18 de junio de 2024.- Noam Chomsky falleció este martes, a los 95 años. Estaba internado en Brasil, adonde se había mudado para reforzar los tratamientos médicos tras sufrir un ACV en junio del año pasado. Desde entonces se extrañaban sus análisis sobre la realidad contemporánea.
Días atrás se supo que el profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) estaba internado en Sao Pablo. Su esposa, Valeria Wasserman, había contado que registraba mejoras. Pero su estado era delicado.
Nacido en 1928 en Filadelfia, Estados Unidos, fue lingüista, activista y crítico social, y uno de los intelectuales más grandes de esta era. Autor de obras como Estructura lógica de la teoría lingüística, Estructuras sintácticas, Aspectos de la teoría de la sintaxis y El lenguaje y el entendimiento, emblemáticas en el ámbito de la Lingüística.
A fines de los años cincuenta planteó que el cerebro humano posee un conocimiento innato que le permite adquirir y desarrollar el lenguaje. Las implicancias de su teoría continúan en diversos campos científicos y humanísticos.
“Nos queda su obra”
“Se ha ido nuestro amigo Noam Chomsky… El gran intelectual de nuestro tiempo. Nos abrió los ojos y la conciencia sobre tantos temas! Qué honradez intelectual! Qué rigor! Qué exigencia! Un modelo de pensador y de ciudadano. Qué tristeza! Querido amigo, cómo te vamos a extrañar!!”, escribió Ignacio Ramonet, Director de Le Monde diplomatique en español, tras conocerse la noticia de la muerte de Chomsky.
“Un intelectual con enorme compromiso y sensibilidad social. Un referente para entender el mundo en el que vivimos, que siempre buscó aportar análisis y soluciones en favor de quienes menos tienen. Por suerte, nos queda su obra”, lo describió el Ex Ministro de Ciencia y Tecnología y ex Ministro de Educación, Daniel Filmus.
“Ha muerto Noam Chomsky. Referente intelectual, incansable combatiente por la libertad de los pueblos, compañero. Que la tierra le sea leve”, lo despidió el politólogo y diputado español Íñigo Erejón.
