Las revoluciones se parecen mucho, sobre todo cuando pelean contra los mismos métodos y el mismo estado mafioso opresor: la revolución cubana y la revolución bolivariana, permeadas por las guerras psicológicas de siempre, que ahora llaman guerras de cuarta generación y hasta golpes suaves, pese a lo violentos y criminales que son, como han sufrido la presión del imperio gringo y de sus rémoras de la OTAN, comienzan a mostrar el reflejo de etapas sufridas y vividas por los dos grupos humanos, ambos pertenecientes al ámbito del Caribe, en donde el Tiburón al que antes denunciaba Blades, se convierte en el nuevo mejor amigo del cantante panameño, que ahora le cepilla los dientes al escualo, para que destroce mejor los sueños de Simón Rodríguez y Simón Bolívar, que encarnaron en el eterno Hugo Chávez.
Se trata de equivalencias no de igualdades, se trata de regularidades y no de réplicas exactas, que dejan ver las distintas formas en que los actores, viven, entienden, padecen o se comportan, frente a un hecho inédito sobre el cual el mismo comandante Chávez más de una vez, dijo que no sería fácil sino más bien, un duro camino de batallas tan caótico y sufrido como las gestas bolivarianas del cruce de los Andes, Carabobo o el Lago de Maracaibo, y no una revolución express al gusto de los caprichos dogmáticos y las desesperaciones de los de siempre, en quienes las palabras de Chávez no cayeron en tierra buena, sino entre piedras y abrojos - mediáticos y consumistas- que ahogaron las ímpetus de justicia social, bandera flameante en brazos del zambo legendario de Barinas. Estas regularidades más visibles podrían ser:
1) Una etapa de euforia colectiva con altas dosis de consumismo, como lo muestra García Márquez en uno de sus reportajes maestros 2) Una etapa de enfrentamiento y desencanto ante los primeros bloqueos mediáticos y económicos con largas colas y todo, por la escasez usada como arma de guerra psicológica y económica 3) Unas guerrillas fascistas como las de la Sierra del Escambray, - acá ubicadas en el Táchira y Carabobo y el este de Caracas con el beatífico mote de protestas pacíficas - reforzadas con paramilitares de mi nación y terrorismo intermitente como el de Posada Carriles y sus gallinas ponedoras de bombas en hoteles, aviones y barcos - como en el caso del Le Coubre - que acá se refleja en los ataques a las embajadas de España y Colombia, más alguna que otra quema de busetas, casetas del metro y hasta guarderías, que deben tener al terrorista santificado a punta de papel periódico de Carlos Alberto Montaner, en un orgasmo fascista múltiple, recordando la época cuando quemó un cine en la Habana y perecieron varios niños...
Pero un proceso que faltaba, lo detonaron dos aporreadores bastante cansados porque Nicolás Maduro no les obedecía. Todo empezó cuando, decidieron despedirse - o mejor dicho desertar como dijo el amigo Pedro Pereira- y allí no sólo fue Troya, sino que allí empezó la versión venezolana bolivariana del Puerto de Mariel, con sus marielitos en los años 80, generando una reacción en cadena similar de opinadores desertores, inspirados en el desastre de aquel periodo especial cuando caído el muro de Berlín y la Unión Soviética disuelta, una oleada de cubanos desencantados por las condiciones generadas por el bloqueo recrudecido con la enmienda Helms/Burton, comenzaron a salir desde el Puerto de Mariel hacia la tierra prometida de Miami, incluyendo a presos y delincuentes comunes, en busca del sueño americano que no tardó en convertirse en su pesadilla americana personal.
Como un recordatorio sonoro muy clásico de las formas de hacer política en el Gran Caribe, queda la campaña publicitaria de los Stefan, Cristina Saralegui y su maridito Willy Chirino, que sacó en honor de los desertores del Mariel para ese entonces una canción, que decía en uno de sus coros refiriéndose a Fidel: "y dice ese maricón/que en Cuba no pasa nada". También para la época comenzó la euforia neoliberal que alcanzó su punto culminante entre la década de los 90 y el años 2002 sobre el mundo unipolar del eje USA/OTAN, bailado, cantado y festejado desde la gusanera de Miami - la sin city cobijo de terroristas y malhechores "buenos"- donde los escuálidos de la época, se solazaban por anticipado con la caída de Fidel Castro, gracias a un portento del periodismo tarifado que hasta le dieron su premio Pulitzer compartido: me refiero a Andrés Hoppenheimer y su aborto editorial Los últimos días de Castro, un bodrio con pretensiones proféticas y una redacción paupérrima que se vendió como pan caliente y que hasta me trataron de regalar unos académicos mejicanos en 1994 en la Barranquilla, eterna irreverente, reina del carnaval.
Ese año se llevó a cabo en esa ciudad, el Primer Congreso de Filosofía y Cultura del Caribe, donde conocí a mi hermano de lucha, Rafael Perea Chalá, con quien generamos unos debates contra el racismo académico, que tuvieron como blanco a Leopoldo Zea - heredero del mestizaje racista de José de Vasconcelos- y a Mario Bunge, el representante del eurocentrismo radical en la filosofía, quienes no se esperaban que unos jóvenes dolientes de la diáspora africana, les refutaran sus dogmas de fe enseñados como suma de cientificidad, sin ningún miedo por sus hojas de vida y la publicidad académica que los precedía, débil coraza rota en mil pedazos con argumentos y bibliografías no vulgares, que ellos no conocían o habían ignorado desde sus torres de marfil de sabelotodo.
También ahora como en el caso del Mariel, los escuálidos que ahora merodean imitando al tiburón por las playas de Aporrea festejaron, y hasta algunos infiltrados lograron colarse como pueblo crítico, aplaudiendo las deserciones y diciendo que este proceso siempre había sido un fracaso. Otros envalentonados escuálidos, pregoneros de una derecha que traerá leche y miel según su memoria de chorlitos, se dedicaron a hostigar con sus estupideces a quienes opinaron y opinamos distinto, tratando de ocultar la intensa ira fascista que tienen los pityankies, cada vez que una opinión contraria y erizada de argumentación, les explota en mil pedazos el globo de sus ilusiones adornadas, con figuras y frases dizque célebres de María guarimba Machado alias la Panameña- y su pandilla de malhechores- resaltada recientemente con la condición de intelectual del fascismo.
Pero otra regularidad muestra este nuevo evento, con los desencantados de la revolución express que gravitan como las rémoras del puerto de Mariel, para festejar las migajas que pueda dejar el tiburón imperial, que ahora muestra su aleta caudal en el mar del ciberespacio de Aporrea. Se trata de la existencia de los que se quedan para hacer todo el daño posible, es decir, los Yoani Sánchez y los Leonardo Padura Fuentes, una celebridad editorial promocionada por los monopolios impresos imperiales, disparando apelativos como borregos y otras expresiones fáciles para el insulto contra quienes no se rinden. Como una suerte de nuevas damas y caballeros de blanco en contra de la Revolución Bolivariana, comienzan a ser festejados como los renegados de la revolución cubana en los canales de televisión de Miami y Atlanta o de la hipócrita televisión española, con sus satélites impresos, radiales y audiovisuales de Venezuela y Colombia, mi país.
Ellas y ellos son reseñados con alborozo en las redes sociales, en las madrigueras mediáticas de los fascistas que trataron de quemar a los niños de Chacao en la guardería obrera. Pero en medio de esta fiesta de marielitos abortados por la marcha de la historia y del espíritu y el pensamiento con pretensiones de soberanía, la figura gigante de Mario Silva, emerge recordando toda la potencia de Silvio Rodríguez, ante los tongoneos de Pablo Milanés para esa época: nos recuerda que el verdadero revolucionario no lucha ni un día, ni un mes, ni un año, el verdadero revolucionario no se queja, busca soluciones ayudando a la revolución donde encuentra su lugar en el combate. Por eso el revolucionario auténtico, es por definición un imprescindible porque no se cansa de luchar y de ser necio ante los ojos de los escuálidos; y de los seres de buenas intenciones pero con escaso fondo espiritual, como para correr la maratón de una revolución.
Mientras esto pasa, así como en ese momento duro de una década cuando Fukuyama teorizaba sobre el fin de la historia, haciendo el chiste académico más celebrado por su torpeza hoy día, Chávez anunciaba su por ahora en 1992 y en 1998 se batía con su pueblo en una candidatura que hoy flamea como bandera en el campo de la lucha de clases de la historia, porque otro proceso anuncia hoy su propio por ahora: se trata del grupo Podemos de España, una burla contra el podemos escuálido de Venezuela. El del reino de España por el contrario, comienza a irrumpir con cinco escaños en el parlamento europeo, anunciando la crisis del bipartidismo en una falsa democracia representativa, donde la alternancia en el poder, vale más que los votos de los ciudadanos reducidos a la condición de súbditos.
El Podemos español hoy también se bate en las calles de Madrid con las consignas caraqueñas de Chávez, que los medios privados de manipulación tapan, liderando un referendo contra la corona española, monarquía a la que una gringa chimba defiende con insultos en las redes sociales, disparando heces franquistas desde su cerebro nazi, dolida porque esos comunistas harán sonar los sables en el ejército de su majestad y vendrá de nuevo el acabose, que trajo como salvador - según ella- a un santo varón como el criminal de guerra Francisco Franco, cuyo régimen impuso a un borbón que es hoy repudiado por miles de invisibles ante los medios, que en cada canal de TV y revista al gusto de Vilma Vinogradoff, tratan de mostrar al soberano como el estadista no ladrón, pusilánime y perezoso que siempre fue.
Así como a la revolución cubana no le hicieron daño los marielitos que se fueron - bien idos por los siglos de los siglos sean- a la revolución bolivariana, no le harán mella unos seres que tomaron la mejor decisión de sus vidas: tomar partido en contra de Chávez aunque lo ensucien en sus labios traidores que dicen reivindicarlo, como ensucian los de Miami a Maceo y Martí, en los diarios de la Miami sin city gringa, parte de un aparato de propaganda con pretensiones de periodismo, que es una miserable copia y caja de resonancia de la VOA que navega en los buques de los marines invasores. Yo felicito a nuestros marielitos por apartarse de la trinchera donde ya no tienen cabida. Qué bien porque comprendieron que es mejor no estorbar y lo dicen con mucha sinceridad.
Hoy 3 de mayo de 2014, el primero que se despidió ya volvió a escribir por Aporrea mostrando el alma compungida. Gracias y adiós señores, buen viento y buena mar. Gracias por apartarse de nuestra escalera de esperanzas, y no nos importa si nos llaman borregos o lo que sea, porque una cosa sí tenemos bien clara: hay mucho frente de batalla en la revolución como para andar alegrando a escuálidos con el jadeo de quien no tiene el físico espiritual para una larga batalla. Allí están esperando las contralorías sociales a las y a los que nunca se le midieron a nada de fundamento, cuando llamaban a Chávez traidor, adjetivo que hoy le endilgan a Nicolás Maduro. Dios quiera y lean a Antonio Machado y se marchen sin echar la vista atrás...Aveledo y Arria los esperan con sus brazos abiertos mientras les sirvan, como Pablo Medina, Pompeyo Márquez, la momia Petkoff o los sindicalistas de adecos y copeyanos, que más aman y defienden a sus explotadores en la OIT.
Nicolás Ramón Contreras Hernández.
Ciudadano afroabiayalense de la región Caribe en la República de Colombia. Red Independentista del Caribe. Observatorio de medios y estudios académicos desde perspectiva de género y etnia.
Nota: el texto de Gabriel García Márquez, que cito, apareció publicado como Cuba y la Mala Noche del bloqueo. El texto aparece publicado en una antología de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, que dirige mi amigo y contradictor Jaime Abello Banfi. Aún le debo el ensayo que pienso hacer en paralelo con Ceniza Salobre de mi amgo Álvaro Suescún Toledo. Anexo en Pdf el texto tomado de la URL: http://old.cjc.es/wp-content/uploads/2009/04/cuba-de-cabo-a-rabo.pdf
http://www.clarin.com/mundo/marielitos-exodo-miles-cubanos-EEUU_0_796120478.html - Uno de los pocos textos casi todos beatíficos sobre los marielitos