Recientemente el Gobierno Nacional anunció la devaluación “escalonada” del Bolívar Fuerte, creando cinco tipos de cambio: un cambio para artículos de primera necesidad por 2.6 BsF. por Dólar, un cambio para otros artículos por 4.3 y un cambio “paralelo” determinado por los precios de venta de “bonos cambiarios” que colocará el Banco Central de Venezuela entre los interesados, a fin de disminuir este tipo de cambio. Se estima que estaría por unos 5 BsF. Tendríamos otros dos tipos de cambio para la deuda interna privada y para las operaciones con títulos valores.
La primera impresión que esto nos produce este esquema es: “muy complicado”. Demasiados tipos de cambio y demasiadas organizaciones implicadas, seguramente cada una con una cultura organizativa distinta, lo cual puede complicar también la comunicación entre ellas.
En segundo lugar podemos decir que se ha dado una concentración en el valor de cambio del Bolívar Fuerte si el gobierno logra mantener la banda de cambios entre 5 y 2.6 pues se encontraba entre 2.15 y 7 u 8 BsF por dólar, lo cual resulta positivo ya que podría ser un paso hacia un precio unitario.
También hay que indicar que esta es una medida necesaria que tenía varios años de atraso en su aplicación, lo cual complicó la actividad productiva nacional e incentivó las importaciones, entre ellas las que llegan desde Colombia, país con el cual hemos llegado a tener un Balanza Comercial ampliamente desfavorable; también se han presentado casos como el del año 2008 en que Venezuela importó mas vehículos que China o el de convenios con países amigos, donde resultaba (¿o resulta? ) mas barato importar las partes o artículos de esos países que utilizar la producción nacional con lo cual se pierde buena parte de los beneficios que se buscan con esos convenios productivos.
Esto nos lleva también a preguntarnos, ¿por qué se utilizó el cambio 4.3 y no a 4.4 o 5, para mencionar algunos valores para el dólar petrolero? ¿Qué vamos a lograr con ese nivel y no con otro?. Todas esas son informaciones que se necesitan para conocer mejor las medidas y defenderlas con mas propiedad.
Sin embargo es una medida parcial o insuficiente ya que si uno de los objetivos es estimular la producción nacional y la productividad con un cambio a 4.3, ello solo se lograría en los sectores económicos donde se aplicaría este precio del dólar, mientras en los sectores que corresponden a la seguridad alimentaría se estaría estimulando el consumo con el tipo de cambio de 2,6, pero no la producción, con lo cual se merma la seguridad alimentaría a mediano plazo. Todo ello nos lleva a plantear la necesidad de unificar el tipo de cambio, utilizar uno solo, aceptando que la oferta y la demanda de divisas no puede obviarse sino que debe utilizarse para iniciar la construcción de la economía socialista.
Uno de los principales aliados de Venezuela es la República Popular China, tal como lo ha mencionado el Presidente Hugo Chávez, donde utilizan un solo tipo de cambio, el cual aunque puede comprarse y venderse con libertad, también es controlado por el estado manteniéndolo en los niveles estratégicos que necesita la economía China para continuar siendo una potencia productiva. El manejo chino del mercado cambiario ha permitido entre otros grandes logros desarrollar las fuerzas productivas internas, tanto industriales como agropecuarias y alcanzar un nivel de reservas internacionales que ya superan los 2.300.000 millones de dólares.
Habría de preguntarse si nosotros tenemos en ese sentido algo que aprender de China y si podemos aplicar algunas de sus medidas o solicitar la asesoría y los asesores necesarios para discutir nuestras políticas económicas y cambiarias, de una forma permanente, contribuyendo así a hacerlas mas objetivas y con objetivos bien definidos, de acuerdo a los problemas que presenta la construcción del socialismo en Venezuela, que son distintos a los que presentó y presenta la construcción del socialismo en la República Popular China.
En lo que respecta a la reacción internacional, desde todos los puntos de vista fueron impactados los actores internacionales con la medida de devaluación diferenciada que se tomó y en esto hay que extenderse un poco más, porque una de las grandes armas que utiliza el imperialismo para mantener empobrecidos a los pueblos, es precisamente la Teoría Económica, la cual en sus manos pierde sus características de ciencia para convertirse en ideología y se le hace un uso ideológico, lo cual quiere decir simplemente que se aplica para beneficiar al capitalismo y a los capitalistas.
Ese uso ideológico de la economía la expreso, sin proponérselo, un comentarista de CNN cuando al querer criticar la medida de devaluación monetaria indicó, que de todos los países de América Latina, el único que había realizado una devaluación era Venezuela, porque los demás habían revaluado sus monedas. Con lo cual además de chantajear con el efecto multitud (“si todos lo hacen, esta bien”) refleja la ideología subyacente en las devaluaciones desde el punto de vista imperialista, en el sentido que son negativas para la economía, mientras lo positivo es la reevaluación. Sin embargo los mercados reflejaron otra cosa; por una parte todas las grandes empresas transnacionales que realizan actividades económicas en el país informaron que la devaluación impactará sus ganancia, de acuerdo a la participación que tiene Venezuela en los beneficios que alcanzan anualmente. En esta aspecto hay que señalar que la devaluación limitará los grandes excedentes que tenían programado enviar a sus casas matrices, desde nuestro país, para paliar en algo la inmensa crisis, en la que se encuentran inmersos.
Como ejemplo podemos mostrar lo reportado por Wall Street Journal: “Colosos de la envergadura de Telefónica S.A., Colgate-Palmolive Co. y Avon Products Inc. se han esforzado por ampliar las ventas de sus productos y servicios en América Latina. Ahora, con la devaluación del bolívar venezolano, parte de las ganancias obtenidas en la región está bajo amenaza.
Venezuela devaluó el bolívar la semana pasada de 2.15 a 4,3 unidades por dólar, una medida que golpeará a las multinacionales cuyos negocios en América Latina han estado creciendo. En la práctica, la conversión de bolívares a dólares, euros u otras divisas disminuirá las ganancias.”
Con esto no quiero decir que la economía venezolana es mas importante de lo que realmente es, sino que es una muestra de la inmensa arma económica que tienen en sus manos los países pobres del mundo para revalorizar sus empresas, sus economías y disminuir la sangría que significa el envió constante de capital de los países pobres a los países ricos e invertir endógenamente en su crecimiento, los excedentes que genera su actividad económica.
Desde el punto de vista de su impacto en la economía del país, la prensa especializada considero en general que la medida tomada era adecuada y necesaria, lo cual a su vez se vió reflejada en la calificación de riesgo (calidad crediticia del país), la cual mejoró después de la medida.
Entre los factores que pueden obstaculizar alcanzar todos los beneficios que generen estas medidas esta la inflación, uno de cuyos elementos es el precio de las importaciones pero no es el determinante para fijar los pecios, por lo cual tal como se ha planteado debe crearse un frente de lucha de clases, no solo en el terreno práctico de las comunidades conjuntamente con INDEPABIS, sino también en la lucha ideológica con la política económica burguesa a fin de aplicar instrumentos que consoliden un modelo de desarrollo y crecimiento propio de la economía venezolana que a la vez sirva como modelo con posibilidades de aplicación en otros países dominados por el capitalismo y el imperialismo.
Oscar111147@yahoo.com
Caracas, 24 de enero de 2010