Brasilia, diciembre 7 - La directiva del Senado brasileño se rebeló ayer contra una cautelar dictada por un juez del Supremo que suspende de su cargo al presidente de ese órgano, Renán Calheiros, por su condición de reo en una causa penal por corrupción.
El embrollo jurídico llevó al Senado a ratificar a Calheiros en su cargo y a suspender las sesiones previstas, añadiendo más incertidumbre a la delicada situación política de Brasil y causando “preocupación” en el gobierno de Michel Temer, que podría ver frenada su intención de recortar el gasto público por 20 años.
Calheiros es dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb), que lidera Temer, quien confía en su formación para impulsar la votación de impopulares medidas de un severo ajuste fiscal, que mantienen a Brasil bajo constantes protestas.
Si Calheiros sale del cargo, su sustituto será el actual vicepresidente del Senado, Jorge Viana, del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la destituida ex presidenta Dilma Rousseff, que califica a Temer y al Pmdb de “golpistas”.
Según el diario O Globo, Viana dijo en privado que suspenderá las votaciones sobre las reformas claves del Gobierno, como la propuesta constitucional de un tope al gasto público.
A siete meses de su mandato, Temer decepciona a sus seguidores pues, además de la corrupción, su gobierno no logra arrancar la economía. Adicionalmente, el Gobierno propuso elevar la edad mínima de jubilación en 65 años, actualmente en 55, como parte de una reforma al sistema de pensiones.