La tontería es infinitamente
más fascinante que la inteligencia,
infinitamente más profunda.
¡La inteligencia tiene límites,
la estupidez no tiene ninguno!
Claude Chabrol
Nadie se imaginaba, incluso los que lo están padeciendo, que la tragedia mental del odio, enfermedad incrustada en lo más profundo de un número importante y preocupante de venezolanos, se iba a extender tanto, que en la España, tierra de grandes poetas, y además de haber sufrido dictadura, tragedias y epidemias; ahora los actuales gobernantes deliran en cualquier estación del año, tocados por la misma enfermedad, conocida, como el antichavismo, el cual quedó definitivamente demostrado el 28 de julio, ya que, la reacción de la oposición por la derrota, al fracasar con el plan previamente preparado por el imperialismo para asaltar el poder por cualquier vía, con el único argumento presentado por anticipado, el cual vienen repitiendo en cada elección, como una obsesión: el fraude y solamente se han callado por momentos, cuando han sido favorecidos por el voto popular en gobernaciones, alcaldías y concejalías. Todo lo demás es atentar contra la sana convivencia, utilizando la violencia, el cual se manifiesta de distintas maneras.
Me contaba un amigo, integrante de una familia muy numerosa, el cual por el paso inexorable de los años ha venido decreciendo, pero su querida madre, siempre repetía ¡aquí hay un solo escuálido!: el esposo de una hija, pero no era tan así, porque siempre da señales de tocar los errores del gobierno de manera muy comedida, pero un nieto de este – de 14 años, por ahí va– el día de las elecciones al conocer la derrota del Edmundo Urrutia, entró en una crisis, que sorprendió a los presentes; todo por las influencias y actuaciones de la mamá, quien es una opositora al estilo de María Corina. Nos podemos imaginar la rabia de la abuela, una mujer, que despide dulzura en cada conversación y se le engrandece el corazón, cuando recuerda los gestos bondadosos de su madre en el barrio, donde se criaron, pero, además, siempre está pendiente de lo que pasa en el país, por haber nacido en una familia, donde la mamá supo bregar frente a la dictadura de Pérez Jiménez.
La reacción del jovencito, es pasable, porque hay tiempo suficiente para corregirlo; está empezando a vivir y además su corazón no está infectado por el odio, que les brota por los poros a los gobernantes españoles, quienes sin ningún reparo, empezando por el propio presidente, Pedro Sánchez, a quien se le salió un disparate, que va recordar por el resto de su vida, al calificar a un mercenario de "héroe", como es el Edmundo Urrutia, quien al enterarse de lo que podemos llamar una condecoración en el aire, debe haberse sentido sorprendido y no es raro de haberle entrado un ataque de risas incontrolables y a la vez preguntándose ¿Eso será conmigo, porque yo no he hecho nada y no sé nada? La metida de pata del señor Pedro, ahora, la quiere tapar, yéndose por debajo de la mesa, cuando salió con una de las de María Corina, al expresar, que el gobierno no va a reconocer al Edmundo, como presidente, así lo apruebe el congreso. Como dijo el borrachito ¿ya para qué?
Los niños van creciendo influenciados por las orientaciones de los padres y lo que aprenden, con los amiguitos en el colegio o en los momentos de juego, pero los arrebatos de odio, como los del jovencito son tan raros y dañinos, que muchas veces se convierten en una barrera difícil de superar y estamos en la necesaria obligación de salirle al paso a tiempo, porque terminan en confrontaciones políticas innecesarias cortándole el disfrute de la bella adolescencia. Los centelleos de los gobernantes españoles, no cesan ni en el daño, ni en la intensidad y por el contrario buscan trasmitirle los mismos chispazos a través de las redes a todo aquel, que no esté bien informado o por lo menos conozca algo de los andanzas de un aventurero, como el mercenario Edmundo, a quien trajeron solamente para representar a la oposición y de haber llegado a la presidencia, después alborotaban el nido de víboras, el cual tenía preparado la inhabilitada, como unas mascotas consentidas.
Creo, que el mandatario Pedro Sánchez, no buscó previamente en el diccionario o no conoce la palabra "héroe", antes de lanzarle una ofensa indirectamente al pueblo español al poner en las nubes al Edmundo, con el calificativo señalado, ya que, ninguna de las explicaciones de la palabra presentadas en el registro de palabras se acerca al señalado personaje, ni siquiera en la estela dejada en su huida a España. Esto nos sirve nuevamente para resaltar el comportamiento de estos mandatarios anclados en el pasado, ya que, ni siquiera respetan a sus propios coterráneos, porque, PEDRITO, parece que tampoco conoce la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como El Cid, a quien los españoles reconocen, como un verdadero héroe por su destreza y valentía en el siglo XI en el rescate de España.
Narciso Torrealba narciso_t_29@hotmail.com