Recuerdo que cuando en
la clase de Constitucional se trataba el tema de democracia, se llegaba
a la conclusión que había más supuestos, tantos objetivos como subjetivos
para estar hasta el fin del curso discutiendo del mismo tema, y si por
casualidad alguien mencionaba la palabra libertad, ahí mismo se transformaba
el aula en una pequeña sesión de replicas y contra replicas.
Todo terminaba en una
tregua en el aprendizaje, dispuestos a romper con la misma en caso si
existiese la necesidad de volver tocar el tema, pues al final entendíamos
que como conceptos, pueden ser moldeados al pensamiento humano, cuando
digo pensamiento humano, pienso en el ser humano con sentido común
y visión práctica y consecuente con la historia.
Cuando en 1789 se enarbolaron
las consignas, libertad, fraternidad e Igualdad, nadie se imaginaba
que esos conceptos sirvieron como catalizador del modelo burgués al
capitalismo y por tanto el naciente sistema se proclamó como único
representante y protector de la “verdadera democracia y libertades
plenas del hombre”.
Hablar de libertad y
democracia en Cuba es bastante complicado, sí, lo digo con toda sinceridad.
El cubano ha adquirido en todos estos años de Revolución una cultura
increíblemente aguda y puede que te encuentres en situaciones bastantes
difíciles cuando por hacerte el conferencista, te ganes unas cuantas
preguntas de tus oponentes u oyentes. Puede que hasta un niño te ponga
en situaciones difíciles.
En realidad hay quienes
han llevado este concepto a lo subjetivo e individual y se olvidaron
de moldearlo con necesidad práctica del hombre de alcanzar su libertad
colectiva, enmarcada en una democracia sino perfecta, por lo menos solidaria.
Digo esto teniendo en
cuenta las cientos y tantas voces que se alzan en España y de
vez en cuando en República Checa y claro no faltaba más, en la Florida,
para que el “régimen dictatorial cubano” libere a los “presos
políticos” permita “plena libertades de expresión” y “elecciones
libres”.
Es decir que por fin
todos nosotros tengamos la maravillosa posibilidad de ver en la TV cientos
de canales de violencia y sexo, y muchos programas de glamour y chismes,
donde un asesino se jacta de matar, o algo sin precedente, un “pastor
de Iglesia” pedir el magnicidio de un presidente.
De vez en cuando ir
a casa de prostitución o Strip Tease, claro tener mi arma de fuego
para defender mis derechos, hacer uso de mi racismo xenófobo en plena
vía pública, darle de vez en cuando una limosna a algún niño desamparado,
entrar en la ola politiquera y disfrutar de diez o más partidos políticos
en plena campaña, y no ir a votar pues en definitiva ninguno satisface
mis necesidades.
Quizá me haga mafioso
y controle toda la producción de Ron o mejor todavía ver como me expulsan
del trabajo por pensar distinto al jefe, y entrar con mi arma en la
mano, todo decepcionado y hacer una carnicería en mi centro de trabajo.
A lo mejor disfrutar
de un buen robo para pagarme los estudios pues la remota suma
de 1000.00 Euros, para matricular en la facultad de derecho de la Universidad
tal o más cual de España sería imposible tener.
O algo mucho mejor, vivir
de huelga en huelga exigiendo mis “derechos laborales” aunque me
pase toda la vida sin ganar nada, ah, lo apotioso, poder agarrar mi
pasaporte e irme de viaje a Hawai en mis vacaciones, sin importarme
un bledo si Palestina fue arrasada de la faz de la tierra por Israel
o si aumentó la muerte de niños en África producto al sida.
O algo peor amanecer
un día sin en centavo, con la casa hipotecada, con aviso de extracción
o desalojo, enterarme que no tengo seguro médico, que hay un golpe
de Estado, o que el presidente se esfumó del país con todos nuestros
ahorro y que padezco del corazón.
Y por último algo que
no hubiese pensado, ser un homeless sin ninguna posibilidad de supervivencia
y ver como delante de mí, pasan esas voces que reclaman libertad y
democracia para cierto pueblo en el mundo y quedarme perplejo y en un
arrebato de conciencia, gritarles ¡¡¡ eh y los de aquí qué!!!
Bueno como pueden ver hay mucha democracia y libertades en el mundo y claro para aquellos que quieren lo mejor para los Cubanos, se los digo de corazón, gracias en pensar en nosotros, pero en “50 años sin libertad y democracia, aún sigo vivo”.
ogongora@ceproni.moa.minbas.cu