“El elegido”, concurre a los tantos indicadores de imagen, que el marketing político coorporativo exige, los cuales han sido programados e inducidos por los laboratorios publicitarios norteamericanos y brasileños.
Las características que la imagen del “elegido” aportará en su campaña electoral, van a sobresalir las excentricidades, superficialidades, acciones machistas, fatuos protagonismos y la gama de miedos que refleja en responder los diálogos. Se demuestra que no sabe argumentar, por cuanto su condición ideológica no les da los tributos, de saber-poder responder. De allí sus actos de provocación y violencia, que han llevado al “elegido” a obtener el siguiente prontuario tribunalicio.
De acceso en la web del Tribunal Supremo de Justicia, se anuncian: año 2000 impugnación de su candidatura a la alcaldía; 2002 asalto embajada cubana; 2004 privación judicial de libertad; 2006 juicio por hechos a cámaras de televisión; 2009 negación de amparo para no transmitir el vídeo “asedio a la embajada”; 2011 antejuicio de mérito por presenta estafa; ánimo doloso y corrupción administrativa. Por razones obvias, no contamos otras acciones de comportamiento violento en sus épocas juveniles e indefiniciones de su personalidad. Nos empezamos a preguntar ¿Cuanto cuesta Capriles R. y su campaña e imagen-electoral-que le han programado?
Acá el barómetro del marketing político corporativo, sobre-pasa sus niveles de medición y de ranking, dando pie, para convertir al candidato-imagen a candidato víctima-mártir, por cuanto “el elegido” con su bien demostrado ímpetu patoteril de machito, estamos seguro, liderará el desconocimiento de los resultados electorales el 7O. Dándole motivos y protagonismo para estar al frente en los posibles actos de desestabilización que vienen en camino. Todo ello para avanzar hacia otro golpe de estado.
Al parecer Capriles R., se expone a los mercenarios franco tiradores, quienes como ocurrió en el 2002, estarán haciendo actos de presencia en las nuevas guarimbas y actos terroristas que se programan a futuro para enlodar la campaña electoral en estos próximos seis meses.Este hipotético escenario, lo vamos a superar en la medida que el 7O, la victoria del Presidente Chávez y de nuestro pueblo revolucionario, sea contundente y gane por un buen y significativo caudal de votos. Por lo tanto y ante los tantos actos de violencia y provocación del “elegido”, sepamos protegerlo, no cayendo en sus provocaciones y en estilos panfletarios de hacer una de las más mediocres, banales y riesgosas campañas electorales que hemos tenido en Venezuela.
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