Barranqulla, noviembre 1° - El Tribunal Superior de Barranquilla exigió al presidente Juan Manuel Santos salvaguardar a la comunidad indígena kankuama, exterminada casi completamente por el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), reseñaron hoy noticiarios.
Tal instancia judicial exhortó al mandatario a cumplir en el menor tiempo posible un grupo de medidas encaminadas a amparar a ese pueblo originario, precisó el portal digital El Universal.
Adicionalmente la Sala de Justicia y Paz, perteneciente a dicho tribunal, pidió al Ejecutivo rescatar la cultura de esa colectividad, cuyos sobrevivientes habitan en el norte del país, particularmente en la Sierra Nevada de Santa Marta, junto a las etnias koguis, wiwas y arhuacos.
Ese macizo, mayor formación montañosa litoral del planeta, abriga a la legendaria ciudad perdida edificada milenios atrás por los indios tayronas.
Según el fallo de la corte, los kankuamos fueron aniquilados casi en su totalidad por las AUC, y aquellos que quedaron con vida terminaron prácticamente desarraigados al perder parte de sus costumbres y por consiguiente su identidad, amplió El Universal.
Dentro de su cosmovisión, la gran madre universal creó el mundo y a sus cuatro hijos -kankuamo, ika, kogui y wiwa- a los cuales les asignó un territorio específico en la Sierra Nevada.
Apuntes históricos precisan que tal agrupación humana se diferenciaba de los demás grupos serranos por el vestido: dos mantas cruzadas para las mujeres y pantalón corto y sombrero de paja para los hombres.
En Colombia sobreviven unas 84 etnias aborígenes, entre las más conocidas destaca la muisca o chibcha, asentada desde tiempos precolombinos en el altiplano Cundiboyacense, que abarca tierras de Cundinamarca y Boyacá.
Desde esa época gozan de fama como experimentados orfebres y agricultores.
Los muiscas están ligados a la leyenda de El Dorado, según la cual uno de sus caciques cubría el cuerpo con polvos de oro para hacer ofrendas a los dioses de las profundidades en la laguna de Guatavita.