Washington e Israel en su ofensiva militar destruyeron la tranquilidad del Líbano con bombardeos sobre Beirut y el sur del mismo país, provocaron genocidio con más de 10 mil víctimas, decenas de miles de desplazados, detuvieron el bombardeo de Hezbolá y asesinaron a sus principales líderes. Ahora El Líbano y Hezbolá están callados, ni siquiera han realizado una demanda penal internacional por los crímenes cometidos por Israel.
Irán se quedó con el golpe militar a su soberanía y la cacareada Promesa verdadera, se quedó en eso, en promesa; pués en el contexto de la agresión terrorista a Siria, una manera de detener la agresión a Siria, sería cumplir la promesa; pero a Irán, Washington y los europeos lo acobardaron.
Después de la susodicha derrota del Estado Islámico y Al Qaeda en la recién pasada guerra de Siria contra esos ejércitos terroristas; Bashar Al Assad y el Ejército Nacional Sirio olvidaron que la guerra no había terminado y se acomodaron a los resultados, perdiendo la iniciativa de dominio militar sobre el país, ahora les están dando el cambio.
Agregado a esto la destrucción y genocidio a tiempo integral de Gaza y el mayor robo de terrenos de Cisjordania.
Esa ofensiva imperialista impulsada por Washington, Israel y Gran Bretaña, ahora se les suma Turquía, ha dejado al mundo árabe acobardado; pareciera que los cojones se los han dejado colgados en el cuello.
Pues las declaraciones timoratas del triunvirato de Astaná: Rusia, Irán y Turquía de diálogo con los terroristas para buscar salidas diplomáticas al conflicto, ya no es la agresión terrorista, sino el ingreso de rebeldes a las ciudades agredidas, los terroristas son ahora la oposición; significa la pérdida de fuerza moral de un movimiento islámico que parecía una poderosa resistencia. Y en ese aflojamiento moral tiene que ver, obviamente el no cumplimiento de la promesa verdadera de Irán y la posición de Rusia.
Putin dijo una vez que Rusia no era un bombero, para andar apagando fuegos en otros países, ahora Rusia tiene sus problemas e intereses peculiares y entrar en otro frente de guerra, ya no es su asunto.
Lo que se está viendo en este momento es la derrota de la resistencia islámica y el envalentonamiento y arrogancia de Israel ante la realidad política y de intereses peculiares de rusos y persas; que no la van a arriesgarse en un conflicto mayor.
En la región de Asia Occidental o Medio Oriente, el imperialismo va con todo, los árabes y rusos, no. Persas y rusos tienen un discurso impresionantemente cagado.