«Según información de la Fiscalía General de Justicia de la entidad, hubo 20 personas victimadas, entre ellas, el alcalde de ese municipio, Conrado Mendoza, y su señor padre», quien también había sido alcalde de San Miguel Totolapan, dijo este jueves en conferencia de prensa Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad Pública.
La tarde del miércoles, la fiscal general de Guerrero, Sandra Luz Valdovinos, dijo que el ataque había dejado originalmente 18 personas fallecidas y dos lesionados.
Este jueves, Valdovinos dijo a la cadena Televisión Azteca que aún no hay detenidos por la masacre.
«De las indagatorias recabadas no se desprende elemento de prueba suficiente que permita determinar quién es el probable responsable», detalló.
Ricardo Mejía añadió también que los asesinatos ocurrieron en el contexto de disputas entre grupos criminales de la zona, entre ellos uno conocido como «Los Tequileros», dedicados al trasiego de amapola, secuestro y extorsión.
Los Tequileros habían actuado años atrás en esta comunidad, perpetrando sobre todo secuestros extorsivos, pero su influencia se vio mermada en 2018 tras la muerte de uno de sus líderes en un choque con policías comunitarios.
Según la prensa, días atrás en la comunidad circularon presuntos mensajes de esta célula criminal en los que amenazaba con volver a San Miguel Totolapan.
Tras la agresión, los accesos al poblado, de unos 4.300 habitantes y enclavado en la denominada Tierra Caliente de Guerrero, fueron bloqueados con camiones y autobuses.
Desde hace más de dos décadas, Guerrero, en la costa del Pacífico y uno de los estados más pobres del país, ha sido sacudido por la violencia desatada por la presencia de grupos rivales que buscan controlar el tráfico de drogas y el cultivo de amapola y marihuana.
México registra más de 340.000 asesinatos, la mayoría atribuidos a las organizaciones criminales, desde el lanzamiento de una polémica ofensiva militar antidrogas en diciembre de 2006.