¡Trump y el camino correcto que debiera transitar!

El triunfo abrumador que obtuvo Donald Trump, en la recién pasada elección presidencial, no solo ha sorprendido al pueblo norteamericano, sino también al resto de los países del mundo y en especial a Venezuela.

Según los informes, Trump en estas elecciones obtuvo el mayor apoyo entre los latinos y jóvenes, mientras Kamala Harry atrajo el voto femenino.

El partido Republicano, gracias al triunfo de Trump, recuperó el control del Senado, tras ganar escaños claves en Virginia Occidental, Ohio y Nebraska.

Trump, es decir, tiene todo consigo para gobernar cómodamente, lo que le pudiera permitir hacer un buen gobierno, si así lo quisiese.

De acuerdo a las encuestas, ya se sabía que la economía era el tema de importancia para los votantes norteamericanos: 8 de cada 10 votantes registrados (81%) lo señalaba como tema principal, por encima de la inmigración (61%) o el aborto.

Claramente los votantes ubican el tema de la economía en primer lugar, por cuanto 2 de cada 3 votantes la calificaron de estar mal, y casi la mitad dijeron que estaban peor económicamente que hace 4 años.

Cómo dato sorprendente, el propio multimillonario y propietario de Tesla, Elon Musk, acaba de revelar que la deuda de EEUU ronda ya por los 35 billones de dólares, por lo cual considera que es insostenible y eso conlleva a una inminente emergencia financiera.

Desde luego, hay otra veintena de problemas que aspiran los norteamericanos que sean resueltos cuanto antes por el nuevo Presidente, que tomará posesión el 20 de enero del año próximo.

Los precios en alza del combustible, que alcanzaron un récord histórico en el 2022, influyeron también en EEUU en esta elección presidencial.

Trump ofreció en su campaña electoral, y no está demás recordarlo, "derribar el statu quo estadounidense, todo con la idea de hacerse con la presidencia una segunda vez".

"Apeló al temor de los inmigrantes y a las inquietudes económicas, todo con el propósito de derrotar a la vicepresidenta Kamala Harry".

Trump, por lo pronto, está dedicado a escoger a su equipo de trabajo que lo acompañará en este segundo período presidencial.

Ya es un hecho que el senador Marco Rubio, será el Secretario de Estado, lo cual tiene bailando en un solo pie a la extrema derecha venezolana, por cuanto aspiran que sea un factor determinante, y eso no se entiende, para que Trump ordene acciones más enérgicas en contra de nuestro país, y que conlleve a la salida definitiva del presidente Nicolás Maduro.

Incluso, claman para que se produzca una invasión armada y que de al traste con la Revolución Bolivariana.

Desde luego, dice un refrán:"deseos no empreñan".

Algo muy importante que también planteo Trump en su campaña electoral, y así lo reflejamos en una anterior entrega, es que evitaría que EEUU se viera comprometido en próximas guerras, a tal extremo que prometió acabar con el conflicto armado entre Ucrania y Rusia.

Todo eso, hasta ahora, está bien.

Lo que si aspiramos, en nuestro caso, como periodista, es que Trump gobierne sin que su gestión se constituya en un nuevo trauma para las familias venezolanas.

Estamos claros que no es nada bueno inmiscuirse en los asuntos internos de otras naciones, pero como hay problemas en EEUU que involucran a distintos países, nos gustaría que Trump tomara algunas consideraciones, ya que cuenta con todas las herramientas para no fallar en su segunda gestión.

De hecho debemos tomar en consideracion que por ser EEUU la primera potencia en el mundo, su accionar tiene efectos directos sobre las demas naciones del globo terraqueo.

Estamos claros que eso de evitar que EEUU participe en futuros conflictos, es un mensaje alentador en favor de la paz, que de seguro le daría a Trump un gran impulso de aceptación, no solo en su país, sino también ante la opinión pública internacional.

El primero en apoyar esa propuesta, sería el propio presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que siempre ha manifestado estar en contra de las guerras.

Ojalá viéramos también a Trump actuando en función de evitar que Israel continúe con el genocidio que está cometiendo en perjuicio del pueblo de Palestina.

Desde luego el imperio está igualmente llamado a intervenir para que el país sionista suspenda los ataques en contra del Líbano, Irán y Siria, para que así vuelva la paz y la tranquilidad en el Medio Oriente.

En materia interna, por sentir un gran respeto hacia los pueblos indígenas, nos gustaría que Trump nombrara a un superministro aborigen, de las tribus Cherokees, Siux o Navajos, por ejemplo, para dirigir las políticas sociales, de manera exclusiva, en favor de los primeros pueblos nativos de Estados Unidos.

A nuestro modo de ver, sería todo un espectáculo presenciar a ese súper ministro, vistiendo sus trajes típicos, con plumas y todo, entrar todos los días a la "Casa Blanca", para concertar con Trump los problemas inmediatos a resolver de todas esas tribus.

Ese ejemplo, de hecho sería copiado por otras naciones, y le darían un buen puntaje a Trump en las encuestas.

En materia de inmigración, caso que afecta a los venezolanos que han salido del país, en vez de querer utilizar como un "perro bravo" al Secretario de Estado, Marco Rubio, para hostigar a las naciones que le son incómodas a EEUU, (Venezuela, Cuba y Nicaragua), debería más bien utilizarlo como mediador clave para regularizar la situación ilegal que viven en ese país tantos latinos, que a fin de cuentas son la mano de obra barata que mantienen a flote a un buen numero de empresas norteamericanas, incluyendo al sector agrícola.

Trump, sobre este particular, una vez que tome el poder, debería ordenar en lo inmediato que todas las empresas de ese país deben cuantificar el número de trabajadores que necesitan a lo largo de cada año laboral, para así contratar, de manera legal y directa, a esos latinos que han ingresado a escondidas a Estados Unidos.

Se evitaría la persecución, las detenciones, los gastos económicos que ello implica, pero además el enojo y la frustración en todos esos inmigrantes, que solo desean trabajar, en procura del sustento propio y el de sus familias.

Esta política pudiera permitir importantes acuerdos con los gobiernos latinos, para escoger asi a los interesados en viajar al país del norte, sin ninguna frustración, con el sano propósito de solo ir a trabajar, bajo las condiciones de las leyes de esa nación.

Las relaciones, de hecho, con los países que se han declarado independientes, libres y soberanos, si se descarta la política de hostigamiento y el "garrote", bajo el marco del mayor respeto, de seguro mejorarían.

Trump, sin dudas, tiene todas las de ganar.

Venezuela igualmente estaría ganada a llegar a entendimientos equilibrados y sin ventajas.

El país lo quiere, solo que no desea que la nueva administracion norteamericana se haga eco y cómplice de los violentos llamados que hace la dirigencia ultraderechista venezolana, que solo desea ver al país sumido en un baño de sangre, por su apetencia de llegar al poder, a costa de lo que sea.



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Italo Urdaneta

Periodista, historiador y profesor universitario

 italourdaneta@gmail.com

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