(AFICHE) Euronegritos en las selecciones catiritas... ¿Y en el Mediterráneo, qué...?

En mi opinión el mejor de la historia fue el Mundial de Chile, en 1962.

Cada vez que lo digo, alguien salta y dice, pero si el mundial de Chile es el más criticado en los resúmenes de los mundiales....

Y es natural que fuera así, porque al sistema capitalista imperialista del mundo, el mundial de Chile les pica, les duele como patada en el hígado. Para entender esto hay que recordar que cuando este se desarrolla estamos en plena guerra fría de la posguerra. Por esos entonces, además, Estados Unidos sufría terribles diarreas en los días de los mundiales, porque, simplemente, dejaba de existir para el planeta. Ahora los gringos de cuando en vez van a los mundiales, por entonces, nada de nada, ni tenían selección, así que, cuando la pelea era de frentemente contra la Unión Soviética en particular y en contra del mundo socialista en general, viene y se les atraviesa el mundial de Chile, donde no les gustó para nada el podio de los cuatro primeros:

1° Campeón, BRASIL (país del tercer mundo)

2° Vicecampeón, CHECOSLOVAQUIA (país socialista, por entonces)

3° Chile (país del tercer mundo)

4° Yugoslavia (país socialista, por entonces)

Así que desde entonces, cada vez que hay que hablar de ese torneo, la prensa del sistema excluído de ese podio, la prensa visagra imperial dice que fue un evento de full violencia, e ilustran eso con un solo partido, el de Chile 2, italia 0, donde se quejan porque los jugadores italianos fueron "maltratados". Pero la cosa fue así: los jugadores italianos, amparados en su fama mediática creyeron que podían ir a Chile y golpear a mansalva a los dueños de casa. En esos tiempos, Sergio Silva era el relator deportivo de mayor prestigio en Chile, reconocido por su sobriedad y exactitud al relatar, además de ser un talentoso actor, locutor comercial y humorista, lo que es curioso para un hombre muy sobrio. Pero hacía reír.cuando de eso se trataba. Pero en lo demás, era un monumento a la seriedad y sobriedad. No relataba con la habitual velocidad de los locutores de fútbol. El era hasta lento, pero nunca se quedaba detrás de una jugada.

Sergio Silva relataba que "...lleva la pelota Leonel Sánchez, avanza Sánchez pero, le han dado una patata, le dan otra y otra, ¡lo han tumbado! ¡qué se crée esa mierda..!" lo cual fue estremecedor para la audiencia porque no eran años en que se escucharan palabrotas en los medios de comunicación y menos un exabrupto así de parte de tan distinguido profesional.

El asunto, sin embargo, le gustó al pueblo, que sentía que había que darse a respetar. Los medios extranjeros dijeron que cómo era eso, que cómo era posible que el árbitro no hubiera visto nada, porque Leonel Sánchez, fue tumbado pero cuando se paró, dió preciso golpe al mentón del jugador italiano, que se se desplomó sobre su eje. Y no es raro que el árbitro no viera nada, como tampoco vió las tres patadas previas contra el chileno Sánchez. Sucede que Leonel era hijo de un campeón sudamericano de boxeo, el cual quiso llevar a su hijo por el mismo deporte, pero el muchacho abandonó el ring por la cancha de fútbol, quedandole sí el conocimiento adecuado de cómo y dónde pegar a la hora de que la pelea es peleando. Como sabía pegar, no echó la mano para atrás, simplemente corto y preciso al mentón y ya. Italia terminó con un expulsado y perdiendo el partido 0 a 2. Chile ya le había ganado a Suiza 3 a 1 y se llevó 3 puntos más. Así que no le crean a los recuentos de las agencias informativas del stablishmen, la cosa fue como se las cuento aquí, para honor de nuestro maltratado tercer mundo.

Aunque no para todos el mundial de Chile fue tan ninguneado. Estando en la entonces Unión Soviética, una señora chilena se acercó al cosmonauta Yuri Gagarin y le pidió un autógrafo. Yuri le dijo sí, cómo no señora. Le preguntó su nombre y luego de qué país era. La señora, con humildad, le dijo "bueno, señor Gagarin, yo vengo de un pequeño país que queda al fin del mundo, yo vengo de Chile..." Gagarin le firmó y cuando le devolvía el papelito y el bolígrafo, le dijo: "Un pequeño país al fin del mundo que en Arica nos ganó dos goles a uno..."

Había una fuerte oposición europea al mundial en Chile. En una reunión de la FIFA, los países europeos dijeron que cómo pretendía hacer un mundial un país que no tenía nada, sin dudas atacando la escasa oferta hotelera de Chile por aquellos días... Carlos Dittborn, presidente del fútbol chileno se paró y les dijo: "Claro, como no tenemos nada, queremos tenerlo todo.." Y el mundial se fué para Chile y allá se llamó a un voluntariado, que las familias ofrecieran sus casas para hospedar al exceso de visitantes que no cupiera en los hoteles. Conocí aquí en Caracas a un simpático señor español, que con otros tres o cuatro amigos viajó al mundial de Chile desde las Españaz. ( Él, luego vino a Venezuela a jugar fútbol profesional y se quedó aquí en Carcas ). El asunto es que estos españoletos se hospedaron en casas de familias durante el mundial, comida y dormida por mucho menos que un hotel, por supuesto. Las relaciones que ellos hicieron fueron de tal amistad, que treinta años después, cuando me lo contaron, ellos todavía intercambiaban tarjetas de navidad con las familias anfitrionas de Santiago. Es más, uno de los hospedaos, volvió a Chile y se casó con la hija de su familia anfitriona. Espero que hayan sido felices y hayan comido perdices, para que el señor ese no ande por ahí con malos recuerdos del Mundial del 62...

Por cierto, Max Berrú fue un joven ecuatoriano que viajó a Chile con su padre para ver el mundial. Una vez terminado el torneo, le dijo a su papá que le gustaría volver a estudiar en Chile, cosa que hizo, matriculándose en la combativa y bolchevique Universidad Técnica del Estado, donde el rector, el presidente de los profesores, de los empleados, de los obreros y de la Federación de Estudiantes eran ¡comunistas! Allí Max ingresó al ya legendario conjunto Inti-Illimani, los primeros en grabar el "Venceremos", los que hicieron mundialmente conocida la bella canción uruguaya que dice "Simón Bolívar Simón, caraqueños americano...." Max Berrú murió hace poco y fue sembrado como héroe de la música comprometida de Chile.

Y a propósito de música, les cuento algo, pero sin discutir que la mejor canción de todos los mundiales ha sido "Un Verano Italiano", del Mundial de Italia, por supuesto, que cantaron de manera estremecedora Gianna Nannini y Edoardo Bernnato en la inauguración de Italia '90. Pero el cuento prometido: En el tiempo del mundial de Chile no existía eso como de tener a juro una canción, aunque en Chile'62 la tuvimos pero por fervor popular y no porque llamaran a un concurso ni cosa parecida. Sucede que para el Festival de Viña que correspondía para ese año, presentaron a concurso una canción, "El rock del Mundial", que no fue clasificada para ser defendida en el festival, fue rechazada. Sin embargo, el grupo Los Ramblers la graba coincidiendo con el mundial y debe ser con "La Novia", de Antonio Prieto, una de las canciones más escuchadas y vendidas en la historia de Chile, éxito que jamás ha logrado una canción ganadora del culijunto Festival de Viña del Mar. Hagan la prueba en cualquier fiesta de chilenos, pongan a sonar "El Rock del Mundial" y los chilenos brincarán a la pista, de paso, en lo que yo consideraría la única pieza donde los chilenos se hacen sentir como bailadores...

Otro recuerdo que tengo de ese para mi el mejor Mundial de Fútbol, es lo que viví cuando fui al fundo Releco, en las cercanías del Lago Panguipulli (Tierra de Pumas en el idioma de los hermanos mapuches). Con a fiebre del mundial recién vivido, en esa encaramada cordillera, a pocos kilómetros de la frontera con Argentina, se organizó un torneo de fútbol para un día domingo, y vinieron equipos representativos de otros tres fundos madereros, Toledo, Puñir y otro que no recuerdo. Emulando la ceremonia de inauguración del mundial, estos equipos de campesinos hicieron también su desfile inicial y cuál sería la sorpresa al ver que todos habían cambiado sus uniformes y venían con pinta nueva: ¡todos los cuatro equipos vestían ahora los colores de la selección chilena..!

Cosas, recuerdos que tengo de este este, el Mundial del 62, que para mi visión política y social del mundo, y de las esperanzas de los pueblos, ha sido el mejor mundial de todos, porque nosotros, los considerados del patio trasero del mundo, les pateamos el culo bien pateado a los poderosos del La Tierra. Recuerdos que quedan, como me recordaré de este espléndido Rusia 2018, espléndido por Rusia como tremendo anfitrión, y donde más que nunca se ha notado cómo los equipos europeos están bien abastecidos de africanos, --mi dibujo que acompaña esta nota--, jugadores del continente de donde salieron, igual como de América, las riquezas que engrandecieron a Europa y que ahora que lo dejaron, ya vacío y pobre, ahora se niegan a recibir a sus habitantes como refugiados, claro, porque si se salvan de un naufragio en el Mediterráneo, estos hermanos les van a tocar, decentemente, las puertas de sus playas, y no llegan a cañonazos, como los de la puta europa entraron de colonizadores a sus sagradas y africanas tierras.

 

Y para cerrar este despacho, se me le ocurre ejercer ciertas relaciones que aquí se dan. Coincide la final del Mundial Rusia 2018 con el Día del Niñ@ en la República Bolivariana de Venezuela. Y en esta misma semana que termina, fue el cumpleaños de Neruda. Y Neruda es chileno, cuando hicimos una nota sobre el Mundial del 62, en Chile. Y he aquí entonces un poema de Neruda dedicado al niño, desde su pié. Y en la ilustración puse ese pié sobre una pelota, este domingo rodando por última vez en este mundial. ¿Queda algor por decir? Sí: ¡felicidades en su día mis queridas niñas y niños de la República Bolivariana de Venezuela! Y que gane Francia.



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