Pero, ¿por qué los cambios en el símbolo del Ministerio de Educación? ¿será una forma de contradecir la orientación del Estado, sobre la educación necesaria para formar la sociedad el socialista, reproducirse y mantenerse como sistema social, político y económico? . El símbolo es significante y es significado, nombra, denomina, significa. Aristóteles citado por Todorov, pág.: 17, dice: “significación convencional… en el sentido de que nada es por naturaleza un nombre, sino sólo cuando se convierte en símbolo, aun cuando los sonidos inarticulados, como el de los animales significan algo, ninguno de ellos constituye un nombre… ”. Según esta cita, el símbolo dice más que las palabras, por cuanto orienta hacia algo concreto: el nombre, el hecho de nombrar despliega tal carga semántica que lo convierte en un instrumento que expresa y devela la idea de quien nombra, por tanto el que en la cuarta República se dijera “Ministerio de Educación” y en la quinta “Ministerio del Poder Popular para la Educación” devela una posición ideológica. En estos momentos, Educación para el pueblo y es mandato del Estado que puja por ser Socialista.
Con respecto a la forma del símbolo, las P del Poder Popular para quién lee, pasa desapercibida, y lo que se ve es la me, lo único que cambió fue que antes la ME estaba en letras mayúsculas, el de ahora en minúsculas, se sabe que las letras minúsculas en la escritura tienen menos jerarquía que las mayúsculas. ¿Se quiere minimizar la importancia de la Educación en la sociedad venezolana? Ahora que dicen los estudiosos sobre el símbolo, Goehte, por ejemplo, citado por Todorov, pág.: 287 “…Lo simbólico es ejemplar, es lo típico, y eso permite considerarlo como la manifestación de una ley general…En el caso del símbolo, se produce una suerte de sorpresa debido a una ilusión: creíamos que la cosa se presentaba por sí misma, después descubrimos que tiene un sentido (secundario). ¿Cuál será el sentido secundario de volver al logotipo anterior al proyecto bolivariano? Pienso, que en cierta forma se quiere hacer ver que la Educación no es un problema de Estado y en su lugar cada quién podría imponer a criterio propio las líneas estratégicas en su plantel, desconociendo las directrices de la Ley Orgánica de Educación Vigente de la República Bolivariana de Venezuela,
A mí particularmente me parece, que los compatriotas que han estado al frente del Ministerio del Poder Popular para la Educación, han dejado pasar cosas, así como ocurre con el símbolo, no se han percatado de la importancia de este Ministerio en esta coyuntura política y de la necesidad de planificar tareas viables, discutirlas antes con el colectivo, evaluarlas y no dejarlas a la deriva o simplemente recular cuando la oposición dice: “No”. Me parece que han sido muy conciliadores, cuando Aristóbulo era ministro propuso: el Estado docente y una nueva programación del año escolar, se pasó horas discutiendo, se perdió tiempo, recursos y al final: Nada. La oposición dijo: No y así fue, quizás, en aquel momento se explicaba, dejar las cosas para una nueva ocasión, ¿pero por qué ahora no se retoma la discusión, el estado docente es parte de un artículo en la LOE? Luego, lo del Currículo bolivariano o lo que llamamos las trescientas horas, proyecto formidable, que animó a los docentes y poco a poco se iban involucrando en las investigaciones, a eso nadie le dio seguimiento, prometieron maestrías, diplomados, al final: NADA. La oposición entendió que era peligroso cambiar la mentalidad del maestro y su paradigma de enseñanza, dijo: No y hasta allí llegó la cosa, no se habló más del asunto. Igual, ahorita casi nadie habla de la Escuelas Bolivarianas. ¿Qué pasó con ellas? ¿Se le hace seguimiento o qué?
Los directivos del Ministerio del Poder Popular para la Educación, deben entender la importancia del ente que dirigen, sobre éste se sustenta el futuro de la patria y no pueden andar dando palos como el niño de la piñata, hoy dicen una cosa mañana otra, las orientaciones no llegan a tiempo, la improvisación campea, todo lo solicitan de ahorita para ayer, no resuelven, mandan a gente para el exterior y los conocimientos se quedan en el cerebro de quienes asisten a esos eventos, porque el MPPE no colabora después con la socialización de los mismos, se cambian los ministros sin evaluar su quehacer en el Ministerio. Estoy muy segura, que de haberse seguido los cursos de sensibilidad y conocimiento a los maestros, propuestos por el Prof.: Adán Chávez, en los cuales ellos mismos se preparaban, compartían experiencias y aportaban su tiempo, hubiera dado muy buenos resultados. Se necesita consecución en el trabajo Educativo y asambleas de docentes para sensibilizar y producir un Reglamento que se adapte a las nuevas exigencias políticas, hay fortaleza política para ello.
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# Tzvetan Todorov (1977). Teorías del Símbolo.