¿Qué pasará el 5 de noviembre en Estados Unidos?

"Es preciso no descuidarse ni despreciar, por insignificante que parezca, el enemigo" (El Libertador Simón Bolívar en carta al general en jefe J. A. Páez, Boyacá, 15 de diciembre de 1828).

El 01 de noviembre participé como ponente en el conversatorio realizado en la sede de Intersaber, ubicada en el casco histórico de Caracas. Allí también estuvo, como ponente, el amigo Marcos Fuenmayor.

Ambos intentamos responder la inquietud: ¿Qué pasará el 5 de noviembre en Estados Unidos?

Se dijo que muchas situaciones se tejen en ese entramado de intereses capitalizado por ese sistema bipartidista cuyo presidente es elegido por la mayoría de los 538 representantes agrupados en los Colegios Electorales que son, en definitiva, quienes deciden por más de 340 millones de habitantes.

Sobre los dos candidatos

Hay quienes sostienen que, mientras la candidata demócrata, Kamala Harris, es la representante del globalismo, el revanchismo y el intervencionismo. Donald Trump sería el vocero de la reindustrialización de Estados Unidos. En muchos discursos se "vende" como un candidato que pone en tela de juicio la doctrina que plantea mantener la hegemonía estadounidense con un enfoque multilateral y, básicamente, a través del poder de las corporaciones transnacionales.

Trump, también, se presenta como alternativa y de ser un retorno al "americanismo", al proteccionismo y, de allí, sus posturas sobre la guerra de Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

En síntesis, se sostiene que la confrontación sería entre globalistas y americanistas.

Ahora bien, y más allá de esas disquisiciones, Kamala Harris dice que Donald Trump es "una persona inestable, obsesionada con la venganza, consumido por el resentimiento y que busca un poder sin control".

La demócrata ha destacado que las elecciones del próximo 5 de noviembre determinarán si Estados Unidos será "un país arraigado en la libertad para todos los estadounidenses, o gobernado por el caos y la división".

Ha hecho un llamamiento para tratar la inmigración no como un problema "para asustar a los votantes" sino "como el serio desafío que es". Prometió, en ese sentido, trabajar con el Congreso para aprobar una reforma migratoria, incluyendo un camino hacia la ciudadanía para los inmigrantes trabajadores.

De igual manera, admitió que Estados Unidos durante demasiado tiempo "ha estado consumido por demasiada división, caos y desconfianza mutua".

Mientras tanto, Donald Trump, sin pepitas en la lengua, dice que "hay dos palabras para describir a Kamala Harris: viciosa y tonta. Es una mala combinación" y "que tiene bajo coeficiente intelectual y es perezosa". Le endilga, además, un apodo: "Kamala la risueña", en referencia a sus frecuentes carcajadas en los actos.

Lo que es seguro es que de los dos ganará el que obtenga un mínimo de apoyo de 270 representantes de los Colegios Electorales, generalmente vinculados con los 7 estados bisagra o Swing States (Michigan, Pennsylvania, Wisconsin, Nevada, Georgia, Arizona y Carolina del Norte).

Nuestra postura

Primera afirmación. No será el pueblo de ese país el que elija. Serán el Colegio Electoral de 538 electores los que decidirán con una mayoría de 270 electores. En Estados Unidos, como ha ocurrido, alguien puede llegar a ser presidente no habiendo obtenido la mayoría de votos del pueblo votante de ese país.

Segunda afirmación. En EEUU los presidentes son administradores de la cosa pública y buenos o malos empleados de los poderes fácticos, del llamado "Estado Profundo", que es el que ejercer el verdadero mando y que constituye esa constelación de fuerzas económicas, financieras, mediáticas y sionistas, que son las que terminan decidiendo realmente. Eso seguirá siendo así.

Tercera afirmación. En consonancia con el pensamiento del escritor estadounidense, Morris Berman, en su folleto "Localizar al enemigo: mito versus realidad en la política exterior de los Estados Unidos", decimos: Estados Unidos siempre debe tener un enemigo, y si no lo tiene lo inventa. Así que eso es válido para el que gane.

Cuarta afirmación. EE. UU es el "país de la guerra perpetua", en consonancia con lo dicho por el economista de ese país, Jeffrey Sachs, quien ha afirmado: "Hacemos muchas cosas tristes y muchas cosas destructivas, muchas guerras. Somos el país de la guerra perpetua" y "no podíamos aceptar la paz como respuesta ni por un momento. Todo lo que podíamos aceptar es que haremos lo que queramos donde queramos y nadie tiene nada que decir en esto".

Y, con el mismísimo Jimmy Carter, agregar que los Estados Unidos son "la nación más belicosa en la historia del mundo".

Lamentablemente, en ese país no se ha entendido la frase de Martin Luther King, que reza: "Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte".

En todo caso, el que gane tendrá esa "enseñanza belicosa" como desiderátum.

¿Y qué esperar desde Venezuela?

En Venezuela hay quienes están ligando al triunfo de uno o de la otra.

Al respecto, comentamos

El "Estado Profundo", desde George W. Bush en adelante, tiene sentenciada a la revolución bolivariana. Por eso, ha venido aplicando simultáneamente el Hard power (poder duro) combinado con el Soft Power (poder blando). Así lo hizo el demócrata Barack Obama, luego el republicano Donald Trump y ahora ha sido Joe Biden, también demócrata.

De allí que no existen motivos para aplaudir una elección de la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris o del republicano Donald Trump, pues ese país tiene una política exterior imperial en la que no cabe esperar variaciones importantes.

Importante tener claro que, respecto a Venezuela, ambos partidos están de acuerdo en aplicar simultáneamente las tesis del liberalismo y del realismo, esto es, en ambos existe, consenso en el sentido de que deben atacar con el argumento de la libertad, la democracia y los derechos humanos a Venezuela, pero también con las medidas coercitivas unilaterales, la fuerza y la "máxima presión".

La razón se encuentra en que en la agenda de ambos candidatos está la misma política porque Venezuela significa un ejemplo de cambio, de independencia y autodeterminación que no le conviene a esos poderes fácticos, que son quienes gobiernan en verdad en esa superpotencia.

Así que nada que celebrar en las elecciones del próximo 5 de noviembre en EEUU.

*Sociólogo. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor Titular jubilado, ex director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV y analista nacional e internacional.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1976 veces.



Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

Visite el perfil de Franklin González para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Franklin González

Franklin González

Más artículos de este autor


Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Internacionales


Revise artículos similares en la sección:
Ideología y Socialismo del Siglo XXI