Arcadia Fugaz

Petróleo, gas y oro, el verdadero acercamiento israelí-estadounidense con el presidente Nicolás. La triangulación Caracas- Israel- EEUU

A partir de 1886, se asignó a las familias la responsabilidad legal de la incomparecencia de los reclutas al servicio y, se le aplicaron elevadas multas, no había modo ni posibilidad de evadir esta carga sin recurrir al pago de soborno, pero, sí el Estado obligaba a los judíos a prestar el servicio militar, circunscribía severamente el modo de hacerlo. Los judíos no podían ser guardias, marinos, servicios de fronteras o el de cuarentena, gendarmería, comisariado y los grados administrativos, de modo que en la práctica se vieron privados de la posibilidad de acceder al cargo de oficiales. En 1888 se les prohibía trabajar en los dispensarios militares, y en 1889 en las bandas musicales castrenses. Todos los judíos se encontraban excluidos completamente de la administración pública en Moscú y en San Petersburgo.

En teoría, el judío que tenía el título de Licenciado o el doctorado podía ser elegido en ciertos cargos de otras ciudades, pero, como señaló Luisen Wolf>> Sin someterse al rito del bautismo, es casi imposible que un judío reúna todas las condiciones exigidas para ocupar cargos del Estado<<. En consecuencia, no había un solo docente judío en el sistema oficial. Ya desde 1880, se les prohibía ejercer el notariado en los registros subalternos y ayuntamientos, como el de escribas, no podían trabajar como abogados o procuradores, sin autorización oficial, negando su fe hacía Belén, Nazareth y, claro está Jerusalén.

La aplicación de estos códigos, constituyó una pesadilla parea los israelitas, los visitantes que llegaban de Occidente se quedaban asombrados, cuando veían grupos de judíos atemorizados, empujados en las calles por los patrulleros policiales, desde las primeras horas de la mañana, se les humillaba constantemente en presencia de los gentiles vecinos, de esa manera se mantenía viva la idea de que eran distintos e infrahumanos.

En el Cáucaso, los judíos montañeses, afirmaban que sus antepasados, habían sido deportados a ese lugar por Nabucodonosor en 597 a.c. Tenían derecho a residencia, pero, no podían trasladarse a otro lugar. Los emigrantes judíos, la inmensa mayoría de habla alemana- provenientes de Baviera, Alemania septentrional, y las regiones judeo- alemanas de Polonia, Bohemia y Hungría- eran pobres, disciplinados y laboriosos. En EE. UU fijaron residencia en los principales poblados como Chicago, Minneapolis, Nueva York, Nueva Orleans, Detroit, Cleveland, San Luis, Louisville,

¿Qué nos dice, Las Sagradas Escrituras?

(Rut 1:1::4), "Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un Varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos… (2) El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, y el de su mujer: Nohemí; y los nombres de sus hijos era Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Juda. Llegaron pues, a los campos de Judá, y se quedaron allí… (3) Y murió Elimelec, marido de Nohemí, y quedo ella con sus dos hijos… (4) Los cuales tomaron para sí mujeres moabitas: el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra Ruth; y habitaron allí unos diez años.

La historia de Rut, ocurrió en el tiempo," Cuando juzgaban los jueces". Los madianitas solían invadir a Israel durante la época de la cosecha y ocupar el Valle de Jezreel y las planicies costaneras. También en incursiones periódicas en Judá. Esta opresión continuó durante siete años y, probablemente explica el hambre que obligó a Elimelec dejar su tierra.

No fue sino, después de diez años que Nohemí escuchó que el Señor había visitado a su pueblo y le había dado pan. Lo más probable es que ella haya esperado para ver sí la plaga había terminado definitivamente, y sí Israel estaría recuperándose. La historia que encontramos en Rut, en realidad es la historia de Booz, el redentor*. El linaje de Elimelec corría peligro de extinguirse en Israel Su nombre sería borrado de en medio de su pueblo. Además, su herencia en Israel sería dada en pérdida. Noemi fue obligada a vender su parcela de tierra, después de regreso a Judá,

(Rut 4:3), "Luego dijo al pariente: Noemí que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec".

Jehová, es generacional. Demos cuidar nuestra generación, para que sea de bendición a las asambleas evangélicas. Ningún anciano puede negarle restauración a un hijo verdadero de Dios, sí cumple con las normas cristianas. Para ser levantado. Allí esta David, hijo de Isaí, hijo de Obed, y Booz engredo a Obed. Acordémonos siempre del hijo pródigo, donde su padre le restauró y se gozó en su corazón. Al verle útil junto a sus hermanos

Debido a nuestro pecado, nuestro nombre muere con nosotros, sin embargo, por amor a Cristo el Señor, en su pacto preservó nuestro nombre y el de nuestra familia. Nosotros tampoco tenemos derecho a sitio alguno en la tierra. Pero, el Cristo crucificado, sepultado y resucitado nos da una herencia entre los santos en la nueva tierra.

Cristo, es el verdadero redentor. Booz, tanto fue un antepasado como un tipo de Cristo.

En Estados Unidos, los judíos comprobaron que podían adaptarse sin dificultad al esquema de la nueva vida.

A semejanza de los protestantes norteamericanos, tendieron a formar congregaciones, los judíos cobraron conciencia de sí mismos durante el episodio de la protesta en Damasco, que los agrupo por primera vez, como un cuerpo nacional. Pero, sobre todo, continuaron avanzando por su propio camino. Los judíos dominan la política petrolera mundial y, el comercio norteamericano.

Israel es el país tesorero de las diferentes congregaciones evangélicas mundiales y, Occidente, como las doce tribus de Israel deben congregarse bajo la conciencia de su condición, el judaísmo reformado ocupa una posición dominante en el mundo.

Ahora, no resulta extraño, observar al presidente Nicolás Maduro Moros verse frente al nuevo mundo de los israelitas en Estado Unidos de Norteamérica en relación a las negociaciones con el petróleo y el gas. El advenimiento de La Nueva Izquierda y los brazos del poder: el oro, petróleo y gas.

 

 

 



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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