¡Habló el Papa!, y mira que tema tan vigente y oportuno tocó en su "Laudate Deum", el Tema Ambiental, que no se puede soslayar como prioritario a nivel mundial y que debe ser fuente de preocupación no sólo por los que fungen como líderes mundiales, sino, por toda la población, porque de alguna manera está relacionado con el futuro de la vida misma sobre el Planeta Tierra.

Dirigido "a todas las personas de buena voluntad sobre la crisis climática", este especie de exhorto papal debe sacudir la conciencia mundial sobre el grave deterioro que hoy se observa y se siente sobre el Medio Ambiente y sobre todo impulsar las medidas que los especialistas recomiendan para de alguna manera contener el deterioro y evitar en la medida de lo posible que se agrave.

El papá Francisco, está consciente de que hay en el mundo quienes pretenden banalizar y hasta negar la cruda realidad del desastre ambiental, por eso arremete contra los indiferentes e incrédulos:

" "Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes".

Observación, perfectamente válida y razonable, porque existen los negacionistas, que pretenden subestimar las advertencias que desde hace muchos años, realizan los científicos, especialistas y organizaciones que se ocupan del tema medio ambiental.

Continúa el Papa Francisco dictando cátedra y dice:

"Nadie puede ignorar que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusual, sequía y otros quejidos de la Tierra, que son solo algunas expresiones palpables de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos".

Y la cruda realidad está a la vista de todos, pero hay quienes intencionadamente o por ignorancia se hacen los locos cuando se aborda la gravedad del tema. Para ellos, valga la cita bíblica:

"Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde.

Y la cruda realidad está allí, a la vista de todos. El Planeta no habla y no lo escuchamos, El Planeta está herido y no lo sentimos.

Cada día gracias al avance de los Medios de Comunicación Social, nos llegan informaciones, que a veces nos abruman: Zonas territoriales antes confortables ahora sometidas a calores o fríos extremos; huracanes en lugares nunca vistos; lluvias torrenciales que generaciones actuales ni siquiera recuerdan haberlas visto nunca; Derrumbes y deslaves con cuantiosas pérdidas de vida; Tormentas eléctrica imprevistas que ni siquiera los observadores de tiempo pronostican; inmensos lotes de territorio en varios lugares del mundo que ya sufren la desertificación; el calentamiento de mares y océanos, con la consecuente derretimiento de zonas polares que pueden provocar a futuro la desaparición de ciudades enteras en zonas costeras; la contaminación de las fuentes de agua. Y si miramos hacia arriba, la Capa de Ozono, nuestra capa protectora, sentida y ahuecada y la contaminación por la chatarra espacial.

Muchos dirán y ya he leído y escuchado que estas situaciones son producto de la evolución natural de la tierra. Reconocemos que en su evolución la tierra se transforma y muchas de esas transformaciones pueden afectarnos, pero no puede soslayar, en todo el deterioro actual del Medio Ambiental, la huella de los seres humanos, que se aprovechan de él irracionalmente, sin medir las consecuencias a futuro, ni realizar acciones reparadoras cuando el daño es producido.

Frente a los tradicionales negacionistas y los que banalizan el tema Medio Ambiental, el Papa, Francisco, sabiamente les dice:

"para ridiculizar a quienes hablan del calentamiento global, se acuda al hecho de que suelen verificarse fríos también extremos. Se olvida que este y otros síntomas extraordinarios no son más que diversas expresiones alternativas de la misma causa: el desajuste global que provoca el calentamiento del planeta".

Para mi es significativo y de primera importancia que el Papa Francisco haya abordado este tema, porque la Iglesia Católica tiene millones de seguidores en el mundo y las advertencias y orientaciones del Papa sobre esta materia que debe preocuparnos a todos, seguramente influirá en el comportamiento de sus seguidores. Ojala y así sea que se impulse desde las iglesias esta toma de conciencia, para que el ciudadano desde su comportamiento diario asuma la Defensa del Medio Ambiente y para que desde el liderazgo político mundial, no se siga con la guachafita de firmas tratados y convenios, a los cuales nadie hace seguimiento y en la práctica no se cumplen. Basta de palabra, sobre este tema queremos hechos. «Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha», en palabras de Víctor Hugo.