Ryszard Kapuściński considerado uno de los maestros del periodismo moderno, dijo una vez que “el periodismo no es una profesión, es una vocación”, para algunas personas entre las cuales me incluyo, lo vemos más como un oficio, porque con tener los ideales, respetando el conjunto de normas morales y éticas que el oficio demanda, te puedes convertir en un excelente periodista, con todos los riesgos que implica el decir la verdad, ya que es absolutamente absurdo el pensar que para decir la verdad tienes que ser un profesional.
Al ser veraz te conviertes al instante en un revolucionario, la verdad indubitable, clara y sin tergiversación es un arma tan poderosa que lo único que se puede hacer contra ella es ocultarla, y es precisamente eso, lo que diferencia a los “periodistas”, lo cual explica sin ambigüedad del porque le fue otorgado a nuestro Comandante Eterno el premio Anibal Nazoa de Periodismo Necesario 2013.
Todo lo antes expuesto nos lleva al título de este artículo de opinión, opinión que puede o no coincidir con usted, pero que es parte fundamental en el desarrollo del periodismo, ya que este no se trata solamente de transmitir información, el expresarse por la razón que sea trae complicaciones y tiene sus riesgos; antes de Chávez (ACh) donde solo opinaba la burguesía en defensa de su intereses, quién osase levantar su voz disidente era censurado, perseguido, torturado, asesinado y/o desaparecido, después de Chávez (DCh) en la República Bolivariana de Venezuela se conoció la libertad de expresión y nuestro país dejo de aparecer en los listados de países con periodistas asesinados o desaparecidos que la ONU emite con motivo del Día de la Libertad de Prensa.
A muchos de nosotros nos sobrecogió el hecho de que sin haber recibido enseñanzas, doctrinas e instrucciones acerca de la captación y tratamiento de la información, nuestra opinión y/o denuncia se publicara por primera vez en un medio de comunicación, esa primera vez que decidimos escribir, y enviar este escrito al correo puebloalzao@aporrea.org, con toda la incertidumbre que se puede tener, no nos podíamos imaginar el grado tan inmenso de satisfacción, en primer lugar social y en segundo personal, en descubrir una forma de poder contribuir en la construcción del pensamiento Bolivariano y Chavista, no podremos olvidar esas actualizaciones que cada 5 o 10 minutos hacíamos de la pagina de Aporrea para ver nuestro escrito publicado, y que por manía actualmente aun hacemos, es por esto que Aporrea es lo que es, y su crecimiento es indetenible, la clave ha sido su pluralidad en la crítica, la autocritica y en la información veraz, este espacio se convirtió en algo cotidiano e irremplazable y el campo ideal para la batalla de las ideas.
