Más sobre el golpe de estado con lo del 12 de febrero

Duérmete niño duérmete ya, que viene el coco y te comerá

De eso se trata, y les está saliendo bien
 
El coco es el golpe, mejor es dormir. No significa que “el coco” no exista, o que no pueda “venir”, pero como en la canción de cuna, se trata de que al sujeto a quien le será aplicado, se duerma.
 
Golpes hay de muchos tipos
Desde el clásico, sangriento o no, donde se cumple el hecho (de facto) de sacar del medio al gobernante y colocarse el líder o una junta, y donde los militares siempre están de por medio. Hay autogolpes donde la persona que ejerce el gobierno no se va, sino que mediante esa acción se fortalece porque está débil o porque necesita imponer una política que de otra forma no se la van aprobar o va a generar resistencia o protestas.
 
El ejemplo italiano, actual y “molto importante”
Hace tres días se dio un autogolpe del Partido Democrático, actualmente en el gobierno de Italia, en donde el ex primer ministro Letta fue obligado (conminado) a dimitir para ser sustituido por Matteo Renzi, Alcalde de Florencia y también de ese partido. En sus elecciones internas, votada por la cúpula del partido, 136 votos fueron a favor de la propuesta de Renzi, 16 en contra y 2 abstenciones.
 
Por la crisis económica la Italia “democrática” ha tenido tres primeros ministros en dos años y dos meses, designados para el cargo sin el respaldo de las urnas. Otra ironía más, el último elegido en las urnas, en noviembre del 2011, fue el fascista Berlusconi. El cavalieri hace 10 meses apoyó un acuerdo para formar el gobierno de Letta, ahora el inescrupuloso Matteo Renzi saca otro, previo pacto con Berlusconi para reformar la ley electoral. Luego saca a su compañero de partido Letta, y continúa la alianza con la nueva centroderecha –un partido hecho a la medida por Berlusconi luego de dividir su anterior coalición de partidos– para poder conformar el gobierno. Este autogolpe expresa el intento de darle aliento, desde la centroizquierda, a la burguesía por su crisis política e institucional, un nuevo plan de los capitalistas contra los trabajadores italianos.
 
El caso venezolano
Un artículo escrito por el intelectual chavista, R. Hernández Montoya, en Aporrea[1], comentando los sucesos recientes, arguye que la violencia achacada al gobierno es errada porque tal violencia no le conviene a éste. De la siguiente forma despliega su erudición:
 
El Derecho Romano pregunta ante cualquier crimen: «¿A quién conviene?», «¿a quién beneficia?», es decir, en latín, ¿cui bono? o ¿cui prodest?”.
 
Ante la disyuntiva entre los dos bandos, el gobierno o la MUD, la respuesta el intelectual la concluye en una defensa a Maduro. Para nosotros la pregunta es así: ¿A quién le conviene utilizar la violencia?
 
Dos muertos en 15 minutos en el mismo sitio, uno de cada bando, “con video y todo”, le permite al gobierno y a la MUD olvidarse de la ofensiva y la contra ofensiva de la guerra económica, con el colofón de decir, por parte de Maduro, que quien venga a protestar en la vía pública sin un permiso aprobado no será permitido o de lo contrario será “privado de libertad” con todo el peso de la ley. Los representantes del gobierno y los de la MUD no van presos, van los que protestan, el pueblo llano movilizado por cualquiera de los dos bandos.
 
¿Cómo sigue la función? o “El show debe continuar”
Aquí el único control de precio y ganancia es sobre el precio del salario del trabajador y su ganancia, que se queda en los mostradores de los vendedores de las alimentos y bienes de primera necesidad, con una inflación de más del 56% y subiendo. Aquí los que salen ganado sin la protesta son los empleadores, es decir, los patrones privados y públicos.
 
Al gobierno y a los patronos les interesa pasar una política de ajustes en contra del pueblo para salir de la crisis. Los dos bandos, gobierno y la oposición de derecha, se pelean los beneficios, cada quien busca sacar su mejor tajada. Esto realmente está dividido entre una clase social que dirige la economía, por un lado, y nosotros, inmersos dentro de una sociedad capitalista dirigida por el chavismo y su PSUV, por el otro lado. Quien gobierna un Estado burgués, por más que se diga socialista, representa a ese Estado. Ahora bien, para los trabajadores, ¿cuál es nuestra ofensiva económica?, o mejor dicho, sobre nuestra resistencia, ¿qué buscamos? Buscamos una mejor forma de vida, y eso se consigue tras un salario que pueda satisfacer nuestras demandas, nuestra necesidades con mejoras en las condiciones de trabajo, también eficiencia de los servicios públicos urbanos y rurales para no morirnos de mengua ante las miserias que nos dan por el trabajo, o para otros siquiera uno porque están desempleados.
 
Nuestra mejor ofensiva económica es una alternativa contraria al empobrecimiento, una salida auténtica que cambie de la resistencia a estas relaciones de producción, y su crisis económica, a salir de ella. Realicemos asambleas con las bases para discutir un paro nacional contra el hacernos pagar los costos de la bancarrota económica sobre nosotros, contra el golpismo y por un programa de reivindicaciones de los trabajadores.
 
Hacemos eco del planteamiento del PSL llamando a un “Encuentro Nacional Sindical y Popular de Sectores en Lucha” para discutir un “Plan Económico y Social de Emergencia” y otro “plan de movilización nacional en defensa de los derechos de los trabajadores y el pueblo”. Sólo precisamos: esa debe ser la agenda inmediata de las próximas reuniones de la Unidad de Acción Sindical, para concretar un plan de lucha nacional que desde abajo le dé respuesta, sin falsos atajos, a la grave crisis que atraviesa el pueblo y los trabajadores.
 
Los trabajadores podemos garantizar el beneficio de lo que producimos si gobernamos sobre lo que producimos
 
Opción Obrera
17/02/2014
[1] “¿Cui bono?” Roberto Hernández Montoya, 15/02/2014, www.aporrea.org


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Roberto Yépez


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