1. La lucha de clases entre millonarios (empresarios y políticos) y miserables (que jamás les alcanza para vivir), sólo desaparecerá cuando enterremos –con violencia o sin ella- el sistema capitalista. Llevamos viviendo la lucha desesperada del 80 por ciento de pobres por encontrar trabajo e ingresos para una vida decente. A mi Marx me enseñó que cualquier relato, cuento, crónica, investigación, es sólo una trampa en beneficio de la clase dominante sino se construye estudiando la acumulación capitalista. ¿cómo resistir que un puñado de personajes (respaldados por armas, ejércitos, iglesia y medios de información), nos tengan aplastados por más de cuatro siglos?
2. ¿Por qué los políticos y empresarios, que han mantenido a los pueblos en la miseria, son aplaudidos y homenajeados; de otro lado, a los narcos el Chapo, el Mayo., el Caro Quintero (jefes de distribución de droga) se les asesina, encarcela y se decreta contra ellos las penas más altas? ¿Por qué en México hay 500 mil miserables en prisión por robarse una cartera, sin defensa y sólo dos o tres presos burgueses cuentan con defensas pagadas? Es una muestra absoluta de la lucha de clases. A prisión los pobres y los ricos a gozar en cualquier paraíso en México o el extranjero. Mi propuesta sería abrir 500 fábricas bajo control obrero, expropiando a los millonarios.
3. Entre narcos y gobierno no entiendo mucho de eso de la venta de drogas, pero comprendo que es menos mala la venta frente a los funestos gobiernos que mantienen a los pueblos en la miseria al acumular capital, mucho dinero. Provocan que el 80 por ciento de los pueblos vivan en la miseria. Entiendo que la droga la compran los burgueses, los que tienen dinero. La masa de pobres apenas bebe cerveza siempre promovida por el propio gobierno para cobro de impuestos y para enloquecer a la población. Ahora los millonarios y los gobiernos culpan en todo a la delincuencia y me pregunto: ¿no son acaso los sin trabajo, que buscan mantener a su familia?
4. Hace unos 30 años cuando escribí, siendo aún profesor, que si fuera un desempleado y diario viera la desesperación por comer de mis hijos, también le entraría a robar y secuestrar. Alguien en carta me respondió que estaba muy mal decirlo. No le respondí; pero hasta hoy sigo pensando que el 99 por ciento de quienes lo hacen tienen la razón absoluta. Obvio que les aconsejaría que salgan en masa a las calles, que bloquearan avenidas y de ser posible ocupen oficinas pidiendo la renuncia de los gobiernos en turno. La población no necesita gobiernos, sino autogobiernos. No necesita directores de fábrica o terratenientes que le alquilen tierras. Sola puede sin jefes.