Pablito, te recomiendo que vayas a El Malecón de La Habana para que
calmes tu tolerancia.
Hola Pablo, entérate: ir a El Malecón de La Habana es un recorrido
interesante y encantador, de hecho es uno de los paseos marítimos más
famosos del planeta. Es bueno que te enteres que está construido a lo
largo de una avenida de seis canales y una muralla que se desarrolló
sobre toda la costa norte de la capital de Cuba, que mide ocho
kilómetros, sí mal no recuerdo.
Si mi memoria no me falla, cerca de El Malecón está ubicado el Túnel
de La Habana, por el cual se puede hacer un increíble traslado
submarino, en vehículo antiguo en perfecto mantenimiento o en modernos
autobuses, hasta la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.
En este fortín, se puede presenciar y disfrutar El tradicional
Cañonazo, una ceremonia surgida en el siglo XVIII, cuando desde la
fortaleza lanzaban una descarga a las seis de la mañana para anunciar
la apertura de las puertas de la ciudad de La Habana y otra a las
nueve de la noche cuando las cerraban.
Este suceso es representado por muchachos del Servicio Militar
Cubano, quienes con uniformes utilizados por el cuerpo de oficiales y
soldados durante el reinado de Carlos III, escenifican este acto con
riguroso protocolo y gran energía, lo que crea un momento mágico que
traslada al pasado a visitantes y residentes.
Pablo también, en esta fortaleza quienes tenido la dicha de conocer
La Habana, han podido estar en la oficina de trabajo de El Che, estar
cerca de sus cosas, sus notas de trabajo, sus cámaras fotográficas, su
imagen e incluso figurárselo inquieto, presto, activo y siempre
consecuente con las causas justas y la construcción de un mundo mejor.
También, en este paseo puedes traerte un pedacito de La Habana: en
un cuadro, un instrumento musical, una cerámica, una escultura, el
recuerdo de una buena conversación, de un licorcito típico, tomarte
unas fotos espectaculares, disfrutar de la brisa marina...
“Pablo El Democrático” o “Enrique El Considerado” o como te llames,
me produjiste mucha risa, con tu respuesta vía correo para sugerirme
que me fuera a La Habana a trabajar de “jinetera con mi amo Fidel”,
sólo porque no toleras o no tienes argumentos para refutar mis
artículos de opinión sobre la candidatura de Capriles, publicados por
los camaradas de Aporrea.
Pablito eres la evidencia de que la oposición es sólo una caricatura
que intenta venderse como tolerante e incluyente. Amigo majunche,
ja,ja,ja,ja… como te queda bien este calificativo, es que el
razonamiento de Chávez es preciso para definirlos, no sigas creyéndote
el cuento del sueño americano: madura.
Ojala, tuvieses el privilegio de conocer La Habana Vieja, la cual no
en vano es Patrimonio de la Humanidad y compartir con gente culta,
luchadora y entusiasta, con buena salud por la actividad física y su
actitud digna hacía la vida, quienes en su mayoría están como el
cañonazo de las nueve, tal como ellos expresan para denotar a quien se
mantiene vital.
Mira majunchito, sabes que es lo mejor de La Habana, que puedes
pasear, disfrutar de zonas verdes muy bien cuidadas por las manos
jardineras de los cubanos, sin temor a que te asalten, porque en Cuba
la gente no está preocupada por acumular baratijas que después no sabe
donde botarlas, sino que está ocupada por hacer su labor de la mejor
manera, en pro del bienestar común.
Pablillo, no seas constreñido de mente, al menos que tus necesidades
orgánicas no estén cubiertas y amerites el auxilio arrendado para
resolverlas, te recomiendo que vayas a La Habana, como lo hacen
turistas de todo el mundo a disfrutar de su excelente música, su clima
cálido y húmedo, su excelente café, sus cotizados habanos…
Pablo, no trates de ofender a una compatriota, ni suponer que las
cubanas se caracterizan como montadoras, sólo porque pienso diferente
y expreso mis discrepancias con la candidatura de tu flaquito. La
escasez de argumentos y el intento fallido por lastimarme, nos
fortalece.
Pablito, te recomiendo que si puedes: hagas un ejercicio de
visualización y te traslades a El Malecón de La Habana y te sientes a
disfrutar del Mar de Las Antillas, para que calmes tu tolerancia.
magalyzb@gmail.com