Por Toby Valderrama y Antonio Aponte
Los tiempos de golpes son de incertidumbre, de agotamiento de proyectos nacionales, de vacíos. Desgraciadamente, y como estaba escrito, después del asesinato del Comandante, al renunciar al Plan de Chávez, al dejar ir al Socialismo e intentar el regreso a una socialdemocracia puntofijista que ya se mostraba agotada el 27 de febrero, con el 4 de febrero y con la elección de Chávez terminó su ciclo. Es así que entramos en tiempos de golpes.
Hoy en la política oligarca, en la disputa por el poder, encontramos dos corrientes principales, la golpista y la que prefiere esperar a las elecciones parlamentarias. Ambas desconocen al gobierno, difieren en los tiempos y en el método, unos quieren ya, otros esperar un año, unos quieren cruento y después volver a la pseudodemocracia, otros no romper el hilo, salir del gobierno con métodos constitucionales.
La corriente golpista olfatea el vacío y, cuchillo en boca, prepara el abordaje, hace pocos días publicó un comunicado pidiendo la renuncia del Presidente Maduro, firmado por algunos militares de alto rango y personalidades de la oposición, el General ochoa y oswaldo alvarez paz, entre ellos. Columnistas hablan claramente de otras salidas diferentes a las elecciones, y desde ya califican al CNE de oficialista, denuncian fraude temprano. La corriente golpista salió al escenario, a cielo abierto pide golpe, agresiva pide la renuncia como en abril... "la cuál aceptó", para ellos es tan legal como ganar unas elecciones, después todos irán tras el hecho consumado y los detalles legales se olvidarán.
La corriente electoral procura estabilizar hasta el año próximo, superar las divisiones propias de este tipo de eventos, calmar las agallas de tanto oportunista. Su bandera es ganar la Asamblea, con esa mayoría profundizar la crisis hasta conseguir la renuncia del gobierno.
El gobierno entre tanto sigue alegre el camino hacia el fin, viéndose el ombligo, conforme con cambios cosméticos, el avestruz trocó el rojo por el azul, ignora la profunda crisis que él mismo creó, insistiendo en el camino que conduce al abismo.A la realidad adversa, la capea devorando silenciosamente los vestigios de Socialismo, de Chavismo auténtico, desde las fotos del Comandante hasta sus oficiales civiles y militares; las ideas van a los museos, lo importante es la acción en la televisión, la eficacia se mide por horas de transmisión, aparecer es más importante que hacer. Su mejor operador político es la Haier, que llueva línea blanca, mil lavadoras valen más que una idea, pensar es inútil, dar es la solución.
Es hora de tomar la palabra del Comandante Chávez, de concluir lo que él dejó sin hacer, es hora del “Golpe de Timón” pero multiplicado por mil; es hora del "Gran Golpe de Timón". Que los hijos de Chávez que nos dirigen rectifiquen, den un giro a la situación, que se liberen de la lógica de la democracia burguesa que se engulle lentamente a la Revolución y no deja lugar para la defensa. Es hora de soltar manos y pies a la Revolución, atrapada en la lógica del capital y del mercado.Volver a Chávez es el deber de los hijos de Chávez, de todos los Chavistas, hagámoslo, aún hay tiempo.
¡Defendamos el legado del Comandante!