Golpe, abolición de la Constitución, destitución de cargos de elección popular, allanamientos, torturas y matanzas el 11, el 12 y el 13 de abril de 2002. Ocupación militar de Plaza Altamira durante meses. Paro empresarial, cierre de la principal industria de la nación, cuantiosas pérdidas para un país pobre. Guarimbas en 2004, convocatoria de un referendo revocatorio que resultó confirmatorio.
No pretendo un recuento exhaustivo porque son tantas catástrofes que muchas se me van a escabullir. Solo presento una muestra para delinear la clase de oposición que tenemos, que busca siempre la tragedia, el apocalipsis, el fin de mundo y luego lo niegan. Pero terminan siempre como el parto de los montes, luego de tanto aguaje acaban pariendo un ratoncito, según la fábula de Esopo. Si acaso. Son lo que popularmente se conoce como pura pérdida, porque nadie gana nada, salvo los que llenan sus bolsillos de dólares por la perversa pendejera gringa de tumbar gobiernos solo porque se puede, aunque no gana nada, como en el Medio Oriente y en Ucrania. No siembran ni una matica.
Causan inmensas pérdidas, como en las guarimbas de 2014. Mataron a 43 personas, degollaron, incendiaron, casi incineran a más de 80 inocentes de menos de cinco años en un preescolar.
Afortunadamente son de una ineptitud rayana en la locura. Así elige el Imperio su guardia, desde Bush hasta Capriles. Ignorantes y de una brutalidad épica, causan asombro con su empanada con carne por dentro y sus conspiraciones urdidas en Cuba hace 15 días. Si tuvieran un poquitín de habilidad quién sabe dónde estaríamos. Henry Ramos Allup es con mucho el único inteligente, menos mal que no hacen caso a ese talento sin probidad.
El presidente Nicolás Maduro presentó un vídeo en que un cabeza frita llamado José de Jesús Gámez habla de cómo hay que encrespar las colas, instigar saqueos, que metan un perdigonazo a una viejita, «escoñetar» y fingir que son pacíficos para engañar al mundo. Es un mentepollo más, como Saleh, como los hermanitos Alonso, como Orlando con sus avioncitos, lo que ya es malo, pero hay peor: la dirigencia opositora guarda un silencio atronador sobre Gámez, quien por cierto no está guardando silencio en prisión…
Son los virus apendejeados de las vacunas: inmunizan contra peligros reales.