la que debe amor, respeto y gratitud. (Por eso el indígena explicará al árbol por qué necesita derribarlo, y le pedirá perdón, y el mapuche pide permiso a la tierra para instalar en un lugar su casa). Es tal el vínculo umbilical de los mapuches con el resto de la Naturaleza que no construyen templos, sino que celebran sus ceremonias religiosas en espacios naturales, como un bosque o una playa. No hay pues en los pueblos de Abya Yala alienación en relación a la Naturaleza.

13– En tercer lugar, el indígena (al revés del cristiano descrito por Feuerbach y del individuo atomizado del capitalismo sacado a la luz por Marx) nunca está alienado de su comunidad. Al contrario, cree que solo en ella (por ejemplo en el ayllu aymara) puede vivir/realizarse como ser humano. Por eso toda la vida, económica, política, cultural, y religiosa se expresa a través de actividades comunitarias. Por ejemplo en lo económico esa expresión se da en espacios-actividades-distribución directamente comunitarias, o en trabajos con ayuda recíproca (desde la siembra y cosecha, hasta la construcción de las casas, etc.).

14– Pero el ayllu no es solo comunidad humana; es también relación con la comunidad de los antepasados, con entidades benéficas o maléficas y con la Naturaleza circundante que a veces también contiene ancestros, como una montaña que se supone que en su tiempo se movió, amó y copuló; Feuerbach refiere que los patagónicos consideraban a las estrellas como ancestrales, y que un pueblo nativo del Orinoco, al referirse al sol, la luna y las estrellas, decía: "esos de ahí arriba son hombres como nosotros" ("La esencia de la religión", p. 53).

15– Y aquí tenemos otra expresión de alienación, pues esas entidades benéficas o maléficas (en la religión mapuche los espíritus benéficos masculinos o femeninos, y los malignos, que habitan bajo tierra), son proyecciones de cualidades humanas (como de la solidaridad que mueve al ser humano a dar ayuda a quien la necesita, o, por el contrario, de la animadversión/odio capaz de provocar heridas/enfermedades), sin que los indígenas en cuestión se den cuenta de que son tales proyecciones.

16– También podemos preguntarnos si en esas religiones no hay alienación del individuo en relación a sí mismo, pues en el estrecho nexo individual-grupal que en ellas se observa, quizá la propia noción del individuo (y su libertad) no ha sido formada, en el sentido occidental moderno. Por eso quizá en esas culturas se precie tanto la conservación de lo pasado-presente y sea tan resistida la innovación; una expresión de ello es el gran peso que allí tiene la voz y autoridad de los ancianos, a la vez que se da/espera de l@s jóvenes una postura pasiva-obediente. En óptica ecomunitarista consideramos que debe ser promovido tanto el aprendizaje de lo mucho que los ancianos tienen para dar, como el papel innovador de l@s jóvenes, para bien de la mejoría de la calidad de vida de la comunidad y del desarrollo universal de cada individuo. Y al mismo tiempo defendemos la tesis de que no por ser nuevo lo nuevo es necesariamente mejor que lo viejo, sino que la comunidad habrá de deliberar en cada caso y con visión ecomunitarista sobre lo que cabe mantener o cambiar en función de una mejor aproximación al Ecomunitarismo.

17– Desde el punto de vista ecomunitarista proponemos también a la vez: a) la reivindicación de la vida comunitaria tan rica de/en los pueblos indígenas de Abya Yala, para en ella hacer posible la plena realización de cada persona en su individualidad diversa (a la luz de las dos primeras normas fundamentales de la Ética), y, b) el amor y respeto por y hacia la Pachamama, ejemplar en los pueblos de Abya Yala y que desde el Ecomunitarismo postulamos a partir de la aplicación de la tercera norma de la Ética que nos exige preservar y regenerar la salud de la Naturaleza humana y no humana. Todo ello para hacer realidad el principio fundamental del Ecomunitarismo que reza "De cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad".

18– Y al mismo tiempo proponemos un diálogo intercultural de mutuo aprendizaje en el que se aborden con las comunidades indígenas de Abya Yala por igual, la alienación religiosa cristiana y las alienaciones profanas capitalistas (y las tragedias humanas que las mismas causaron y causan en el universo cristiano y en la destrucción practicada por el mismo en las culturas indígenas) y las alienaciones imperantes en las religiones indígenas (que hemos presentado en lo que antecedió). En ese diálogo también habrá de abordarse la alienación en relación a la mitad de la especie humana (las mujeres) que supone el machismo, bimilenario en la cultura cristiana y también existente en por lo menos algunas de las culturas indígenas de Abya Yala; y también habrá de discutirse la relación entre los mayores y l@s jóvenes (problematizando tanto la exigencia de subordinación acrítica de l@s jóvenes a los mayores, como la falta de respeto y de aprendizaje de l@s jóvenes para con y en relación a los mayores, que hace que la comunidad desperdicie la gran experiencia y sabiduría vital de los ancianos).

19- Por último recordamos telegráficamente en lo que sigue las diversas dimensiones interconectadas que componen el Ecomunitarismo, orden comunitario-ambiental poscapitalista basado en la aplicación cotidiana de las tres normas fundamentales de la Ética, en el que se superan las alienaciones profanas del capitalismo y se supera toda alienación religiosa (y no solo la del cristianismo). Tal orden nunca será plenamente realizable, pero constituye una indispensable estrella guía para que la acción cotidiana no vague en círculos o sin rumbo.

a) Una economía ecológica y sin patrones que funciona alimentada por energías limpias y renovables y aplica cotidianamente las 5 R (Reflexionar sobre qué planeta queremos legar a nuestros descendientes, Rechazar el consumismo y asumir voluntariamente la frugalidad ecológica, y Reducir, Reutilizar y Reciclar los insumos y residuos) para, en el marco de una conducta de frugalidad ecológica libremente asumida, aplicar el principio "de cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad"; así se prescinde del dinero (porque los productos ya no son mercancías, sino solo valores de uso), y, por consiguiente, del salario (porque cada persona recibe lo acorde a sus necesidades de forma directa, sin mediación dineraria), y la jornada productiva de cada persona (que rotará en las funciones según sus vocaciones y capacitación) se reduce al menor tiempo posible (para que cada un@ dedique el resto de cada jornada a desarrollarse como individuo universal según sus vocaciones, por ejemplo en las artes, y al simple ocio que permite gozar de la vida, desde que no viole las tres normas éticas básicas), pues entre los seres humanos aptos no hay desempleados ya que y porque la tarea se reparte entre tod@s; consideramos que en esa economía las unidades productivas comunitarias indígenas (respetuosas de la Madre Tierra) y las cooperativas, cuando son verdaderas, son un complemento necesario a la propiedad estatal-pública de las empresas estratégicas controladas por l@s trabajadoras-es y la ciudadanía en general (incluyendo a las comunidades indígenas); b) una política de tod@s apoyada lo más posible en la democracia directa (en especial mediante asambleas, plebiscitos y referendos, hoy muy facilitados por medio de la internet; las comunidades indígenas tienen una milenaria experiencia en materia de algunos de esos espacios de democracia directa, como lo son los asamblearios, donde, por ejemplo, en la tradición aymara, se busca la decisión unánime discutiendo todo el tiempo que sea necesario, para que el grupo no se divida mediante el voto en mayoría y minoría); esa política incluye el mutuo aprendizaje y la cooperación mutuamente solidaria entre los pueblos y culturas de Abya Yala y del mundo, creando la Organización de los Pueblos Unidos para la práctica permanente y a escala planetaria de la entreayuda solidaria de los pueblos, eliminando el dominio o primacía de cualquier pueblo sobre otro; en el plano militar y mientras sean necesarias las estructuras armadas, se formarán Milicias Populares de integración rotativa, para sustituir a los actuales cuerpos militares y policiales estatales y privados; c) una educación ambiental ecomunitarista socialmente generalizada (tanto en la educación formal como en la no formal, donde mucho hay que aprender de los pueblos de Abya Yala, por ejemplo, en su amor-respeto cotidiano hacia la Pachamama y los ancianos, y en su manejo de las hierbas medicinales), para, entre otras cosas, hacer realidad la economía y la política antes citadas; de esa educación hacen parte una educación sexual libertaria (que promueve el libre placer compartido de manera consensual, y combate el machismo y la homofobia, y también incluye la renuncia voluntaria a la sexualidad, como la practicó Gandhi), y una educación física formativa y cooperativa (que deja atrás al deporte competitivo y crematístico, predominante en el capitalismo); d) una comunicación simétrica que pone en manos de las comunidades (también de las indígenas) los actuales monopolios u oligopolios mediáticos (de prensa escrita, radios, TVs, y/o en redes vía internet); y, e) una estética de la liberación que a tod@s proporciona los medios para crear arte y a tod@s educa para disfrutar de la vida, de la Naturaleza (humana y no humana, cuya salud debe ser preservada-regenerada como lo exige la tercera norma básica de la Ética) y de las artes; en esa práctica y educación estéticas no puede faltar en la perspectiva intercultural ecomunitarista en Abya Yala la estética de los pueblos indígenas.

Como se notará, en las características del Ecomunitarismo aquí reseñadas han quedado superadas las dimensiones profanas de la alienación denunciadas por Marx en los "Manuscritos económicos y filosóficos de 1844". Porque: 1) no hay más alienación entre los productores libres libremente asociados en relación al producto de su labor, en la medida en la que todo el mismo vuelve a los productores, directamente en lo que cada uno según sus necesidades recibe del fondo comunitario como retribución a su esfuerzo dedicado a la producción de éste, o indirectamente a través de estructuras e instituciones de uso colectivo que lo benefician (escuelas, hospitales, carreteras, instalaciones de luz y agua potable, etc.); 2) no hay alienación en relación al trabajo pues cada persona participa en la elaboración del plan comunitario de producción-distribución-consumo que aprovecha las capacidades de cada una, eliminando el desempleo; 3) no hay alienación entre el productor y la naturaleza no humana porque en aplicación de la tercera norma fundamental de la Ética la producción se realiza mediante una administración comunitaria de la naturaleza no humana que ve su salud permanentemente preservada y/o regenerada; 4) no hay alienación entre los seres humanos pues la división de clases ha sido superada y todos los seres humanos cooperan entre sí solidariamente (desde el nivel local hasta el nivel planetario), sobre la base de una educación ambiental ecomunitarista que promueve el amor fraterno, que incluye un gozo solidario del fondo comunitario planetario construido con la participación de tod@s; y, 5) no hay alienación del ser humano en relación a sí mismo pues cada individuo recibe de la comunidad todo lo que necesita para desarrollarse como individuo universal (o sea según todas sus vocaciones y capacitaciones) y cósmico, y se ve realizado como persona (aunque siempre se perciba como imperfecto y en proceso de perfeccionamiento, pues no deja de ser un ser humano).

Y al mismo tiempo ha sido superada la alienación religiosa denunciada por Feuerbach pues el ser humano es en el Ecomunitarismo el ser supremo para cada ser humano, en la medida en el que se ha producido la síntesis consciente y voluntaria que supera la contradicción entre individuo y colectividad (así realiza el ser humano su ser genérico, pues la solidaridad comunitaria abarca a la Humanidad entera y el género humano deviene una entidad real), y el ser humano no se autoengaña más proyectando ilusoriamente las cualidades humanas magnificadas en un supuesto ser extrahumano perfecto-superior, o proyectando las cualidades y defectos humanos en supuestos seres extrahumanos.

Bibliografía mínima

Ludwig Feuerbach, La esencia del cristianismo (1841), Ed. Omegalfa, España, 2028; disponible gratuitamente en internet.

Ludwig Feuerbach, La esencia de la religión (1845), Ed. Páginas de Espuma, Madrid, 2005, disponible gratuitamente en internet.

Karl Marx, Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, Ed. Biblioteca Virtual "Espartaco", España, 2001, disponible gratuitamente en internet.

Sirio López Velasco, Ética ecomunitarista (2009), Ed. UASLP, disponible gratuitamente en https://rebelion.org/download/etica-ecomunitarista-etica-para-el-socialismo-del-siglo-xxisirio-lopez-velasco/?wpdmdl=654430&refresh=5ffa00fe3411b1610219774

y en https://www.scribd.com/document/557262193/Etica-ecomunitarista

José A. de la Fuente y Ricardo Salas (Orgs., 2021), Introducción al Ecomunitarismo y a la Educación Ambiental - Una lectura chilena de la obra de Sirio López Velasco, Ed. Ariadna, disponible gratuitamente en http://ariadnaediciones.cl/ https://doi.org/10.26448/ae9789566095330.16

y en https://zenodo.org/record/5745105#.YaZXEdDMI2w

y en https://dlc.dlib.indiana.edu/dlc/handle/10535/10827

en https://library.oapen.org/handle/20.500.12657/51640

y en https://es.scribd.com/document/561776175/Introduccion-Al-Ecomunitarismo-y-Educacion-Ambiental

Sirio López Velasco (2023, Org. Claudinei A. de Freitas da Silva), Filosofía ecomunitarista aplicada, Ed. Fi, disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/ebook/a042-filosofia-ecomunitarista-aplicada

y en https://rebelion.org/download/filosofia-ecomunitarista-aplicadasirio-lopez-velasco/?wpdmdl=774425&refresh=650ca5e69e7f31695327718

Sirio López Velasco, "Ecomunitarismo y Pachamama" (2023), en https://www.aporrea.org/actualidad/a325595.html

Sirio López Velasco, "Cristianocentrismo y autonegación Xavante: una crítica desde el Ecomunitarismo" (2024), en https://www.aporrea.org/internacionales/a327833.html

Sirio López Velasco, artículo "Sobre la religión: un error lógico básico de Hinkelammert" (2024), 5 pp., aun inédito.



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Sirio López Velasco

Uruguayo-brasileño-español. Filosofo y Lingüista, profesor universitario jubilado

 lopesirio@hotmail.com

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