28 de mayo de 2024.- La 77 Asamblea Mundial de la Salud (AMS) es hoy el escenario para presentar la estrategia 2025-2028 que gestionará el impacto sanitario del cambio climático, el envejecimiento, la migración y los avances en ciencia y tecnología.
También se tratarán temas medulares para el sector como el acuerdo sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias, cuyo objetivo es garantizar que todos los países estén mejor preparados y sean capaces de responder de forma eficaz y equitativa a futuras pandemias, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Bajo el lema Todos por la salud, salud para todos, las reuniones de la AMS se extenderán hasta el 1 de junio, en las que delegados de la Asamblea, organismos asociados, representantes de la sociedad civil y expertos de la examinarán las prioridades actuales y futuras en cuestiones de salud pública de importancia mundial.
En esta cita, la agencia sanitaria de la ONU lanzó su primera Ronda de Inversión como parte de un plan más amplio para transformar la forma en que se financia de cara a una era de cambio climático, migraciones masivas, amenazas de pandemias, envejecimiento de la población mundial y geopolítica turbulenta.
Se trata del inicio de una serie de compromisos y eventos de un año de duración, copatrocinados por países, en los que se invitará a los Estados miembros y otros donantes a contribuir con fondos a la estrategia de la organización para el período 2025 a 2028 y mostrar un compromiso político de alto nivel con la OMS y la salud mundial.
La Ronda de Inversión culminará en noviembre con un importante evento de contribuciones que será organizado por Brasil en torno a la Cumbre de Líderes del G20.
´”El propósito es que garantizar que la OMS esté totalmente financiada y mejorar la calidad de la financiación que recibimos. Gran parte de la financiación que recibimos es impredecible, reactiva y estrictamente definida”, señaló su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al inaugurar la Asamblea.
La Ronda de Inversión tiene el reto de cambiar eso, generando fondos que sean más flexibles, predecibles y resilientes, añadió.
Para el período 2022-23, las cuotas de los Estados miembros cubrieron solo el 13 por ciento del presupuesto de la OMS, lo que la dejó dependiente de contribuciones voluntarias, a menudo asignadas e impredecibles para financiar su trabajo, una dinámica que creó incertidumbre e ineficiencia y dejó áreas donde las actividades aprobadas quedaron sin financiamiento.
En esta cita global, donde participan autoridades sanitarias de todo el planeta se espera llegar a acuerdos sobre las emergencias sanitarias, el acceso a herramientas transformadoras y la resistencia a los antimicrobianos.
La AMS es el órgano decisorio supremo de la OMS y sus principales funciones son determinar las políticas de la organización, designar al director general, supervisar las políticas financieras y revisar y aprobar el proyecto de presupuesto por programas.