26 de febrero de 2018.- El crimen de una niña de 11 años, violada y estrangulada, desató la ira popular contra la policía en la ciudad argentina de Junín, con saldo de varios agentes heridos y diez vecinos arrestados.
El terrible suceso ocurrió al mediodía del domingo cuando la niña salió de su casa en bicicleta para ir a comprar el pan, pero fue captada por un sujeto que la violó y la estranguló, según la investigación policial.
El cuerpo fue hallado maniatado en la bañera de una casa cuando la policía realizaba una requisa casa por casa tras la denuncia sobre la desaparición de la menor. El casero de la vivienda estaba en el lugar y fue arrestado inmediatamente como el principal sospechoso.
"Fue un crimen flagrante, le dijo a la policía que no se podía entrar al baño porque tenía una cañería rota y al correr la cortina de la bañera los oficiales se encuentran con esta escena monstruosa", relató a la prensa el fiscal de Junín, Sergio Terrón.
El fiscal precisó que el hombre tiene 40 años, es soltero, sin antecedentes penales y trabajaba como casero en una residencia vacacional desde hacía cuatro meses. La vivienda se encuentra a pocos metros de la casa de la niña.
"Yo no tengo ninguna duda de que el detenido es el autor, la prueba es contundente", afirmó Terrón.
La autopsia indicó "que se trató de una asfixia mecánica por sofocación que le produjo un paro cardiorrespiratorio y previamente se pudo constatar que había sido ultrajada sexualmente", dijo.
"Presentaba signos de haberse defendido, y el detenido presenta rasguños", indicó.
El caso fue clasificado como "homicidio doblemente agravado con alevosía y ensañamiento y le cabe una pena de reclusión perpetua", dijo el fiscal.
Por la noche, cuando los vecinos conocieron los detalles del caso atacaron a la policía a pedradas, incendiaron dos patrullas y protagonizaron las revueltas que dejaron varios policías heridos tras una marcha para pedir justicia.
"Levantar las pruebas y sacar el cuerpo de la niña de la casa fue muy difícil", relató Terrón.
Vecinos intentaron atacar al sospechoso cuando era retirado esposado de la vivienda bajo una lluvia de piedras, según testigos.
Argentina registró 292 casos de feminicidio en 2017, de los cuales 17% eran niñas o adolescentes, 33% tenía entre 19 y 30 años de edad, 34% entre 31 y 50 años, y 15% era mayor de 50 años.