• El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio por la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad. Juan Pablo II

• De hecho es utilizado políticamente para amedrentar que consideran enemigo político y hay países que los financian, como lo hemos visto documentado y luego de criar esos cuervos, los cuervos se le enfrentan y los desafían como fue el caso de Al Qaeda, con los Estados Unidos

La violencia extrema, que hoy retrata al terrorismo es una práctica que niega la condición humana. El que lo ejecuta, se ha transformado de manera tal, que llega un momento emocional y psicológico carente de todo sentimiento. El terrorista desprecia al ser humano como tal y no se ata a ningún sentimiento humano, al cual un ser humano puede tener con relación a su país, su familia, sus amigos a todo el entorno que lo rodea.

El terrorista, que si planifica sus actos, no son al azar, no tiene ningún sentimiento de culpa por los daños que produce y por las víctimas que deja a su paso. Tiene un claro propósito, infundir de temor a su adversario. Por medio del terror controlar gobiernos, paralizar la sociedad, mantener en zozobra al individuo y para ello se vale de cualquier medio. Cualquier medio, justifica su violencia extrema. Cualquier medio, lo justifica y de allí su deshumanización.

El terrorista, se deshumaniza, porque progresivamente se va alejando de cualquier valor que la sociedad con el transcurrir del tiempo ha venido fortaleciendo e internalizando a los ciudadanos como: el amor por los demás, EL RESPETO POR EL DERECHO A LA VIDA, la solidaridad, la honestidad, el sufrimiento por el dolor ajeno, la compasión. Toda esa trama de principios por así llamarlos que privan en la sociedad, al terrorista no le dicen nada, es totalmente, amoral.

Pero frente al terrorismo podemos observar, posiciones ambiguas. Hay personas que se confunden frente a ellos, e incluso, inconscientemente sienten simpatía por ellos y llegan hasta apoyarlos. Y esto sucede, por que en muchas oportunidades el terrorismo es utilizado bajo el pretexto de causas que a los ojos de la ciudadanía son nobles. Pueden escudarse bajo las banderas de la libertad, de la lucha contra la represión, de objetivos religiosos, en la búsqueda de nuevas formas de gobierno y muchas otras que han sido causas legítimas y que ha impulsado a los hombres en la historia de la Humanidad.

Pero las consecuencias desbastadoras de la acción terrorista, que asesina a mansalva, destruye los iconos culturales de los pueblos, disuelve los lazos familiares, utiliza imberbes para sus prácticas, utilizan delincuentes comunes, recurren a las drogas, CONVIERTEN EN PIRAS HUMANOS A MUCHOS CIUDADANOS, para intentar lograr sus fines. No hay pretexto posible, no hay justificación posible para los actos terroristas y la aparente neutralidad frente a esos hechos es precisamente lo que incentiva su conducta y los estimula para continuar su escalada de violencia extrema.

Todo acto terrorista debe ser rechazado, ninguna causa puede ser utilizada como excusa para no actuar y condenar el terrorismo y en eso deberían coincidir todas las fuerzas políticas, porque al fin de cuenta su acción disolvente no resulta beneficiosa para ningún estrato social ni fuerza política. ¿Qué tipo de sociedad puede construir un terrorista?

La actividad terrorista niega la humanidad, de eso no cabe dudas y niega también a sus víctimas por las cuales no siente el menor aprecio, para ello, son seres inhumanos, los cuales hay que desechar como un despojo. El menosprecio por la vida, derecho humano fundamental, sobre el cual se asientan otros derechos igualmente invaluables para el ser humano, a ellos, le importa un pito.

Esa conducta, explica, por ejemplo, como un individuo o un grupo enardecido, algunas veces también siendo utilizado políticamente, aliñado también por las drogas que les distribuyen, puede convertir en pira humana a un ciudadano, arremeter contra centros escolares donde hay niños inocentes de toda marabunta política, atentar contra centros hospitalarios donde hay pacientes incluso en estado de gravedad, Conciertos Multitudinarios, llamar al odio contra familias, contra hijos y nietos de personas involucradas en la acción política. He llegado a observar por ejemplo, matronas, que con un rosario en la mano, van a la Iglesia a desearle la muerte a sus semejantes y que luego en casa ponen a sus hijos en las ventanas, mientras ellas ven televisión, para llamen a matar a otros niños o a personas que los adultos consideran enemigos políticos.

Por ello, es que debemos, sin ambages, rechazar la práctica terrorista, ninguna organización puede pensar que medrando frente al terrorismo, van a cosechar frutos que le favorezcan su accionar político. Por el contrario, a la larga, también serán afectados, porque esos grupos fuera de todo control atentan luego, hasta contra los que los financian y apoyan. Eso estamos cansados de observarlo en diferentes panoramas políticos mundiales.

El mortal atentado terrorista de este viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, cuyas motivaciones políticas están por esclarecerse, revelan en forma diáfana, lo que afirmo anteriormente, al terrorista le importa un bledo los patrones éticos y morales de cualquier sociedad, o los que se han universalizado gracias a los procesos de socialización, su propósito es producir daños, la vida para ellos, no tiene ningún valor y por eso la menosprecian. No importa que en el sitio previamente escogido para esas actividades terroríficas haya niños, ancianos, mujeres embarazadas. Es la muerte por la muerte para generar terror y dejar su huella sangrienta como firma.

Habría que revisar nuevamente los tratados internacionales para ver si en ellos, además de la condena teórica, tienen los mecanismos suficientemente eficaces para enfrentar a esta tendencia que se extiende en todo el mundo y que lleguen las penalidades y sanciones a la fuente, es decir a quienes los promueven y los usan con fines políticos. Si no hay un frente universal contra esta práctica, entonces, a futuro, a corto y mediano plazo veremos más acciones escalofriantes y deleznables, como la que se está viviendo actualmente en Rusia.

" El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad"

Juan Pablo II