Este sábado, 13 de julio, el ex presidente Donald Trump fue objeto de un atentado; situación por cierto, que trae mucha tela que cortar.
En una entrevista con ABC News, Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto estadounidense, reconoció que la institución que dirige es la responsable principal por asegurar la integridad de Donald Trump, por lo que dijo que la ineficacia del cuerpo de seguridad que resguardaba los alrededores del mitin político protagonizado por el ex presidente fue su responsabilidad.
Thomas Matthew Crooks, de 20 años de edad, sin formación militar, fue quien realizó los disparos. Para no tener formación militar ni como francotirador, nos parece raro, que a pesar de ser advertida públicamente su presencia, mediante gritos de la multitud, y estando cerca de él los funcionarios policiales, el muchacho pudo disparar, a una distancia de 150 metros, y con ese primer disparo, impactar la oreja derecha de Trump; todo parece indicar que no fue ningún novato, sino alguien muy bien entrenado para ello; con el agregado que hacen los medios, que no impactó esa primera bala en el centro de la cabeza, porque exactamente en ese momento, Trump viró para mostrar unas cifras en la pantalla donde presentaba su exposición.
El hecho es que el francotirador muere, y lo más seguro es que esto quede como el asesinato de Jhon F.Kennedy; donde Harvey Oswald fue detenido ochenta minutos después del asesinato del oficial de policía de Dallas, J.D. Tippit, y fue acusado de la muerte de Tippit y de Kennedy, a última hora de la tarde del día 22 de noviembre de 1963. Oswald negó siempre haber disparado contra el presidente. El caso de Oswald nunca fue juzgado porque dos días más tarde, mientras era trasladado y custodiado por la policía, Jack Ruby un gánster de Dallas le disparó y lo mató.
El caso de Trump quedará igual que el de Kennedy; porque quien le disparó a Trump fue asesinado, y aparentemente no hay cabo suelto, pero si muchas interrogantes y especulaciones; entre ellas, por qué Trump en vez de salir con la cabeza gacha y escoltado como establecen las medidas de seguridad, dijo a sus guardaespaldas, apártense, mostró la cabeza y levantó la mano en señal de triunfo; esa señal que dos días después lo convirtió oficialmente en el candidato de los republicanos a la elección presidencial de noviembre; además de haber subido 8 puntos de un solo golpe en las encuestas. Esto sólo traerá más especulaciones; porque con lo que pasó, podemos decir, que a ese chamo lo prepararon de manera extraordinaria; a 150 metros de distancia, con la gente gritando que él estaba allí, con la policía detrás de él, cuando realiza el primer tiro, y este le quita media oreja a Trump; ni en las series de Rambo, ni siquiera Mike Tyson, que tuvo que irse cuerpo a cuerpo, para morderle la oreja a Evander Holyfield.
Lo cierto es que se estima, en este momento, una diferencia de 11 puntos de Trump sobre Byden. Esperamos ver, que hace Byden para repuntar y descontar esa diferencia.
Por otra parte, hacemos un llamado al gobierno venezolano y a nuestras autoridades, para que presten mayor custodia a Edmundo González, porque es capaz que la señora aquella, mande a darle un disparo al viejito, para que suba en las encuestas; parece jocoso esto, pero no es así; esa señora es de armas tomar, y al ver la repercusión de ese tiro en USA, es posible trate de imitarlo.
