En las profundidades del Atlántico hay una cascada submarina de varios kilómetros de altura.
Te preguntarás dónde está y cómo es posible que haya un salto así bajo el agua, lo resolvemos.
Las cascadas submarinas son un fenómeno natural poco conocido, pero sorprendente.
El océano Atlántico esconde un secreto emocionante y poco conocido: las cascadas submarinas. Un equipo de científicos de la Universidad de Barcelona se ha lanzado a explorar estas maravillas, descubriendo su variedad, qué las provoca y cómo afectan al medio ambiente. ¡Y lo más emocionante es que han encontrado la cascada submarina más grande del mundo! Un hallazgo que desafía nuestras expectativas sobre estos fenómenos naturales.
¿Cómo se forman las cascadas submarinas?
Las cascadas submarinas se forman principalmente debido a las diferencias de densidad entre las capas de agua.
Esto sucede por cosas como la temperatura del agua, lo salada que está y cuántos sedimentos tiene.
Pero también influyen las corrientes oceánicas y los trozos de tierra que se desprenden.
Por ejemplo, cuando el agua de la superficie está más caliente y menos salada que la del fondo, crea una especie de diferencia de "peso" que desencadena la cascada.
Esta diferencia puede ser causada por diferentes cosas, como el sol calentando el agua, o el hielo marino derritiéndose y mezclándose con el agua.
Todo esto junto con los sedimentos que se acumulan en el fondo contribuyen a formar estas asombrosas caídas de agua bajo el mar.
Tipos de cascadas submarinas
En el mundo submarino, podemos encontrar dos tipos principales de cascadas: las de agua y las de sedimentos.
Como ya hemos explicado, las primeras ocurren cuando aguas con densidades diferentes se encuentran y se mezclan en el océano, creando un espectáculo natural impresionante.
Esto suele suceder en lugares donde el agua tiene temperaturas y salinidades muy diferentes.
La famosa cascada submarina de las Islas Mauricio: este fenómeno es único porque la erosión es particularmente direccional.
Hay una grieta en forma de herradura en el extremo de la meseta submarina, y a medida que las corrientes arrastran la arena va cayendo a través de la grieta.
Por otro lado, las cascadas de sedimentos se forman cuando los materiales como arena, limo y arcilla se acumulan en el fondo marino.
Estas acumulaciones pueden dar lugar a estructuras que se asemejan a cascadas, especialmente en áreas donde las corrientes oceánicas son potentes y llevan muchos sedimentos consigo. Un ejemplo de ella se encuentra la isla de Mauricio.
La cascada submarina más alta del mundo
En las frías aguas del Estrecho de Dinamarca, entre Groenlandia e Islandia, se alza la cascada submarina más alta del mundo, un espectáculo natural que desafía la imaginación.
Con más de tres kilómetros de altura, esta maravilla acuática es el resultado de un fenómeno extraordinario: el agua fría y densa del Ártico se hunde y fluye hacia latitudes más bajas, siguiendo los contornos del fondo marino.
Trayecto hacia la cascada submarina más grande del mundo.
Esta cascada invisible tiene un caudal de más de tres millones de metros cúbicos por segundo, una fuerza impresionante que ejerce un papel vital en la regulación del clima global.
El relieve submarino del Estrecho de Dinamarca es asombroso: en solo unos pocos kilómetros,
la profundidad pasa de 500 metros a más de 3.000 metros.
Esta abrupta caída impulsa a la corriente de fondo a acelerarse y desbordarse en forma de cascada submarina, inundando las vastas hondonadas del norte del océano Atlántico.
Según los científicos, las cascadas submarinas desempeñan un papel crucial en la regulación del clima global, influenciando la termo halina atlántica y los ecosistemas de aguas profundas.
Además, facilitan la distribución de nutrientes y organismos marinos al mezclar aguas de diferentes densidades, beneficiando a las comunidades marinas.
Importante fenómeno que ayuda a controlar el clima de ahí la importancia de su estudio y seguimiento por la ciencia
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