“Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otros sin su consentimiento”
Abraham Lincoln
Dicen que el próximo 26 de julio cantarán por la paz en Tegucigalpa.
Y todos nos preguntamos...
Será por eso o por intentar demostrar al mundo que en la tierra de Morazán no ha pasado nada.
Que todo está en sana paz.
Por eso cabe la pregunta:
¿Cantarán antes o después que el compañero Zelaya retome el poder?
Y si en verdad lo hacen por la paz, como lo hicieron en un supuesto que no creemos, en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Por qué razón no fueron a cantarle una serenata en la propia casa de Nariño al presidente Uribe cuando las FAC anunciaron la liberación del cabo Moncada.
Donde el mismo, se puso a hablar pistoladas y complicó la libertad del hijo de la cocinera.
O será que para ustedes el caminante de la paz, el medio indio Moncada, padre del cabo, no merece su canto.
Tal vez no sepan del interminable recorrido a pie por toda nuestra América, para intentar con su acto, la liberación de su hijo.
Por qué no se les ocurrió, caminar de manera simbólica con el valiente viejo aunque fuera sólo un kilómetro, intentando hacer un llamado al mundo con su admirable ocurrencia.
O quizás piensen que una cosa es cantar y una muy distinta es caminar sin descanso, al intentar arrebatarle a la muerte, la vida de su hijo por un simple indio viejo...
Hoy todavía retumban en mis sienes las palabras del presidente Uribe al enterarse de dicha liberación: “Que contento debe estar el viejo Moncada, que bueno, que alegría”
Y después se encargó de torpedear dicha liberación, sin pensar que los hijos de cualquier ser humano, son iguales a los hijos de los demás.
¡Por favor díganme que es verdad!
¡Que lo hacen por la paz!
Y si es así, busquemos otro puñado de cantantes para lograr que sean cientos...
¡Vamos! Ya casi no queda tiempo...
Vamos todos por el mundo...
Marchemos a Gaza y logremos por intermedio del canto, que cese el genocidio de los israelitas en contra del pueblo palestino e intentemos la paz...
Cantemos con el corazón, que seguramente el alma se contagiará y lograremos el regreso de la olvidada risa, en el rostro de esos niños palestinos que tanto la necesitan...
¡Vamos todos juntos!
Ustedes cantando y nosotros abrasando a todos los niños del continente africano, para intentar dar fin a la hambruna infinita...
¡Vamos todos juntos!
Marchemos a ciudad Juárez, para decirle a los hombres que las mujeres son para amarlas y no para matarlas...
¡Vamos todos juntos!
Vamos a Bagdad y ayudemos a olvidar con la magia del canto, a los miles de niños huérfanos por una guerra sin sentido...
¡Vamos ya!
E intentar por medio del canto y del amor, que los desaparecidos de nuestra América vuelvan a aparecer...
Vamos en busca de ese puñado de niños con falsos nombres que se los robaron a padres asesinados y abuelos en infinita espera...
Vamos, con las guitarras al hombro, a intentar abrazar igualdades...
Vamos, que si lo logramos, venceremos las utopías y lograremos alcanzarlas...
VAMOS QUE SI LO HACEN...
“LOGRARÁN CONVENCERNOS, QUE EN VERDAD CANTARÁN EN TEGUCIGALPA POR LA PAZ”