El diario de Oscar Heck – el 10 de agosto del 2024

Como el aventurero que siempre he sido, desde los siete años de edad cuando me iba solo al desierte de Atacama a visitar las cuevas de mis ancestros y a pescar pulpos a mano en los arrecifes fríos del Pacifico, me siento muy suertudo de estar viviendo aquí en Venezuela en carne propia para experimentar de primera mano esta extraordinaria cosa que está pasando hoy aquí en Venezuela desde el 28 de julio pasado (y antes).

Es una experiencia única he histórica, serán días y semanas y tal vez meses consecutivos, es una cadena de eventos únicos que en los libros de historia serán posiblemente señalados como los primeros días de la primera guerra civil del siglo XXI en Venezuela, y digo primera guerra civil, ya que creo que habrán más en el futuro antes de que termine este siglo, así como ocurrió aquí en Venezuela en el siglo XIX cuando se produjeron varias guerras civiles durante un perdido de unos 67 años seguidos, con algunos pocos periodos de relajo.

Ahora, yo digo que, lo que está pasando hoy aquí en Venezuela desde el 28 de julio (y antes), es una guerra civil (ver más abajo), específicamente, que serían los primeros días de una guerra civil, posiblemente prolongada:

1) con sus momentos de violencia acentuada, como por ejemplo los días 29, 30, y 31 de julio, cuando muchos de los elementos que componen una guerra civil (ver más abajo) se hicieron espontáneamente abundantes,

2) con otros periodos más tranquilos, pero de intenso miedo colectivo, de terror, días de operaciones clandestinas y represivas con secuestros y desapariciones, etc., como los días 1, 2, 3, 4, 5, y 6 de agosto, que hasta hoy continúan y se intensifican,

3) y con periodos de menor tensión, de relativa calma, sin embargo, con un ambiente colectivo y generalizado a nivel nacional lleno de incertidumbre, alerta, y paranoia, como lo han sido los días 6, 7, 8, 9, y 10 de agosto.

Etc.

Así lo observo, y así lo siento, y creo que la mayoría de nuestra población también.

Para poner en contexto mi uso de la expresión, guerra civil, y el porqué, les voy a contar lo siguiente:

He vivido en carne propia, la Guerra del Golfo, dos golpes de Estado en Haití, uno en el Sudan, y el bombardeo de las torres en Al Khobar en Arabia Saudita, fui secuestrado seis veces, una vez durante 30 días, y, en base a mis experiencias en esas guerras (o conflictos armados), yo siento que puedo decir hoy que, aquí en Venezuela en este momento, estamos en guerra, pero, la gente en su mayoría todavía no se ha dado cuenta porque nunca han vivido una guerra, no saben cómo de desarrolla, ni a qué se parece en la vida real, en el día a día.

Eso siempre ocurre así en las guerras, yo lo sé, se demora un tiempo, semanas o meses, antes de que la gente se dé cuenta de lo que realmente está pasando.

Toda guerra empieza así, lentamente, y poco a poco se va ampliando e intensificando y va mostrando sus dientes y garras mortales, sus complejidades y maldades, mientras la población sigue trabajando para ganar su pan de cada día, lo cual es siempre la prioridad.

Es que, no hay que confundir las cosas.

Me explico.

Los bombardeaos aéreos, la toma y quema de las sedes policiales y militares del enemigo, la toma de los aeropuertos, el sabotaje o la toma del sistema eléctrico, de los acueductos, y de las refinerías, y hoy la toma o el sabotaje o el bloqueo de las redes sociales y los sitios web del supuesto enemigo, la quema y el bloqueo de las calles y autopistas (aquí empezó antes del 28 de julio y fue perpetrado por el actual gobierno de Venezuela quien lo hizo para intentar sabotear a su enemigo antes de las elecciones, incitando así a una réplica), las emboscadas al enemigo, el montaje o desmontaje de alcabalas militarizadas, las propagadas falsas, los asaltos armados a las propiedades del enemigo y la confiscación arbitraria e ilegal de los bienes del enemigo, el uso de granadas, el uso de francotiradores para matar al enemigo o a inocentes con el fin de crear más caos y zozobra, o de acusar al enemigo de haber asesinado a inocentes, la ejecución extrajudicial y el linchamiento de supuestos enemigos, el saqueo de tiendas y oficinas, la quema de carros, las violaciones, los secuestros arbitrarios, etc., etc., etc., son todos elementos independientes y a menudo separados que ocurren normalmente en territorios o sectores diferentes y en tiempos diferentes, bajo circunstancias normales, o sea, eso (lo normal) describiría en general el hampa común y corriente a nivel nacional sobre un tiempo y territorio vasto y amplio, algo normal, pero, cuando muchos de esos elementos mencionados arriba ocurren simultáneamente sobre un mismo territorio o sector durante un periodo de tiempo significativo (o importante en relación a las condiciones del país o territorio en el momento), donde la causa sería la misma (en este caso, de querer la salida del poder del actual presidente de Venezuela por la mayoría de la población), y cuando existiera una alta probabilidad de que este tipo de coincidencia de que los elementos de guerra ocurrirían espontáneamente (u organizadamente), una y otra vez, sin ver el fin inmediato hasta resolver el tema en cuestión, es entonces que se podría llamar, guerra, en este caso, guerra civil.

Y, en eso precisamente estamos metidos desde el 28 de julio, y antes, cuando el actual presidente de Venezuela y sus fuerzas políticas, policiales, y militares empezaron ellos mismos a instigar a un baño de sangre y a la guerra civil (ver los cortos videos, más abajo), al utilizar tácticas de guerra antes de las elecciones para ellos intentar callar al enemigo, el cual no es la oposición venezolana, ni tampoco EEUU, ni Europa, ni Chile, ni Perú, ni Colombia, ni Brasil, ni México, sino, su verdadero enemigo es el pueblo venezolano, el 70% o más de nuestra ciudadanía que quisiera verlo a él ¡fuera del poder!

Vean estos dos cortos videos donde el actual presidente de Venezuela amenaza con un baño de sangre y una guerra civil, una condición incitado por él mismo, porque nadie más ha dicho nada remotamente parecido, ni la oposición, ni el pueblo venezolano que quisiera verlo ¡fuera de aquí!:

https://www.youtube.com/watch?v=ctLW92HHb1g

https://www.youtube.com/watch?v=jGqCJeoz1xU

Bueno, y repito, en eso estamos actualmente, estamos en el comienzo de la misma guerra civil y baño de sangre que el actual presidente de Venezuela nos prometió, con amenazas públicas, es una guerra civil instigada y empezada por él mismo, con un baño de sangre perpetrado desde el comienzo, por sus propias fuerzas policiales y militares, asesinatos, torturas, y desapariciones forzadas contra la mayoría indefensa de nuestro país quienes nos rehusamos a reconocer los resultados fraudulentos emitidos por el CNE de esas elecciones obviamente fraudulentas del 28 de julio pasado.

Pero …

¿Por qué no nos damos cuenta que estamos en guerra?

Bueno, lo que pasa es que, estamos tan acostumbrados a ver guerras en películas y noticias, donde lo que hacen es de compactar un montón de los elementos que componen la guerra (como arriba) dentro de un tiempo recortado, por ejemplo, pueden hacer un resumen de 30 días de guerra, en un video de 1 minuto, entonces, al espectador del video le parecerá que esa guerra es una guerra feroz y continuada y devastadora, pero sin incidencia consciente en el tiempo o las localidades, cuando en realidad, en esos 30 días solo ocurrió una emboscada por día allí, digamos en el oeste de la ciudad o del país, una quema de una estación de policía, en cuatro sectores lejanos uno del otro, y en tiempos separados, cayeron 10 bombas del cielo durante tres días en las montañas donde se encuentra la represa, hubo tres emboscadas por día en diferentes partes del país involucrando unas 30 personas en cada lugar, una emboscada fue en el metro, otra ocurrió en la plaza principal de una ciudad del país, otro en el zoológico, y así sucesivamente. Ese ritmo (de estos elementos de guerra) se mantendrían corrientes digamos durante unos 10 días, enseguida, todo se calmaría por unos 10 días, y así sucesivamente, y en los tiempos más tranquilos, las fuerzas de represión saldrían a las calles, de día y de noche, clandestinamente, para amedrentar y amenazar a sus enemigos y a secuestrar y a asesinar a los líderes enemigos, los cual está precisamente ocurriendo actualmente aquí en Venezuela y en Palestina, o en cualquier otra guerra.

Es así que Hitler hacía las cosas, poco a poco, durante un periodo de unos seis años consecutivos (con una preparación y premeditación anterior de unos siete años, mínimo), y en eso estamos hoy aquí en Venezuela con el actual presidente de Venezuela dirigiendo, con su poder, no solo el gobierno de Venezuela, sino también discretamente y subversivamente, controlando la mayoría de las instituciones del estado venezolano, como por ejemplo, el CNE, la fiscalía, el TSJ, la contraloría, la asamblea nacional, y, los gobiernos regionales.

En otras palabras, estaríamos hoy en presencia de la reencarnación de Hitler, unos ochenta años después de su muerte.

Por eso digo que, como aventurero, tengo al inmensa suerte de poder vivir esta única e histórica experiencia, en carne propia.

Y ustedes también.

Gracias por escucharme.

oscar@oscarheck.com


 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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