"La Hojilla" es sin lugar a dudas la respuesta necesaria a la agresión vulgar, desmedida y soez ejercida todos los días por todos los medios de la canalla mediática de “desinformación” de una oposición que carece de criterios propios y que todo cuanto hace le viene pre-fabricado “made in USA” o “made in Colombia”.
Antes del golpe de estado lacayo-mediático y del abominable sabotaje petrolero, la canalla mediática irresponsable casi nos condujo a una sangrienta guerra civil y nuestra respuesta comunicaciónal no atinaba a responder a la inmensa maquinaria capitalista repotenciada por la diarrea de dólares de los cuerpos de inteligencia norteamericanos y sus fachadas injerencistas de fundaciones, ONG, asociaciones Civiles y pare usted de contar.
La sabiduría popular dice que “es muy fácil descubrir cuando un disociado de la oposición miente, observando su boca, si la esta moviendo ¡MIENTE!”, de la misma manera es muy fácil “descubrir” cuando un revolucionario lo esta haciendo bien, si la canalla mediática oposicionista te aborrece ¡Siga por ese camino camarada es definitivamente el ¡CORRECTO!, ¡Pobre del revolucionario al que la canalla aplauda!.
Mario Silva en su programa “La Hojilla” es el revolucionario mas “odiado” e insultado de la revolución por la oposición lacaya (ni siquiera me atrevo a afirmar que después de Chávez) y esto no es gratis. Mario Silva es subversivo, su lenguaje es “defensivo” en contraposición al lenguaje procaz y “ofensivo” de una oposición que hace ya mucho tiempo perdió la razón y que parece destinada a no recuperarla jamás y cuyos únicos argumentos teóricos son la descalificación, el insulto, la burla, la ridiculización y la negación de la revolución y sus protagonistas.
Mario Silva, quien apareció como “bateador emergente” ante la avalancha de la canalla mediática contra el gobierno revolucionario, ha sabido responder donde les duele y eso es lo que no le perdonan lacayos (verdad “Muchilanga Pekoff”), tránsfugas y “escualoides” (se visten de rojo, se auto denominan chavistas pero son escuálidos)
La “titularidad” o licencia para hacer periodismo o “comunicar social-mente ideas” no es garantía de profesionalismo, ni conducta ética alguna, como lo demuestra el enjambre de “comunicadores” de los medios de la oligarquía quienes a diario vomitan sobre el pueblo venezolano sus mentiras y estupideces, en el ejercicio de una profesión a la cual ellos le han robado su mas profundo sentido ético, su mística y función primordial como es la de llevar la verdad al colectivo aun a costa de la propia vida, muy lejos están los “cagatintas” “sicarios de la comunicación” al servicio de Granier, Mezzerane y Ravell de aquellos gigantes del periodismo venezolano Héctor Mújica, Gilberto Alcalá, El Chino Correa, Francisco J Ávila y tantos otros y otras que ha escrito paginas gloriosas en el periodismo venezolano.
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