"Cuanto más te disfraces, más te parecerás a ti mismo"
(José Saramago).
Hay quienes afirman, con mucha vehemencia, del inminente colapso del imperio estadounidense.
Ante eso, sostenemos la tesis de que el absolutismo no es una buena herramienta para hacer predicciones.
En todo caso y observando la realidad, se podría afirmar que, ciertamente, están ocurriendo hechos, en el escenario internacional, que llaman poderosamente la atención, y todos vinculados con Estadas Unidos, que está recibiendo bofetadas por doquier.
En ese contexto, este articulo forma parte de una serie que tratan sobre el mismo tema, publicados por este portal. El primero, titulado "Bofetadas para EEUU" (21/04/2023) y el segundo, "Siguen las bofetadas contra EEUU" (07/06/2023).
Pero, resulta que las bofetadas, contra EEUU, continúan, pican y se extienden, según informaciones que circulan por los medios de comunicación del mundo.
Crece la solidaridad con el pueblo Palestino
Unos 500 estudiantes propalestinos de la Universidad de Stanford abandonaron la ceremonia de graduación en rechazo al genocidio que lleva a cabo Israel en Gaza.
Los estudiantes, muchos de los cuales llevaban el pañuelo palestino kufiya y ondeaban banderas palestinas, salieron de sala mientras el director de la Universidad Stanford (California, EE.UU.), Richard Saller, pronunciaba el discurso de apertura de la ceremonia oficial de graduación el domingo.
La medida fue planeada para un grupo de estudiantes y graduados propalestinos de Stanford, que alentó a los estudiantes a abandonar la ceremonia formal y en su lugar asistir a otra denominada "Inicio del Pueblo" en otro sitio.
"Invitamos a los graduados, amigos y familiares a salir de la ceremonia de graduación hacia nuestra ceremonia alternativa junto al estadio, para mostrar apoyo a la desinversión y honrar a Palestina este fin de semana de graduación", escribió en Instagram el grupo denominado Stanford Contra el apartheid en Palestina.
Los estudiantes realizaron este acto de protesta ante la negativa de las autoridades de la universidad a sus demandas de cortar los nexos con empresas que proporcionan fondos a Israel para la guerra genocida en Gaza.
Mientras tanto, los hutíes yemeníes, que sí practican la solidaridad, siguen atacando barcos en el mar Rojo y el mar Arábigo, en solidaridad con el pueblo palestino.
Las fuerzas hutíes llevan meses atacando embarcaciones en la zona del mar Rojo, incluyendo naves de EE.UU., Reino Unido e Israel, como protesta contra las acciones israelíes en la Franja de Gaza y sostienen, incluso a costa de su tranquilidad interna, que mantendrán esas operaciones militares hasta que "cese la agresión y el asedio al pueblo palestino en Gaza".
Los aliados incondicionales también se revelan
Resulta que Riad, recientemente, dejó que expirara el acuerdo de petrodólares entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que existía desde 1974, poco después que Estados Unidos abandonara el patrón oro.
En la historia de las finanzas globales, pocos acuerdos han aportado tantos beneficios como ese pacto para la economía estadounidense, en el cual se estipulaba que Arabia Saudita fijaría el precio de sus exportaciones de petróleo exclusivamente en dólares estadounidenses e invertiría sus excedentes de ingresos petroleros en bonos del Tesoro estadounidense y, a cambio, Estados Unidos proporcionaría apoyo y protección militar al reino.
Ese acuerdo, llamado de ganar-ganar, permitió que Estados Unidos obtuviera una fuente estable de petróleo y un mercado cautivo para su deuda, mientras que Arabia Saudita garantizaba su seguridad. A su vez, la denominación del petróleo en dólares elevó el estatus del dólar como "moneda de reserva" mundial.
También, ese acuerdo permitía que la demanda mundial de dólares, para comprar petróleo, ayudaba a mantener fuerte esta moneda. No sólo generaba unas importaciones relativamente baratas para los consumidores estadounidenses, sino que, en términos sistémicos, la afluencia de capital extranjero a los bonos del Tesoro estadounidense generaba el respaldo para bajas tasas de interés y un mercado de bonos sólido.
Ahora bien, la expiración de este acuerdo puede tener implicaciones de largo alcance. Por ejemplo, podría debilitar al dólar estadounidense y, por extensión, a los mercados financieros de ese país. Si el precio del petróleo se fijara en una moneda distinta al dólar, podría provocar una disminución de la demanda mundial de esa moneda, lo que, a su vez, podría dar lugar a una mayor inflación, mayores tipos de interés y un mercado de bonos estadounidenses más débil.
Pero, no solamente Riad ha hecho eso, sino que también se ha sumado a una prueba transfronteriza de moneda digital del banco central de China, "en lo que podría ser otro paso hacia una reducción del comercio mundial de petróleo en dólares estadounidenses".
El banco central saudí se ha convertido en un "participante de pleno derecho" del Proyecto mBridge, una iniciativa lanzada en 2021 por los bancos centrales de China, Hong Kong, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos.
La entrada en este mecanismo financiero de Arabia Saudita, una importante economía del G20 y el mayor exportador de petróleo del mundo, plantearía un escenario que anuncia la ampliación del comercio internacional de materias primas en una plataforma fuera del dólar, con una nueva tecnología detrás. Curiosamente, las transacciones mBridge pueden utilizar el código en el que se basa el e-yuan de China. La intención es modernizar los pagos con nuevas funcionalidades y proporcionar una alternativa al dinero físico, que parece estar en declive terminal.
Por lo tanto, la expiración del acuerdo entre Estados Unidos y Arabia Saudita, es el comienzo de un desafío en cascada a la preeminencia del dólar como "moneda de reserva mundial". En la práctica, se acerca el fin de la libertad ilimitada que disfrutaba Estados Unidos para imprimir dólares a voluntad y vivir mucho más allá de sus posibilidades e imponer su hegemonía global.
Por supuesto y siendo realista, todavía no hay alternativas claras al dólar estadounidense como principal moneda de reserva del mundo, pero lo que es cierto es que las tensiones comerciales globales y el uso de aranceles o sanciones podrían socavar su papel más temprano que tarde. De hecho, las preocupaciones de los inversores extranjeros están aumentando las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública de Estados Unidos.
Por ejemplo, la agencia internacional de calificación crediticia, Fitch Ratings, ha señalado que "los grandes déficits primarios y los mayores costos de los servicios de intereses aumentarán la carga de la deuda soberana de Estados Unidos después de las elecciones de noviembre, independientemente de quién gane".
Esta puede ser una bofetada muy fuerte porque está adquiriendo una dimensión existencial para Washington, mientras el futuro del dólar está en juego. Hay suficientes indicios que atestiguan las medidas coordinadas de Moscú y Beijing para acelerar el proceso de "desdolarización".
En la próxima cumbre de los BRICS, que se celebrará, en octubre del 2024, en la ciudad rusa de Kazán, estará en la agenda la propuesta de implementar un sistema de pago distinto del dólar para el comercio internacional.
En ese contexto, Rusia tiene el plan maestro para crear un nuevo sistema de pagos BRICS que evite por completo el dólar.
Al mismo tiempo, China se está deshaciendo sistemáticamente de sus tenencias de bonos del Tesoro estadounidense que le dará más libertad cuando llegue el momento decisivo.
La procesión va por dentro
Distintas fuentes internas de EEUU hablan de que la buena vida esté llegando a su fin como consecuencia de la aplastante carga de la deuda que puede hundir su economía.
La misma secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido que las altas tasas de interés también están aumentando la carga, mientras Estados Unidos trata de gestionar su enorme carga de deuda de 34,7 billones de dólares.
El reconocido economista estadounidense Jeffrey Sachs, ha dicho que el conflicto de Ucrania fue claramente "provocado" por Occidente y su continuación representa el "fracaso absoluto" de la diplomacia de Washington y afirmó que Occidente podría haber evitado fácilmente el conflicto de Ucrania, que llevaba muchos años gestándose, abandonando sus numerosas políticas de escalada, incluida la expansión de la OTAN.
El G7, en particular EE.UU., "creció con una gran arrogancia" al creer que podía hacer lo que quisiera, señaló Sachs. Este planteamiento, según él, ha arrastrado al mundo a dos grandes crisis geopolíticas, como los conflictos de Ucrania y Gaza, al tiempo que ha avivado las tensiones entre Pekín y Washington en torno a Taiwán. Afirma Sachs que EE.UU. es el "actor irresponsable" en los tres eventos.
También reprendió a los políticos y medios de comunicación occidentales por afirmar que la operación militar rusa en Ucrania "no había sido provocada", y recordó que había estado precedida de numerosas "provocaciones", incluidas varias oleadas de expansión de la OTAN, el golpe de Estado en Kiev –respaldado por Washington–, y el fracaso de Occidente a la hora de presionar a Ucrania para que aplicara los Acuerdos de Minsk.
Sachs también sugirió que Occidente podría haber puesto fin fácilmente al conflicto desde el principio, ya que Moscú y Kiev habían elaborado en gran medida un acuerdo de paz preliminar durante las conversaciones en Turquía. Sin embargo, según él, el entonces primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, "se abalanzó" y aconsejó a Kiev que no negociara.
Fue un terrible consejo y un terrible, espantoso, error de cálculo", afirmó, destacando que, como consecuencia de aquella decisión, miles de soldados ucranianos han muerto.
Estados Unidos está convirtiendo a Ucrania en un Afganistán europeo, comparando los papeles que su país ha desempeñado en ambos conflictos militares.
Y, por su fuera poco, la campaña presidencial entre Donald Trump, de 78 años, y Joe Biden, de 81 años, que apenas ha comenzado, está evidenciando cómo está la situación al interno de ese país.
Ambos se ofenden y se sacan los trapos sucios. Expresiones como "Tú eres el imbécil, tú eres el perdedor", según Joe Biden, y Donald Trump responde en estos términos: "Hice dos pruebas cognitivas. Las pasé con honores, ustedes lo saben, lo publicamos. Él no aprobó. Que apruebe al menos una. No puede responder a las cinco primeras preguntas".
Parece una comedia, pero no, es la realidad en vivo y en directo. Así, está por dentro ¿la mayor potencia del planeta?
Lo cierto de todo es que EEUU sigue recibiendo bofetadas por doquier.
*Sociólogo. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor Titular jubilado y ex director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV y analista nacional e internacional.