1. En la década de los 60 nuestra movilizaciones o manifestaciones en la ciudad de México (CDMX) fueron relativamente pocas y de universitarios; el apoyo a Cuba de Fidel, a Vietnam de Ho, al socialismo, la lucha contra el imperialismo yanqui, así como contra los gobiernos de México, fueron siempre nuestro grito de combate. Las marchas partían de "la Diana Cazadora" o del monumento del ángel" y hasta 1968 sólo llegábamos al monumento a Juárez, dado que estaba prohibido llegar al zócalo. A partir de ese año las concentraciones fueron más numerosas exigiendo la renuncia del presidente Díaz Ordaz y luego de Echeverría Álvarez, sobre todo porque creció la represión y la brutalidad militar.
2. El gobierno de Echeverría buscó calmar el descontento general por la salvaje represión del movimiento estudiantil del dos de octubre; sin embargo, en 1971 surgió una nueva represión -ahora de Echeverría- contra una marcha estudiantil. Por ello nunca cesó nuestro grito para exigir la renuncia y cárcel de Díaz Ordaz y Echeverría. Pero a partir del presidente Salinas las concentraciones de protesta crecieron hasta llegar a más de 10 marchas diarias en los sexenios de gobierno de Peña Nieto, López Obrador y en lo que va el gobierno de Sheinbaum. Antes las demandas fueron gritando, , exigiendo la renuncia, el cese y la cárcel a los gobernantes. Hoy, inteligente la burguesía, inventó la mesa de negociación para calmar a los bobos.
3. Hace unos días, siguiendo a miles de buscadores de sus familiares muertos, se toparon con un rancho de Teuchitlán de Izaguirre, Jalisco, que durante años fue usado como "campo de exterminio de seres humanos". Todo el gobierno de Sheinbaum y el anterior de López Obrador de Morena -como perros rabiosos- se han lanzado con todo para negar o suavizar la información. La realidad es que en las décadas anteriores estaríamos en las calles exigiendo cárcel para los presidentes y sus más cercanos colaboradores. Pero la mediatización usada por los gobiernos con las llamadas °mesas de diálogo", emparejan con la cobardía de quienes piden de rodillas "justicia y que no vuelva a suceder" es risible y vergonzosa.
4. Los últimos 20 gobiernos de México –de los tres partidos (PRI, PAN, Morena) han sido capitalistas empresariales, muy funestos para los pueblos. Cada presidente se ha robado por lo menos mil millones de pesos del erario público más los negocios privados que con más facilidad esconden. Quizá los grandes desfalcos sean de menor interés que el mal gobierno cuyas obras materiales fueron tres o cuatro veces más caras de lo prometido; otras como el sistema de salud, de educación y de seguridad las han dejado peor que antes. Esos mandatarios deberían estar en la cárcel por destruir lo poco que tenía el país. Se podría si la clase trabajadora tuviera un poco de conciencia. Pero no; tendremos que esperar 100 años más. (19/III/25)
