Madison (sábado 7 de marzo). Cientos de personas se manifestaron el sábado en protesta por la muerte a manos de la policía de un joven afroamericano de 19 años en Madison, Wisconsin.
El incidente se produjo en medio de un creciente escrutinio al uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas del orden contra minorías, pobres y enfermos mentales.
Con gritos de "todo el maldito sistema es culpable como el infierno", los presentes caminaron pacíficamente desde la sede de la policía en la capital estatal hasta el vecindario en el que la víctima desarmada fue abatida por un policía en la noche del viernes.
Llevaban una pancarta con el eslogan "Las vidas afroamericanas importan", que ocupaba todo el ancho de la calle, y carteles con "Justicia para Tony" y "5 disparos 5 veces inaceptable".
El suceso ocurrió después de que un agente policial respondió a llamados que aseguraban que un hombre estaba esquivando automóviles en medio del tráfico y había golpeado a una persona, dijo el jefe de policía local, Mike Koval.
El oficial siguió al sospechoso hasta un departamento, fue golpeado en la cabeza y disparó al joven, que murió más tarde en un hospital, señaló Koval.
Una investigación inicial no halló ningún arma, pero era aún muy pronto para saber si la víctima, identificada como Tony Robinson Jr., estaba desarmada, aseguró.
Al otro lado de la calle, frente a la casa en que fue abatido Robinson, amigos y otras personas se reunieron el sábado, muchos de ellos llorando.
"Lo he visto en las noticias, gente inocente siendo disparada por la policía. Nunca pensé que le ocurriría a uno de mis mejores amigos", dijo Ramsey Peck, de 18 años, amigo de la víctima, a quien describió como "lo más opuesto a la agresividad".
Alexandra Yahnke, una estudiante de 24 años que vive en el vecindario, dijo: "Definitivamente esta zona tiene problemas con las relaciones raciales, de las que nadie habla".
El Departamento de Justicia de Wisconsin supervisará la investigación en lugar de las autoridades locales, de acuerdo a una ley promulgada el año pasado.
El año pasado, la muerte de hombres afroamericanos desarmados en Ferguson, Misuri, y en Nueva York a manos de policías desató una ola de manifestaciones a nivel nacional por el excesivo uso de la fuerza por parte de las autoridades.