Corría el mes de agosto de 2007, cuando un personaje conspirador, directivo de FEDECAMARAS y presidente de la CAMARA VENEZOLANA DE INDUSTRIA DE LOS ALIMENTOS (CAVIDEA) de nombre Alfonzo Rivas, PROPIETARIO DE LA MARCA MAIZINA AMERICANA y otras 28 marcas comerciales de alimentos de su emporio industrial, llamó al pueblo venezolano a prepararse para la lucha... Eran los tiempos de la campaña sobre el referendo aprobatorio de la Reforma Constitucional... La lucha fue planteada con un boicot alimentario y desaparecieron los productos de primera necesidad en todos abastos y supermercados de Venezuela; también desaparecieron las medicinas y alimentos esenciales para determinados grupos -niños lactantes, diabéticos, hipertensos y enfermos crónicos entre otros (Feijoo Colomine. Aporrea, 09.06.15)
La supra cita, nos da una referencia reciente de la ofensiva que ha venido desplegando la derecha que actúa en Venezuela contra el gobierno bolivariano (G.B.) desde que se instaló en el año 1999, con énfasis en el Golpe de Estado, el paro petrolero y el paro empresarial en el año 2002, la instalación de paramilitares en el Hatillo (2004), sabotaje económico, Guarimbas y actos terroristas tanto en las ciudades como en el campo durante todos los años que gobernó el Cmte. Chávez.
Recordemos, que gracias a las acciones desestabilizadoras en la producción por parte de los sectores empresariales a todos los niveles, el G.B. se vió en la necesidad de nacionalizar de manera reactiva, un pequeño grupo de empresas industriales y agropecuarias que dieron señas de no querer producir ni distribuir con idoneidad y sana diligencia. Todavía tenemos en memoria, que el 24.04.2003, saliendo de la gran ofensiva contrarrevolucionaria, que se creó la Misión Mercal S.A. como una vía para contrarrestar la especulación por parte del sector privado, otorgando hasta un 45 % de descuento. A partir de esta fecha se crearon mercados medianos (mercales), pequeños (mercalitos) y megamercales a cielo abierto.
Más adelante, como consecuencia de la debilidad existente en el aparato económico del país y el incremento de los brotes especulativos por parte del sector privado, el G.B. a partir de enero del año 2008, creó la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (PEDEVAL), dando así respuesta parcial a la demanda de artículos de primera necesidad y a precios solidarios por parte de la mayoría de la población venezolana (esta acción se emprendió paralela a la ya existente Mercal.
Ante la citada reacción del G.B. el alto y mediano empresariado vuelve a la ofensiva, teniendo como soporte fundamental al tradicional y mayoritario conglomerado de empresas provenientes de USA y de Europa, que controlan más del 90 % del mercado nacional y cuyas cabezas visibles son la Cámara Venezolana de Industrias de Alimentos (CAVIDEA) y las Cámaras Venezolana-Americana y Alemana respectivamente, cuyo lema es “promover la libre empresa y la libre competencia”. Téngase en consideración que a su vez CAVIDEA está constituida por grupos y asociaciones empresariales que son partícipes de FEDECAMAS Y CONCECOMERCIO.
Es esta supra realidad donde realmente se desenvuelve la economía venezolana, razón por la cual, mientras el Estado y las comunidades no asuman el control de la economía y las finanzas, el socialismo del s/XXI no pasa de ser una bella ilusión que apenas muestra vida gracias a la posesión de PDVSA.
Tengamos entonces muy claro, que el sistema de seguridad alimentaria de Venezuela, prácticamente no existe, toda vez que depende de las políticas, estrategias y acciones que los consorcios transnacionales le imponen al país, razón por la cual la normativa legal y reglamentaria existente en muchos casos se ha convertido en un simple algodón para que el maridaje empresarial nacional y extranjero se limpie sus blindados oídos.
Es en este orden de ideas y acontecimientos, que con la desaparición física del Cmte. Chávez, el gran y mediano capital reforzó sus estrategias y tácticas en función de sustituir el gobierno presidido por Nicolás Maduro, utilizando vías tales como:
• Solicitar al máximo divisas con el fin de secar la economía y hacerle ver al país que iban a importar y a producir, situación esta última que no se ha dado.
• Colocar las divisas obtenidas en Venezuela en otros países, especialmente en Colombia y Panamá.
• Llevar la mayor parte de lo que se produce y se importa en el país a las fronteras (contrabando de extracción)
• Estimular las prácticas de “raspa cupos” en el exterior.
• Revender las divisas que se le otorgaron en el mercado paralelo y a precios realmente exorbitantes, utilizando la mano benevolente de parte de la población venezolana.
• Aupando la acción de narcoparamilitares de otros países, así como la incorporación en la guerra económica y bélica de elementos de la delincuencia común que actúan en algunos barrios y campos de Venezuela.
• Encarecer los productos de primera necesidad mediante diversos subterfugios, con énfasis en las prácticas del “bachaqueo”, utilizando para ello a una parte de los sectores populares ávidos de dinero fácil.
Como ha quedado demostrado, toda esta larga lista de mecanismos perversos, atiende a un gran objetivo: sustituir al gobierno progresista que se tiene por otro que sea abiertamente neoliberal y genuflexo ante los dictados desde Washington.
Pero, ¿porque se nombró el presente ensayo con un título de una de las circunstancias aparentemente menos importantes de todo lo que se ha dicho?
En este caso, comencemos con una elemental definición:
Un Bachaco es una hormiga grande (insecto) que acostumbra llevar sus alimentos mediante la formación de una fila de varios de ellos, hasta su sitio de residencia, acción esta que se denomina bachaquear, por lo que quien se dedica a la citada labor de le denomina bachaquero. De allí que cualquier persona pudiese ser catalogada como tal, si se provisiona de bienes materiales desde mercados y similares, mediante prácticas parecidas a las que acostumbran realizar los sigilosos bachacos…
La práctica de los citados insectos, pero en gran escala e intensidad, es lo que viene sucediendo en la Venezuela bolivariana, desde el año 2014 y lo que va del año 2015, hechos protagonizados por una parte inescrupulosa de la población que bajo el pretexto de que hay contrabando de extracción, desabastecimiento, colas y males conexos, han infectado el ambiente colocando en las interminables filas que se forman y por diversas vías, a compradores que más adelante acaparan y revenden a precios especulativos los bienes subsidiados por el gobierno bolivariano (G.B.)
Lo supra comentado, se viene haciendo desde los que pagan para que otros hagan la cola, pasando por los que se combinan con parte del personal de los supermercados privados y públicos a fin de secuestrar los alimentos y cualquier otro bien que pudiese escasear en el mercado. No cabe duda que esta acción ejercida por importantes contingentes de los sectores populares con ayuda de los enemigos del G.B. golpea no solo el estómago de l@as venezolan@s, sino que también intenta desestabilizar y crear un ambiente de permanente zozobra.
Es cierto, como ha quedado demostrado, que los bachaquer@s no son la causa del desabastecimiento, colas y otros males ya citados, sin embargo, valdría la pena discutir hasta donde son víctimas o cómplices, y debatir algunas incógnitas, tales como ¿lo hacen porque tienen hambre? ¿ buscan emular el emprendimiento capitalista? o ¿su acción tiene características delicuenciales?
En cuanto a que son famélicos mendicantes, no parece ser cierto, toda vez que la mayoría son pequeños comerciantes ambulantes o buhoneros cuyo nivel de subsistencia no depende de esta actividad. Tampoco parece ser que es una repuesta que los pequeños comerciantes quieren dar en función de hacer negocios y volverse ricos, toda vez que la mayoría a esta altura sabe que esta vía no está a su alcance. Es cierto que quieren un poco más dinero del que están acostumbrados a ganar, pero de allí a considerarse “emprendedores” hay una gran distancia.
En todo caso, desde nuestra humilde opinión, sea cual fueren los móviles o necesidades que tengan para “bachaquear”, el hecho de apropiarse por medios no lícitos de los bienes subsidiados que le corresponden a toda la comunidad, es un acto que va contra la ética y la moral en el buen sentido de la palabra, independientemente de que los comerciantes capitalistas en muchas ocasiones especulen y acumulen ganancias mal habidas incluyendo la explotación típica del sistema entre seres humanos.
Exculpar a quien esconde y revende con sobre precio bajo el argumento que eso es lo que hacen los capitalistas, o sobre la base de que hay que rebuscarse para subsistir, no se corresponde con el juego limpio que la población espera del prójimo. Esta defensa, pudiese resultar temeraria, toda vez que por esta vía se pudiese hurtar, robar, atracar o algo parecido, bajo el criterio de que la gente pobre necesita comer, vestirse y viajar mejor a como tradicionalmente lo viene haciendo. En este sentido nadie niega que todo ser humano está en el derecho y en el deber de superarse, pero hacerlo a “costillas” de sus iguales y en condiciones de abierta ventaja, nos parece que no es la vía correcta, y por el contrario, es el camino de la típica actividad delictiva, salvo que hayan condiciones excepcionales en la economía como lo fue el Caracazo del año 1989.
Veamos brevemente algunos conceptos expuestos en Wikipedia:
“La palabra delito deriva del verbo latino delinquere, que significa abandonar, apartarse del buen camino, alejarse del buen sendero señalado por la ley (…) Conducta típica, antijurídica, e imputable, sometida a una acción penal y a veces a condiciones objetivas de punibilidad. Supone una conducta infraccional del Derecho Penal, es decir, una acción u omisión penada y tipificada por la ley”
Aunque se conoce que no siempre quienes han hecho las leyes se han guiado por los verdaderos senderos de la justicia, la igualdad y la equidad, es indudable que cuando personas o pequeños grupos, adinerados o no, esconden los bienes de primera necesidad o especulan con ellos, se está en presencia de gente que bajo el pretexto de defender sus intereses, vulnera el derecho y las necesidades de millones de seres humanos. Nunca los empresarios y los bachaqueros son mayoría en comparación con los consumidores del país. Entonces…¿quien atropella a quien?
Pero..¿que se está haciendo desde el G.B. para contrarrestar tan maligna práctica?
Por una parte se han detenido algunos bachaqueros y se ha mejorado la vigilancia en algunos sitios estratégicos. Por la otra, el Presidente de la República ha enviado a algunos ministros a observar las inmensas colas que se presentan en los Abastos Bicentenarios, como lo es el de la Plaza Venezuela (Caracas). Curiosamente, el Ministro declaró muy contento que en los anaqueles hay suficientes víveres, que la gente está feliz comprando, que más de un millón de usuarios han visitado estos establecimientos. Lo que no dijo, es que la mayoría de las citadas personas, para comprar un par de pollos y otros tres o cuatro artículos, pasan hasta seis (6) horas haciendo cola. Por supuesto que l@s bachaquer@s aprovechan esa circunstancia para montar su propia fiesta…
Parece ser que al Ministro y sus colaboradores inmediatos, no entendiesen que las “horas hombre” que aplican miles de am@s de casa no tiene nada que ver con la paralización parcial del proceso productivo del país ¿Es muy difícil comprender que una población que ocupa gran parte de su tiempo hábil haciendo colas, deja de hacer otras actividades, incluyendo atender a su propio trabajo remunerado? ¿Cómo se quiere que la productividad y la producción se incrementen, si a nivel nacional las colas siguen siendo inmensas? ¿Por qué el Ministro soló exhibe con rayano orgullo que “los anaqueles están full” mientras omite la excesiva pérdida de tiempo para comprar a precios regulados? ¿Es esta una práctica socialista o más bien forma parte de las conductas nefastas que nos ha dejado la IV República? ¿Por mantener en altos cargos a gente que por ignorancia, negligencia o prepotencia no se enteraron que el SAIME (hace varios años) eliminó gran parte de las colas abriendo múltiples oficinas en Caracas y en el interior del país? ¿Es que los ingresos petroleros no dan para montar unos 500 abastos bicentenarios a nivel nacional?
En síntesis, se reconoce que la guerra económica ha sido una realidad al menos desde la revolución francesa para acá, pasando por la revolución rusa, la china, la cubana y decenas de intentos por transformar al mundo, sin embargo, da la impresión que todavía en Venezuela la ultra derecha sigue comandando, mientras que los sectores progresistas que lideran el gobierno actual amenazan todos los días, pero increíblemente ignoran que si se quiere hablar de socialismo, al menos se pudiesen tomar algunas medidas tales como:
• Incrementar los mercados populares a cargo del Estado (MERCAL-PDVAL). A vía de ejemplo, en cada parroquia del Distrito Capital, pudiesen haber 3 o 4 Abastos Bicentenarios, esta medida descongestionaría la situación existente. Similar solución se requiere a lo largo y ancho del país.
• Nacionalizar o colectivizar las importaciones, eliminando la entrega de divisas a quienes entre el año 2003 y el año 2013, se le otorgaron US $ 259.000 millones, y esta es hora que no han respondido por semejante estafa ¿Es cierto que la mayoría de las divisas otorgadas por el Estado venezolano fueron desviadas para fines de dudosa aplicación o de abierto delito?
• Haciendo propuestas concretas y conminatorias al gobierno colombiano para que respete el comercio y las relaciones de carácter financiero con Venezuela. ¿Cómo es que en el Norte de Santander hay un tipo de cambio y en otras regiones de Colombia hay otro? ¿Por qué sigue el contrabando de extracción? ¿Es posible perder el miedo a los narcoparamilitares que están en las fronteras?
• Activar a todos los poderes públicos del Estado venezolano, para que se controle y se aplique la justicia tanto a los sectores poderosos económicamente, como a los que no siendo capitalistas intentan jugar con las necesidades del pueblo trabajador.
• Estimular la acción de la O.L.P. contra la delincuencia en cualquiera de los sectores de la sociedad, por lo que no se justifican actos de corrupción, delictivos o criminales de ninguna naturaleza o procedencia.
• Nacionalizar a la banca y al sistema financiero en general, en aras ejercer una sana y audaz política fiscal, monetaria y cambiaria.
• Darle cobertura mediática a los problemas económicos-financieros y sociales del país (con buena crítica y autocrítica) y reducir el uso de los espacios de tiempo que hasta ahora han sido utilizados preminentemente para contar de que color fue el último par de medias que se compró Maricochin en Miami o sus amig@s golpistas.
En fin, las dificultades que en principio han podido ser de fácil conducción, se han transformado en una peligrosa carga que amenaza con que el imperialismo y sus lacayos retomen el gobierno. En consecuencia, es muy importante que el pueblo honesto y servidores públicos también honrados, nos unamos para confrontar a todo tipo de corrutelas y actos delictivos que a diario la derecha empresarial privada nacional y transnacional prepara contra las transformaciones sociales que se intentan hacer. En otras palabras, se requiere reforzar la unidad de los vedaderos patriotas, estén o no trabajando en el G.B. buscando con ello construir y organizar grandes movimientos sociales y políticos que permitan avanzar con la mayor prisa posible por las grandes alamedas del socialismo revolucionario.