El gobierno de Guatemala inició un diálogo con los representantes de las organizaciones ancestrales que mantienen bloqueadas unas 125 carreteras en todo el país exigiendo la renuncia de la fiscal general, María Consuelo Porras Argueta, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana.
Seis representantes de organizaciones indígenas conversaron en la Casa Presidencial, en la capital, con el presidente Alejandro Giammattei y una misión mediadora de la Organización de Estados Americanos (OEA), y pidieron al mandatario solicitarle la renuncia a la polémica fiscal.
Sin embargo, Giammattei les dijo que por ley no puede hacer ese pedido, dijo a periodistas el líder indígena Luis Pacheco, dirigente de la organización de 48 cantones del municipio de Totonicapán.
Porras fue renombrada en el cargo en 2022 por el presidente Alejandro Giammattei por otros cuatro años, tras un primer periodo al mando de la fiscalía.
En un comunicado, la presidencia de Guatemala indicó que la reunión se desarrolló en un ambiente de respeto. «Se escucharon sus demandas y se ofrecieron alternativas para que las mismas sean planteadas ante entidades que tienen competencia legal para atenderlas», dice el texto.
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La mesa de Diálogo aspira logar una solución definitiva a la crisis política.
La reunión se dio luego que Giammattei, publicara este martes una carta en redes sociales donde acusa al mandatario electo de ese país, Bernardo Arévalo de León, de alentar las manifestaciones y de ahora "separarse de su responsabilidad frente a los últimos acontecimientos de ingobernabilidad".
Por su parte, el presidente electo de Guatemala expresó su voluntad de iniciar un diálogo con el Gobierno del país y reiteró su llamado a Giammattei a escuchar y atender las demandas de las organizaciones que han liderado las manifestaciones.
"El pueblo ha demostrado que está en plena capacidad de hacer escuchar su voz, fuerte y clara. Solo hace falta que usted, señor presidente, escuche", afirmó Arévalo, mientras apuntó que el silencio del jefe de Estado constituye "un insulto al pueblo".
Destacó que «el pueblo no ha salido a la calle por el Movimiento Semilla, ha salido a defender la democracia«.
El país se mantiene detenido en gran parte de su territorio, pese a que el presidente Giammattei advirtió el lunes por la noche que se arrestaría a los líderes de las protestas y se despejarían las carreteras.