OVNIS creencias y algo más oculto

Hay temas que no son para todo el mundo, como eso de los OVNI (Objetos Voladores No Identificados), será posible que exista vida extraterrestre, ha sido fascinante, pues cautiva la imaginación de muchas personas y capturado su atención siempre. Si de exploración sobre estos fenómenos se trata, lo que incluye lo que se cree y lo que no se cree, son suposiciones, teorías, y cuanto de oculto hay como posibilidad mientras nuestra imaginación vuele en las de lo que se cree y se crea por cada individuo educado o no, más objetivos o menos subjetivos y viceversa. Si de creencias se trata podemos remitirnos a historias antiguas, a mitos, relatos de seres extraños y objetos en que se trasladan, trasmitido por las diversas culturas. Relatos que se han venido interpretando como encuentros con dioses, buenos y malos, es decir, ángeles y demonios, hoy los llamamos alienígenas y extraterrestres. En ciertas creencias tales fenómenos se vinculan con lo paranormal, lo sobrenatural, lo que sugiere que podrían ser manifestaciones en niveles, planos, dimensiones, o realidades paralelas; es decir, lo que es y lo que no es, lo real pues. En base a las explicaciones posibles y plausibles, en torno a ellas se construyen numerosas teorías, conspiranoica y conspirativas, por parte de quienes quieren que creamos en algo y no sepamos sobre otras cosas, cuestión estar informados y tener información, dos aspectos del mismo contenido. Contactos con esto y aquello, avistamientos, aducciones, ascensos a los cielos en carros de fuego, en OVNI, con extraterrestres. Como todo lo que atrae la curiosidad de los investigadores, también desde proyectos gubernamentales que arrancaron comenzando el siglo XX, desde EE.UU., Inglaterra, y en muchos otros países, donde los avistamientos han sido más comunes de lo normal. Proyectos como el Libro Azul, se encargaron del estudio y de investigar estos asuntos, el Área 51 es icónico, un lugar relacionado con tales teorías, entre otros casos famosos en Roswell, Nuevo México, en 1947, o los avistamientos masivos como luces en el cielo en Phoenix en 1997, que son pasto para la curiosidad y la especulación pública. Pilotos, militares y civiles han sido testigos, reportando avistamientos, describiendo objetos voladores que realizan maniobras imposibles para la tecnología que se supone hemos desarrollado los humanos, y que se conocen.

Mi hipótesis para que sea coherente el asunto y más real en narrativa humana, es que desde los primeros experimentos sobre las reacciones atómicas, fue un SOS involuntario por parte de los seres humanos, que no sabiendo en qué se metían, enviaron una señal de auxilio hacia el cosmos, y esto se convierte por supuesto en una teoría al sol de hoy, donde podemos corroborar que atendiendo al llamado los habitantes de otros mundos vinieron a cerciorarse por sí mismos, sobre el asunto que tiene connotaciones tan peligrosas por inverosímiles, que nos han puesto hoy en día, ante la posibilidad de nuestra autoaniquilación por una posible guerra nuclear. Entonces sería más que racional que cuando llegaron y se percataron de lo que somos capaces de hacernos a nosotros mismos, como monos jugando con hojillas de afeitar, al no poder involucrarse directamente y menos intervenir en el libre curso de los acontecimientos, por peligrosos que sean, asunto que no les corresponde a ellos resolver, simplemente hicieron contacto con algunos o algunas personas o seres ascendidos y son los que nos mantienen informados de algunos asuntos respecto a tales fenómenos.

Científicos y con la tecnología actual, siguen buscando pruebas empíricas de vida extraterrestre a través de proyectos como SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence). El uso de cámaras avanzadas aumenta los número de avistamientos documentados, muchos son fenómenos naturales, otros, errores de interpretación, pero de que vuelan, vuelan. Y aquí entramos en el campo de los elementos ocultos y místicos, a los que podemos incorporar la cuántica, habiendo teóricos que intentan vincular los conceptos de marras a explicaciones que sugieren que podrían deberse a manifestaciones de lo real, que por una parte roza lo metafísico, es decir, lo trascendente, y por la otra las realidades paralelas, dentro y fuera de nosotros mismos. El ocultismo y el esoterismo juega un papel importante en ciertos círculos, y en base a los fenómenos y avistamientos, consideran que se trata de vehículos y seres avanzados, que están de visita, para invitarnos a fluir hacia nuestra evolución humana. Los impactos a niveles culturales, y de manera especial en cuanto a lo popularizado a través de los cuentos, la literatura en general, y por supuesto los medios de comunicación y propagación, a través de programas televisados, sosteniendo quiérase o no, porque hay intereses de por medio, para darle forma y mantener a través de testas creencias, una manera de control sobre las masas de creyentes. Hasta hay comunidades online, internet permite que se compartan las experiencias y vivencias sobre los OVNI, y existen comunidades intermediarias entre las personas y los investigadores teóricos sobre estos fenómenos.

En cuanto a dioses, demonios, alienígenas, extraterrestres, y las múltiples áreas de estudio, que van de la mitología a la religión, la filosofía y la ciencia, la mística y la tecnología cuántica, es el mundo que el intelecto humano tiene bajo análisis profundo de todos estos temas, cuando el tiempo del no tiempo indica que algo grande está por ocurrir sobre nosotros y nuestros nuevos paradigmas, para utilizar una expresión abarcante de la posición que ocupamos actualmente en el universo, y en particular en este diminuto punto azul en el espacio. Un lugar entre la nada y el vacío, donde los dioses y los demonios, los alienígenas y extraterrestres, las mitologías y religiones, desde tiempos inmemoriales, son parte sustantiva de nuestras culturas, creadoras de criaturas divinas o malvadas, que explican racionalmente muchos fenómenos naturales, mistéricos, en un universo que ahora pretenden paralelo erios del universo. Los dioses y demonios a menudo representados como fuerzas buenas y malas, que históricamente se han trasmitido desde los mitos y leyendas. Pero en los tiempos actuales, las interpretaciones modernas, y hasta postmodernas, por parte de teóricos y no teóricos, más dados a lo espiritual y no tan mental, permiten una riqueza en sugerencias sobre tantos aspectos, que son interpretaciones desde antiguo, con encuentros y desencuentros entre nosotros mismos, cuanto más con otros seres, si cabe la oportunidad de haber vida más allá, como explicación a tanto fenómeno por explicar. Las apariciones no son nuevas, lo que hace la diferencia es que igualmente son figuras en el cielo, como las apariciones marianas o de quienes descienden de los cielos a la Tierra, pero que también sale del subsuelo y ascienden. Sobran los relatos de avistamientos y encuentros con seres, y van desde relatos que abarcan testimonios individuales, como informes militares y de gobiernos.

En cuanto a lo que respecta a las teorías de la conspiración, se ha aducido que los gobiernos, como no podía ser de otra manera, nos ocultan mucha más información de lo debido, y sobre todo de la existencia de vida extraterrestre, de tecnología avanzada que poseen, y que hay también se dice, intercambio de tal información, a cambio de lo que sea que ellos o ellas requieran, como minerales o alimento de algún tipo específico, lo que sea que consuman; seres vivos, muertos, sacrificios, esencias que emanan o vaya usted a saber. todos lo cual puede relacionarse a esos secretos que se ocultan. Pero y la realidad y la percepción que desde la ciencia se ha adelantado entre la Tierra y el cielo, las creencias, la filosofía y la tecnología. Supuestamente hemos avanzado bastante, aunque falta mucho más todavía, siendo significativo lo que se explora del espacio y la búsqueda de vida extraterrestre. Aun pensando que muchas de las pruebas siguen inconclusas, y las investigaciones persisten, tanto dentro como fuera de este planeta que decimos que es nuestro. Desde la filosofía y la espiritualidad es un absurdo pretender que lo que hay sea de alguien, lo que si es cierto es que nos lo hemos apropiado y por ello matamos o morimos, así por todo el cañón. La cuestión es si hay existencia o es mera ilusión, y volvemos a las creencias que son reflejos de nuestra curiosidad innata y el deseo de entender cuál es nuestro lugar en el mudo, en el universo, en el cosmos.

Mitos, magia, religión, filosofía, ciencia, tecnología, conocimiento, saber, qué más puede haber, una vez que nos hemos venido paseando por este sendero que esperemos nos conduzca hacia algún lugar, o preferiblemente hacia dentro de nosotros mismos, de manera que pinchemos el globo, compuesto de puros sentidos puestos aquí afuera, y disolviendo los problemas, seamos sanos y salvos, dichosos de poder por fin hallar el éxtasis tan anhelado. Mitos y leyendas sobre dioses, demonios, seres extraterrestres, son parte de esa saga integral desde las culturas; narrativas que han ayudado a crear y creer lo que las personas común y corriente, de carne y huesos, de entrañas y cerebro, con corazón y entendimiento, ayudan a comprender el mundo, darle sentido a lo que no lo tiene, por desconocido. Magia y ocultismo es una práctica utilizada para explicar fenómenos inexplicables, explorar los límites de la realidad, y en muchos casos, lo que se consideraba mito y magia, y que la religión manipuló con sus dogmas, resulta ahora parte sustantiva para entender desde otros conocimientos lo que se trae entre manos, por gobiernos y entidades, en esta realidad expansiva como la propia idea de una vida como la espiral, que se expande y ensancha, sugiriendo que nuestras percepciones y conocimientos son limitados como expectativas, que a medida que se aprende más, las concepciones anteriores, se abren a nuevas posibilidades de la realidad, también en proceso, progreso y evolución. onan.

No solo de ciencia vive el hombre, porque cree y crea, y así se va moldeando y modelando la experiencia de la existencia en el fluir del tiempo y del espacio y la materia, que es como se percibe la realidad. Y creer en la posibilidad de vida extraterrestre, es decir que no venimos de la tierra, lo que ya aúna a la posibilidad de los descubrimientos sobre las creaciones y las manifestación. La idea de que lo que creemos puede ser creado refleja un principio fundamental en muchas tradiciones espirituales y filosóficas, vista la realidad como una manifestación desde muchas perspectivas, lo que se intuye y se percibe como lo que son las creencias. La exploración continúa en búsqueda de respuestas sobre la existencia de vida más allá de la Tierra y la naturaleza de la realidad continuará. Nuevas tecnologías y descubrimientos científicos seguirán expandiendo nuestro entendimiento, y nos interconectarán con las sabidurías antiguas y presentes, que nos pueden ofrecer otras visiones para ir completando el rompecabezas del lugar en él.



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Franco Orlando


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