Mentiras versus verdades

En algunos de mis artículos y en el libro "Antología de la estupidez" he reiterado que el mundo lo construyeron los malos, porque estos saben hacer bien el mal. Contrariamente, los buenos no saben hacer el bien, o podría ser, que el bien lo hacen mal. En tal situación los malos deben recurrir a las mentiras para conquistar el poder o mantenerse en el mando. De acuerdo con lo anterior, los poderosos (los malos) inventaron todas las formas de gobierno que se conocen en el ámbito occidental, es decir, la monarquía, el imperio, la dictadura y la democracia. Estas formas de gobierno no las crearon los obreros, tampoco los campesinos, los trabajadores, entre los que conforman la sociedad activa de una nación. No solo crearon las diferentes formas de gobierno, también fueron los artífices de todos los estamentos en la cual se desempeñan los humanos dentro de la sociedad, hasta la misma sociedad fue un invento de los malos. Entre las esferas donde se desenvuelven los niños, adultos y ancianos están la familia, la religión, la educación, el trabajo y la política, que sin duda alguna trataré de desvelar alguna de las mentiras que sostiene este armatoste llamada sociedad occidental.

Tal como afirman algunos la familia se define como grupo de personas, vinculadas generalmente por lazos de consanguinidad, afinidad, adopción o políticos u otra razón, e independientemente de su grado, que hace vida en común, ocupando normalmente la totalidad de una vivienda. Algunos consideran que la familia es la célula básica de la sociedad y por supuesto, la institución básica de la misma, la cual constituye además la unidad de reproducción y mantenimiento de la especie humana y en ese sentido, es el elemento que sintetiza la producción de la salud a escala microsocial. Aquí comienzan las mentiras.

La historia nos enseña que la familia, en las épocas de la monarquía y de los imperios fue cuando se cometieron los peores crímenes dentro de las nobles estirpes. Lujosos catillos donde las muertes naturales eran desconocidas, estas se producían bien por envenenamiento o por otra vía. Era la manera de asegurar la sucesión a la corona o al trono. Actualmente el verdadero sentido de la familia se visualiza cuando se producen las discusiones entre los herederos por el legado o por el reparto de la sucesión. Las familias modernas, en la clase media, están desperdigadas dado que la situación económica obliga a que, tanto el padre como la madre, deben abandonar el hogar para salir a trabajar y no hay posibilidad de que uno de los cónyuges se encargue de la crianza de los hijos. Esto redundará en la disminución de la especie humana, tal como está sucediendo en Europa donde el índice de natalidad está reduciendo notablemente. El mundo está sufriendo la descomposición familiar, la disminución de la población y por lo tanto, se comprimirá la mano de obra para realizar los trabajos que impedirá que los grandes consorcios sigan ganando dinero. Su única preocupación. Habrá que modernizar el concepto de familia.

Todo lo que rodea a la religión es una vil mentira que comienza con las lecturas sagradas que no son más que la recopilación de textos con una data de más de cinco mil años anteriores, textos que fueron inventados por unos falsos iluminados(as) para tener dominada una población. Las religiones están sustentadas por una serie de conceptos abstractos como dios, alma, espíritu, pecado, cielo, infierno, paraíso, vírgenes, ángeles, apóstoles, resucitados, mártires, santos(as), profetas, entre tantos términos sin ningún sustento, tanto histórico como científico, son parte de una teología basada en una retórica sin sentido lógico. La única verdad es que ninguna religión está fundamentada en el amor, ni tampoco para preservar los valores familiares, estas se impusieron en diversas partes del mundo sobre la base de sanguinarias guerras entre los pueblos. De esto no se escapó ni la religión católica, ni la protestante, tampoco el islam, el budismo, así mismo ocurrió en la cultura inca, la maya y la azteca. Todas se imponían sobre la base de la única fe o el único dios. Cuando en realidad detrás de toda fe lo que estaba escondido era el poder y el dinero. Actualmente las religiones son verdaderas corporaciones financieras con activos colocados en diversos bancos regados en el planeta, propietarias de bienes muebles e inmuebles, lavadoras de dinero, dueñas de acciones en diversas corporaciones industriales. Nada diferente a las antiguas órdenes religiosas que fueron omnipotentes latifundistas y dueños de miles de siervos y esclavos. Todo lo que rodea a las religiones son burdas mentiras.

Los malos construyeron al mundo sobre la base de mentiras y hoy el orbe sufre tales consecuencias. La independencia de América se cocinó entre los grupos de criollos que querían ocupar los puestos de los nobles peninsulares a los que no tenían acceso. En el caso de Venezuela, fueron los criollos, los dueños de las plantaciones cercanas a Caracas, quienes ocupaban puestos en el Cabildo. Fueron ellos quienes declararon la independencia para expulsar del país a los peninsulares para ocupar sus cargos, sobre todo los vinculados con la recaudación de dinero. Se redactaron varias constituciones que tenían siempre algo en común: no se les daba libertad a los esclavos, puesto que estos estaban al servicio de los criollos, además, no podían elegir ni ser elegidos a cargos de presidentes y congregantes quienes no tuvieran buenos ingresos y propiedades. Y como la religión no podía quedarse atrás, se impuso la religión católica como única fe y se prohibía el ejercicio de otro culto. A estos criollos, en la posteridad, fue a los que los libros de historia llaman libertadores. Algo que fue notorio, nuestros indios y los negros, evidentemente analfabetos nunca tuvieron representación en estos congresos. Esa libertad que se pregonaba no fueron más que mentiras.

Una vez que muere Simón Bolívar, los logros alcanzados por los pueblos originarios, estos les fueron arrebatados por los criollos, hoy convertidos en generales o héroes de la independencia. No solo le confiscaron las tierras a los aborígenes, también incautaron terrenos que el Libertador les entregó a los soldados como compensación por su participación en la lucha. Con el fallecimiento del Libertador y el fin de Colombia surgen los traidores como Páez, Mariño, Soublette, los Monagas y otros más quienes combatieron por la independencia y luego se convirtieron en terratenientes y dictadores.

La historia está redactada sobre mentiras para fabricar héroes y desprestigiar a los verdaderos luchadores como el caso de Ezequiel Zamora. Un valiente que quiso retomar las bandera de Simón bajo el grito "tierra y hombres libres" para entregarle las tierra a quienes la trabajaban y darle la libertad a los esclavos. A este proyecto se le opusieron los mismos que lucharon al lado del Libertador y en esa oportunidad, dueños de grandes extensiones de tierras baldías. La realidad es que la historia, sobre todo la del mercenario de pluma Juan Vicente Gonzáles, al servicio de la oligarquía, lo trató de bandolero y asaltante de camino. El triste final fue como el de siempre, la traición, el asesinato de Zamora, continuó la esclavitud, los campesinos no recuperaron sus tierras y los godos extendieron sus haciendas. Estas son las mentiras que no cuentan los libros de historia.

Las mentiras se acumulan y las verdades no aparecen, son una utopía que nadie conoce. La humanidad está viviendo momentos críticos y se está jugando la existencia del planeta. Hay una lucha entre buenos y malos, pero parece difícil diferenciar el bueno del malo. Todo tiene una razón, los medios de comunicación hacen lo posible para que los usuarios se confundan. Sin embargo, esto nos obliga a reflexionar y hacernos preguntas para aclarar nuestras propias dudas. EEUU y la UE tildan de terroristas a los palestinos y también, a las personas que denuncian el genocidio en la franja de Gaza y en el campo de refugiados Rafah. Es significativo aclarar que fue la ONU, la organización internacional la que le robó las tierras a Palestina para entregársela a los judíos sionistas askenazis provenientes de Europa oriental, gracias a las facilidades del UK que les permitió la entrada ilegal a esos terrenos. Casi 80 años tienen los palestino reclamando sus tierras y la respuesta de Israel ha sido siempre la misma, violencia y muerte contra los antiguos dueños de esos territorios desde hace miles de años. Ya basta de mentiras.

Hoy EEUU y la UE tilda de terroristas a los que denuncian el genocidio contra el pueblo palestino. La primera, una nación que lanzó dos bombas atómicas sobre las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki, que invadió a Panamá, Afganistán, Libia, Siria, que financió grupos terroristas para invadir a Venezuela, que aplica sanciones a países como Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros más, causando desgracias y muertes a sus pobladores, que le envía armas a Israel para que cometa el genocidio. Y qué decir de UE cuyos miembros fueron colonizadores de África sometiendo a esos pueblos a exfoliación de sus riquezas, a la ignominiosa esclavitud y todavía hoy se niegan abandonar ciertos países africanos donde sus empresas explotan las tesoros del pueblo. Basta de mentiras.

Los gobernantes de Israel basan sus reclamos en el derecho divino que tienen sobre las tierras palestinas porque ser ellos el pueblo elegido por Dios y esas tierras les pertenecen por mandato de Yahveh. Esas mentiras son difíciles de mantener en el siglo XXI cuando la duda de la existencia de dios ya es notoria y La Biblia no soportaría un estudio serio sobre lo relatado en sus páginas. Si los sionistas miente en la actualidad, reflexiono que tal vez los sionistas han mentido siempre, por lo que hoy pongo en duda la muerte de 6 millones de judíos en el mal llamado holocausto. Por más que saco cuenta encuentro que no es fácil acabar con esa población en menos de 5 años, sin una tecnología adecuada, en un período de escasez de combustible, cuando nadie llevaba estadística sobre los judíos fallecidos y muchos documentos se quemaron o se perdieron. Antes no dudaba, creía que todo era verdad, pero las mentiras actuales me sembraron la incertidumbre y saqué mis propias cuentas. Debo dejar claro que no soy antisemita ni mucho menos antijudío, solo que no creo en las mentiras de los malos.

Sobre lo que sucede la guerra entre Ucrania, EEUU, la UE y la OTAN contra la Federación Rusa hay muchas mentiras por parte de los cuatro primeros y es por una razón, estos toda la vida han estado al lado de los malos o mejor dicho son los malos: invasiones, colonias, esclavitud, nazismo, fascismos y hoy por hoy no creo que han cambiado, siguen siendo los malos que van con la mentira por delante. La única verdad de esta guerra es la ganancia que están logrando los fabricantes de armas y las corporaciones energéticas de EEUU. Bien lo expresó el político alemán Otto von Bismarck: "Nunca se miente más que después de una cacería, durante una guerra y antes de las elecciones". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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