Como ya todos sabemos la semana pasada sorprendimos con un video a un diputado de la oposición recibiendo un “regalito” por parte de un empresario para concertar citas con el candidato de la derecha.
Mucha gente de la oposición con la que tengo el disgusto de compartir, comentaban la reacción del candidato de la derecha entre otras cosas, tales como “así se saca a los corruptos” o “ay si solo son 40 mil”. Comentarios tristes de gente que no entiende la magnitud de la acusación.
Comencemos por analizar el primer comentario. Para la prensa de oposición fue un asunto al que no querían darle mucha publicidad, se enfatizaron en la reacción del candidato de la derecha y ahí zanjaron el asunto. Pero es extraño que su reacción haya sido tan rápida, podríamos calificarla de visceral, ¿no es necesario reunirte con el susodicho para que se defienda o le dé explicaciones del famoso video?, al parecer no tenía dudas de que el calibre del corrupto, a lo mejor pensó “menos mal que grabaron esa visita y nos las otras”. En fin pensemos en la cercanía del individuo con el candidato, estaba en su comando de campaña, en espacios de poder o decisión de su partido, ¿es ahora cuando se d cuenta de que el susodicho es un corrupto?, me parece un descuido enorme, no conocer a tu equipo cercano de trabajo, no conocerle las mañas ¿es en un error o solo que se hizo la vista gorda hasta que la cuerda se rompió por lo más delgado? Juzgue usted.
Analicemos entonces el segundo comentario, “solo fueron 40 mil”. Pudo ser 0,1 Bs, es lo de menos el monto, todos coincidimos en que un soborno es un soborno y en las normas convencionales, sobre todo en política un soborno es un delito. Supongamos que le creemos al corrupto, 40 mil bolívares para una campaña política no es nada, unos pendones o un paquetico de volantes y así te gastaste los reales. El verdadero problema es que mucha gente ve este tipo de actos como algo normal, común. Frases que acompañan a este “solo fueron 40 mil” tales como “así es el venezolano” o “esa es la viveza criolla” son denigrantes. La gente que piensa así entonces justificara todas sus malas acciones y culpara a su gentilicio. Esta gente no se puede sentir orgullosa de ser venezolanos si tienen ese concepto de ellos mismos. La corrupción no se avala, se combate, con pruebas, con el ejemplo y con educación.
Ahora cada vez que piense “esa es la viveza criolla” analice si está utilizando correctamente la frase, si realza los valores venezolanos o si nos degrada. Solo nosotros podemos cambiar esta forma de estimarnos. Ante todo seamos conscientes de nuestro papel en el mundo, quieran o no el presidente Chávez es un hombre no solo reconocido si no también admirado, y sus políticas indudablemente nos han cambiado, no somos el país de hace trece años, reconozcan que han habido avances estructurales. Piensen en esto sobre todo aquellos que gastan su cupo CADIVI, que comentan cuanta gente les pregunta por Chávez y responden como el país va a pique (a lo que muchos extranjeros responden: “si estuviese tan mal como dices no podrías viajar o gastar”), aquellos que no saben de economía o de historia y solo responden con anécdotas burdas. Piensen en esto todos los ignorantes por gusto.
El autor es: Militante de la JPSUV
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