¿Joe Biden o Donald Trump?

"Las próximas elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre son de enorme importancia porque el resultado afectará no sólo a Estados Unidos y Occidente, sino también al destino de toda la humanidad, ya que existe la amenaza inminente de un conflicto nuclear y la posibilidad de una tercera guerra mundial que enfrente a Rusia contra la OTAN" (Alexander Dugin).

En la campaña para las elecciones presidencias de Estados Unidos, previstas para el 5 de noviembre de este mismo año, el actual mandatario, Joe Biden, y el virtual candidato republicano y expresidente, Donald Trump, se encontraron frente a frente en los estudios de CNN en la ciudad de Atlanta y realizaron el primer debate presidencial.

Ambos se lanzaron insultos y acusaciones. se ofendían y se sacaban trapos sucios, ante televidentes de todo el mundo y, según una encuesta del Centro de Investigación Pew, con sede en Washington, una amplia mayoría de los electores estadounidenses -el 63 por ciento-, describieron como "vergonzosos" tanto a Biden como a Trump.

Joe Biden fue el primero en lanzar un ataque personal, citando un informe según el cual Trump había llamado a los veteranos "un montón de perdedores y tontos". Defendió el servicio militar de su difunto hijo Beau, diciendo: "Mi hijo no era un perdedor ni un tonto. Tú eres el bobo. Eres el perdedor".

Expresiones como "Tú eres el imbécil, repetidas veces, fue uno de los insultos al que más acudió Joe Biden, mientras que Donald Trump, dirigió sus cañones a la edad de Biden, y a lo que llamó "limitaciones cognitivas". "Hice dos pruebas cognitivas. Las pasé con honores, ustedes lo saben, lo publicamos. Él no aprobó. Que apruebe al menos una. No puede responder a las cinco primeras preguntas".

Se comenta que el estado físico y la agudez mental de Biden, de 81 años, estuvieron en el punto de mira del público y los medios de comunicación durante el debate. En sus respuestas, el mandatario de EE.UU. tropezó en varias ocasiones con sus propias palabras y se congeló por momentos, mirando al vacío.

Mientras hablaba de sus planes fiscales, Biden dijo que podría "eliminar" la deuda acumulada durante la presidencia de Trump, pero luego perdió el hilo de sus pensamientos.

Se sostiene que cantinflea, divaga, cambia de tema sin sentido, sin hacer pausas, arremete contra sus adversarios con una sarta de disparates y falsedades apocalípticas, promete cosas imposibles.

Se dice que, ante esta lamentable actuación, los demócratas están entrando en pánico y ya están discutiendo la posibilidad de cambiar la candidatura presidencial, en medio de crecientes dudas sobre la capacidad del actual presidente para llevar a cabo una campaña electoral competitiva.

Concluida la discusión, llena de improperios, de muy poca sustancia, una encuesta de CNN dio por ganador a Trump, de 79 años, con un 67 % de aprobación.

A propósito de esa campaña, en el mundo, mucha gente está discutiendo sobre quién ganó y cuál sería "el mejor presidente".

Algunos opiniones

Veamos a continuación las siguientes opiniones.

Según el escritor ruso, Alexander Dugin, "mientras los demócratas se centran cada vez más en la preservación del dominio global de Estados Unidos, incluso si ello supone el riesgo de una guerra con Rusia y China, Trump favorece la multipolaridad" y "el rechazo de Trump a la unipolaridad encontraría apoyo entre los defensores de la multipolaridad, como Rusia y China".

Para el economista estadounidense, Paul Krugman: "estas son unas elecciones en las que está en juego lo más importante. Si Trump gana, puede que sean las últimas elecciones verdaderas que Estados Unidos celebre en mucho tiempo, es decir, unas elecciones en las que el partido en el poder permite a sus adversarios arrebatárselo. Si creen que esto es una exageración, después de que Trump intentara anular las elecciones de 2020, es que no han estado prestando atención. Por eso, llegados a este punto, se trata de defender la democracia".

Otros analistas internacionales consideran que si gana Biden tendremos más escenarios de guerra y un escalamiento del conflicto en Europa. Pero, si gana Trump, habrá una mayor injerencia en América Latina y El Caribe. En todo caso, nadie sabe con certeza, porque al final eso lo decide el verdadero poder.

Por eso, más allá de estas opiniones, hay que ver el "noúmeno" ( la "cosa en sí") en términos kantiano.

Lo importante es lo importante

Por eso decimos, que, más allá de esa comedia, de esta parodia, lo importante es lo importante.

En ese país, llamado Estados Unidos, no son los presidentes de lo que mandan, ellos son "simple administradores" de la cosa púbica; representan el "Estado Público", que es aquel que se encuentra establecido, en términos jurídico-constitucional, según Peter D Scott. Los presidentes son simples representantes de los "poderes fácticos" y del "Estado Profundo", que constituye el conjunto de personas e instituciones que dictan las políticas y que son una especie de gobierno en la sombra o secreto.

Por tanto, afirmamos: allí manda una constelación de fuerzas políticas, económicas, financieras, militares culturales, mediáticas, los lobbies, sobre todo, el sionista, los think tank("tanque de pensamiento"), las sociedades secretas, los mainstream, dueños del internet y de las redes sociales, etc.

y, si alguien tiene dudas, sólo mencionaremos dos evidencias.

La primera tiene que ver con el grado de incidencia del sionismo en el poder de Estados Unidos. Al respecto, debe escucharse y leerse lo que dijeron estos dos candidatos en el debate electoral, ya mencionado.

El expresidente Donald Trump llamó a Joe Biden "mal palestino" y acusó al actual inquilino de la Casa Blanca de no permitir que Israel "termine el trabajo" contra HAMAS.

Mientras, Biden defendió su agenda con Israel: "Estamos proporcionando a Israel todas las armas que necesita y cuando las necesita. Somos el mayor productor de apoyo a Israel."

Más claro imposible.

La segunda, tiene que ver con nuestro país. Desde la presidencia del señor George H. W. Bush, cuando se produjo el golpe contra el comandante Chávez, el 11 de abril de 2002, el formato contra la revolución bolivariana ha tenido una constante, por parte del "Estado Profundo", independientemente de quién haya sido el presidente: demócrata o republicano. Y sus actuaciones hablan por sí mismas.

Sin acudir al absolutismo, digamos que nada de ilusiones, de pasiones, con quien gane las elecciones del 5 de noviembre en EEUU.

Porque, en definitiva, según sentencia del "Estado Profundo", en noviembre ganará como siempre, el mejor actor, no importa el programa ni el resto del reparto. El que domine el espectáculo y tenga más dinero será el próximo "administrador de la cosa pública" y mandatario de ¿la mayor potencia del planeta?

 



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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