Hoy el país se va de las manos, nos transformamos cada vez más en verdugos de nuestros semejantes, y las soluciones no funcionan porque no van al fondo del problema, que no es material, lo repetimos, es de ideales, cultural. No sabemos cuánto tiempo pueda aguantar esta situación, cuándo el deterioro provocará un desenlace, de lo que sí estamos seguros es que la dirección del Chavismo debe tomar medidas urgentes, en caso contrario otros llenarán el vacío ético, con quién sabe qué forma de fascismo.