Memorias de un escualido en decadencia
¡Ahora sí torció la puerca el rabo! Cada vez que el gobierno chavista agarra infraganti a un delincuente, salimos nosotros a darle solidaridad automática. Ahí somos machetes. Y pongo el ejemplo por delante: Colombia re-envía a Venezuela a dos pichones terroristas porque dicen que no son unos angelitos, y salimos nosotros a decir que “Santos le envía ese regalo a Maduro”, y escribimos editoriales en nuestros medios privados y Miguel –Bobolongo, dice Teodoro- Otero, sale y escribe un montón de vainas en solidaridad automática con los pichones de terroristas, y hasta Rafael – Cía- Poleo, también le dedica un corto donde está bien larga la solidaridad automática con los chamos, y Teodoro – Fracaso- Petkoff no quiere pelar el boche y se larga a hablar toda la paja del mundo que cabe en un grano de maíz. Y ahora, cuando vimos al pichón diciendo todo lo que quería echar abajo a punta de explosiones y estallidos, ahora nadie sale a asumir un carajo de nada, porque claro, ahora ni de vaina, yo no sabía, yo pasaba por allí, a mi me llamaron para que firmara esa vaina, yo firmé un papel en blanco. ¡Lo pendejo lo tenemos pintado en la frente!
Y sigo con el ejemplo de la automática. Llegó el gobierno y atrapó a un montón de paramilitares en la finca del compañero Robert Alonso, y zas, salimos nosotros a hacer chistes malos, que si los paracachitos, y otro montón de pendejadas sin reconocer que si esa vaina se hubiese puesto en práctica, aquí no quedaba burro con oreja. Es decir, que basta que los chavistas agarren a un delincuente, para que nosotros salgamos a decir que es un montaje, que estamos de acuerdo con que Posadas Carriles se quede en Estados Unidos, porque ese peo no es nuestro. Aquí está otro ejemplo, el compañero administrador de Embajada Radonski, Oscar López Colina, lo descubrieron jugando monopolio y pasando por Go todo el tiempo, y sale Embajada Radonski a decir que “ese hombre está bajo mi resguardo”, y todos nosotros calladitos, esta boca no es mía, yo no sé nada, yo no conozco a ese pescao. La automática solidaridad la tenemos siempre prendida a favor del terrorismo y lo que venga, pero que esté en contra del gobierno. Lo mismo pasó con el General Guaya cuando las guarimbas, todos salimos a darle la automática, es que no aprendemos.
El papá de Margot terminó de leer el editorial de El Nacional a favor del terrorismo y se puso de pie y dijo: “Por eso es que nadie cree en nosotros, carajo”, lanzó el periódico contra la pared y se fue al cuarto, y agarró la puerta y le metió un coñazo tan fuerte que se vinieron abajo los afiches de Embajada Radonski y Lacrimógena Ledezma.
- Deja que salga la luna. Deja que se meta el sol.- me canta Margot