Ganó Trump y MCM se pintó de alegre tristeza que el criterio político de su risa la abrazó de viejos recuerdos y solo dijo al sordo mundo, "ya me voy de esta tierra y adiós". He luchado con ganas, pero mis enemigos saben que no doy mis brazos a torcer.
Muchos dicen que la vieron montada en un vuelo de esperanza en primera clase que con pesar prematuro lo ideo a su suerte.
Y el pueblo que votó por ella en ascuas ha quedado que, todavía recuerdan el 10 de enero como una inscripción tardía que los tiene embarcado en desasosiego, porque el que gana cobra y, ellos quedaron en deuda de vacío de poder.
Mientras, Edmundo en España, ve para otro lado y de ella no se acuerda y cuando, la recuerda le pesa la tristeza de ser lo que fue: una llama sin luz que tiene de apagón en apagón al país de sus tentaciones. Pero, Edmundo ríe, mientras MCM tiembla de rabia y no acaba de convencerse que las elecciones en Venezuela se perdieron porque las actas electorales a su favor no han aparecido.
Verdad puede ser que MCM tiene a Trump a su favor y Edmundo González tiene al PP español que lo ha sembrado con carismático abono político de una especie de más de lo mismo como una flor sin retoño.
¿Pero, habrá alguna cuenta que ajustar entre MCM y Edmundo González que salga flote entre ellos? Y que deje a Maduro libre que nada tenga que ver con los dos como líderes de la oposición golpista en Venezuela que con ambos lidió.
MCM está muy flaca de malas intenciones y los kilos políticos que ha perdido los ha ganado Edmundo de emociones en España y, allí respira profundo como un rey sin dinastía que, no puede voltear atrás sin dejar de sentirse culpable del desastre que desató cuando se alejo de Venezuela por su asilo político, por lo que puede llevar a Maduro a decir, que no tiene velas en ese entierro ya que ellos se esfumaron con la torta que pusieron.
Desde que Edmundo dejó a MCM a las buenas de dios. Ella comprendió al fin que nació para perder y, como política ha tirado la toalla de la precaución como una atarraya que pesca en río revuelto y más cuando la corriente se puede poner a su favor que quien quita que su futuro sea mejor, aunque entre ella y el Edmundo no se sabe cuál es mejor líder de la oposición.
MCM juró sin pelos en la lengua que primero se iba Maduro que ella, pero la situación parece ser otra y como tal no se sabe en qué anda, a no ser que Trump tenga algún cargo para ella entre tantos cambios tácticos que la esperan, por lo Edmundo debe estar en su mira por cambios tutelares.
Parece ser que con la llegada de Trump de nuevo al poder a partir del 20 de enero de 2025, habrá que buscar para Venezuela un líder que represente en lo adelante a la oposición de ese país y habiendo sido Edmundo González el candidato votado por ellos. Entonces entre MCM y él se debe definir tal situación de liderazgo a ver quien saca mejor provecho del exterior, aunque después del asilo de Edmundo en España, MCM no cree que deba ser él el candidato que los represente y sin pensarlo dos veces ella también hizo lo mismo para involucrarse con más consideraciones de liderazgo entre los dos, creyendo ella ser más útil, más coherente y menos vulnerable con más arraigo político con la potencia personal de ser más y mejor que Edmundo González y por tal motivo en alguna parte fuera del país debe estar sopesando su destino a la orden de otros.
Y ella y solo ella y más nadie que ella calza mejor para estar a la orden de Marcos Rubio para todos los desatinos que vendrá en lo adelante en contra de Maduro y su gobierno.
¡Ay MCM! Ojala no te pase como a María Pancha que lo perdió todo que, como dice el dicho, "El que no coge consejo no llega a viejo".
Esteban Rojas