El presidente Maduro y la Revolución en su laberinto, ¿cómo resolver el enigma?

(AUDIO) Programa "Horror a la oligarquía"

Escribimos cuando todavía la polvareda de la campaña electoral no se asienta, cuando la inmediatez de la adversidad nubla la reflexión profunda. Las horas que siguen son fundamentales, lo que aquí se haga decidirá el futuro de todos nosotros, del gobierno y de la sociedad. Es necesario pensar, pasó el tiempo de la improvisación, de la reacción intempestiva, es la hora de la reflexión. Los resultados de las elecciones indican que algo se está haciendo mal, muy mal, es necesario hurgar tras los errores cometidos, para su corrección. Veamos.
 
El gobierno necesita reinventarse, renacer sobre la corrección de errores,  esa es la única manera de recuperar la iniciativa estratégica perdida.
 
Fallaron los consejeros. Lo primero que debe hacer un Presidente, y más si es revolucionario, es rodearse de excelentes consejeros, éstos son aquellos cuya existencia no está ligada a su permanencia en el gobierno, gratuitos y revolucionarios, de buena voluntad, que pueden decir, criticar sin correr el riesgo de la proscripción. Sin dudas, de la calidad de los consejeros dependerá la calidad del gobierno. Giordani alertó sobre estos equipos asesores.
 
Entre todos los consejeros posibles hay uno que es el rey, el imprescindible, se trata de la realidad, ésta tiene la última palabra; por sobre los actos, la televisión, las encuestas, ésta es el supremo juez. Un Presidente que consiga leer la realidad sin prejuicios adquiere la estatura de un estadista.
 
Y este es el segundo punto, leer la realidad de las elecciones. Se observa ya en las primeras horas una evasión a la autocrítica, se sigue imputando la falla a una “guerra económica” nunca bien estudiada, nunca bien encarada, sin enemigo visible. El gran culpable, la ideología socialdemócrata que guía las acciones, no se identifica. El “dakazo”, los taxis, las “expo”, los coqueteos con los empresarios, la entrega de la Faja, el regalo grosero de miles de carros no se relacionan con el resultado del 6. Se estudia la realidad con la misma lógica que dio origen al fracaso, la lógica clientelar, la ideología que se impuso en el gobierno, comprar el alma de la masa. Así, se atribuye la derrota a que no se pudo proveer con suficiencia. No se ubica la falla en la ideología mercenaria, no se analiza la conciencia egoísta que el gobierno creó, de esta manera se sigue en el mismo escenario del fracaso.
 

El gobierno lució errático, poco creíble, incoherente, no podía ser de otra manera: un gobierno que debía ser chavista, socialista, revolucionario, se corre hacia el capitalismo en la práctica y pretende quedarse con el mismo discurso revolucionario del pasado; por supuesto que la contradicción salta a la vista en cada momento, el oportunismo, el tecnicismo se come la estrategia, y así el gobierno da tumbos, recordemos que al final de la campaña no se hablaba de Socialismo sino de “democracia participativa”, y hoy después de los resultados se proclama un triunfo de la democracia, de una falsa paz. Y el Socialismo volvió a los sótanos de los archivos muertos



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