08.11.20 - El presidente de EE UU, Donald Trump, regresó este domingo 8-N a su club de golf privado de Sterling (Virginia) y siguió sin reconocer la derrota en las elecciones del 3 noviembre, en las que se impuso el candidato demócrata, el ya mandatario electo Joe Biden.
Apenas unas horas antes de que se hiciera oficial el triunfo demócrata, Trump había vuelto a poner en jaque a los verificadores de Twitter autoproclamándose vencedor de los comicios «por mucho». No ha sido así, pero el candidato republicano tampoco reconoció la derrota ni hizo la llamada de cortesía para felicitar a Joe Biden. Un gesto tácito que viene cerrando la contienda electoral norteamericana desde hace décadas. Ocurrió así hasta en las luchas más encarnizadas: la que mantuvo Nixon con Kennedy o, más recientemente, la de Al Gore con Bush.
La mayoría de asesores del presidente comenzaron a finales de la semana a reconocer en privado que habían perdido, pero el propio Trump seguía sin ningún plan de dar un discurso de concesión, algo que es una tradición en el país.
"Obviamente no va a conceder" la derrota, dijo su abogado, Rudy Giuliani, en una rueda de prensa este sábado en Filadelfia (Pensilvania).
Biden, quien fue exvicepresidente entre 2009 y 2017 con el entonces mandatario Barack Obama, se presentó en ese discurso como el líder conciliador que buscará acabar con la polarización en el país.
Previamente, Trump, que también pasó el sábado la jornada practicando su deporte favorito en su club privado a las afueras de Washington, había insistido en que las elecciones estaban "lejos de haber finalizado" y prometía una ofensiva legal ante sus denuncias, sin evidencias, de fraude electoral.
Históricamente, una vez que los medios de comunicación proyectan el resultado definitivo, al cabo de unas horas el derrotado suele llamar al candidato victorioso para felicitarle.
No obstante, parece que Trump, quien se ha caracterizado por no seguir las tradiciones políticas de Washington, no tiene previsto reconocer la derrota en el corto plazo.
Más allá de los cruces de acusaciones, las ciudades donde hay una mayoría demócrata, como Washington, Nueva York o San Francisco se convirtieron el sábado en toda una fiesta, con ríos de gente inundando sus calles y gritando "Trump, estás despedido", la mítica frase que el magnate pronunciaba en el programa televisivo The Apprentice.
La proyección del triunfo de Biden llegó después de casi cuatro días de agónica espera, mientras los estados contaban el récord de papeletas enviadas por correo en las elecciones con más participación de la historia del país.
Donald Trump se unirá a Gerald Ford, George H. W. Bush y Jimmy Carter en la lista de mandatarios de EEUU a los que los votantes no les dieron su apoyo para un segundo mandato, una vez que se oficialice su derrota frente a Joe Biden en las elecciones del martes pasado.
El presidente republicano, que no solo no ha reconocido haber perdido las elecciones sino que afirma haberlas ganado, tiene la costumbre de llamar "perdedores" a los que no logran sus objetivos o salen mal parados en alguna empresa.
Con información de agencias.